Saint-Gobain PAM lanza una oferta completa de intercambiadores de calor bajo tierra
El intercambiador de calor bajo tierra está compuesto por un sistema de tuberías enterradas que llevan el aire al interior del edificio en condiciones de confort térmico. El principio básico persigue que el subsuelo absorba el calor excedente durante el verano, a la vez que lo cede durante el invierno. De esta forma, el interior del edificio mantiene una temperatura casi constante durante el año, reduciendo así su consumo energético total.
Las nuevas exigencias medioambientales en la edificación están demandando construcciones que consuman menos energía. El sistema de intercambio de calor bajo tierra permite cumplirlas. El principio sobre el que se apoya la solución viene siendo conocido y utilizado por la humanidad desde hace siglos. Saint-Gobain PAM, tras varios años de investigación vuelve a hacer realidad esta solución, poniéndola a disposición de los proyectistas que tienen el objetivo de construir casas más cómodas y eficientes.
El sistema de intercambio energético con el suelo permite la reducción, e incluso la sustitución, de otros sistemas de acondicionamiento de aire de instalación más costosa y que demandan mayor potencia energética durante su funcionamiento. La solución PAM-Elixair de fundición dúctil ofrece la oportunidad de reducir los costes de la instalación de climatización, no solo durante su fase de construcción sino también a lo largo del funcionamiento de la misma.
Principios de funcionamiento
¿Qué es un intercambiador de calor bajo tierra? Un intercambiador de calor bajo tierra es una solución geotérmica a pequeña profundidad para la climatización de edificios, mediante un sistema de tuberías enterradas. Su objetivo es enfriar el interior de la construcción en verano y calentarla en invierno mediante un sistema de circulación pasiva.
El principio de funcionamiento se basa en la diferencia de temperaturas existente entre la superficie y el subsuelo en las cercanías de un edificio. Es comúnmente conocido que el subsuelo tiende, a cierta profundidad, a mantener una temperatura constante a lo largo de todo el año, con pequeñas variaciones de entre 2 a 5 °C a partir de 2 metros de profundidad. El sistema Elixair se aprovecha de dichas condiciones de temperatura bajo tierra casi constantes para difundirlas a través del edificio, manteniéndolo todo el año en situación de confort. En verano el suelo tomará las calorías del exterior para enfriar el aire, mientras que durante el invierno las cederá para calentar el espacio habitable.
Prioridad en el ahorro de energía
En los países desarrollados, los edificios residenciales y comerciales representan alrededor del 20% de las emisiones de CO2 y más del 40% del consumo de energía global. Las prioridades de mejora de la eficiencia energética en edificios están tanto en el aislamiento como en la mejora de los sistemas de climatización. En este sentido, se vienen desarrollando la mayoría de las reglamentaciones a nivel nacional y europeo.
El objetivo final en la elección de un material tan duradero como la fundición, es evitar que durante la vida útil del edificio haya que desenterrar las tuberías para solucionar una rotura en un tubo o la pérdida de estanqueidad en cualquier punto. No hay que olvidar que estos sistemas se prescriben para ahorrar dinero a los propietarios, además de ahorrar emisiones de CO2 a la atmósfera y garantizar la salud y el bienestar de los habitantes de las casas del futuro.