La modernización de los regadíos en el contexto Estrategia Europa 2020
1. La ‘gestión integral’ de los recursos hídricos exige que las Unidades de Gestión sean las Cuencas Hidrográficas. Esta conclusión está en consonancia con propuestas internacionales recogidas en la Carta Europea del Agua, el Convenio de Helsinki, la Conferencia Internacional sobre Agua y Medio Ambiente de Dublín, el Consejo Mundial del Agua, la Cumbre Mundial de Johannesburgo o la Directiva Marco del Agua de la Unión Europea.
2. El ‘Principio de Unidad de Cuenca’ ha guiado la actividad de nuestras Confederaciones Hidrográficas hasta el momento y así debería seguir, intentando conciliar todos los intereses territoriales implicados.
4. La modernización de regadíos repercute en el mantenimiento y generación de empleos directos e indirectos, estables y de calidad, en el medio rural, en la actividad agraria y dentro de la cadena agroalimentaria.
5. El éxito de la modernización de regadíos se basa en la planificación de los trabajos, en la evaluación y seguimiento del cumplimiento de los objetivos buscados y en la capacitación final de los usuarios. Para todo esto, es necesario que exista transparencia y coordinación entre los agentes implicados.
6. La modernización de regadíos debe ser un proceso continuo con perspectivas a largo plazo; por ello, la modernización que ahora afrontamos no sólo debe dar respuesta a la crisis actual, sino a los futuros condicionantes sociales y de mercado.
7. En paralelo a la modernización de regadíos, se debe avanzar en un Plan Hidrológico Nacional que tenga en cuenta el bien general y prevea las infraestructuras de regulación necesarias para garantizar el suministro para todas las actividades económicas y sociales. Asimismo, se debería avanzar en una segunda fase del Plan Nacional de Regadíos.
9. La modernización de regadíos, en términos generales, ha supuesto para todas las comunidades de regantes un ahorro en el consumo de agua y un mayor producto bruto por unidad de superficie y por volumen de agua empleado. Sin embargo, en las zonas modernizadas se ha disparado el coste de producción por el aumento del precio de la energía. El coste energético ligado al uso del agua en el riego, ha aumentado en un 38% si se compara con la situación previa a la modernización.
10. Para asegurar la viabilidad de las modernizaciones, se debe garantizar el suministro eléctrico a costes estables y razonables para la actividad agraria. El éxito de la modernización de regadíos pasa por el acceso a energía eléctrica barata y segura. Por ello, es necesario un Plan de Energía Eléctrica asequible en el medio rural. El Plan se debería desarrollar al mismo tiempo que se realiza la modernización de regadíos y debe estar abierto, también, a zonas previamente modernizadas y a otros usos agroalimentarios. Las energías renovables pueden jugar un papel muy importante en este proceso.
11. Las ineficiencias en las redes de riego, a corto y medio plazo, significan un mayor consumo de agua y una factura eléctrica más elevada, con costes crecientes. Actualmente se cuenta con soluciones técnicas como: auditorías hídrico-energéticas; diagnóstico de redes; detección de fugas y sectorización de redes; etc.; que pueden reducir rápidamente las ineficiencias.
12. Las ineficiencias en las redes de distribución, a largo plazo, significan: el deterioro prematuro de las instalaciones, el aumento de frecuencia de averías y el incremento del coste de las reparaciones. Se pueden reducir estas ineficiencias con el mantenimiento predictivo y preventivo y la renovación planificada de las instalaciones. Estos servicios ya se ofrecen en el mercado y han demostrado su eficacia.