Los Ingenieros Agrónomos y de Montes denuncian la situación de "emergencia social y ambiental"
El Consejo General de Colegios Oficiales de Ingenieros de Agrónomos (CGCOIA) y el Colegio Oficial de Ingenieros de Montes (COIM) han creado una comisión conjunta de trabajo para el Desarrollo Rural y su reto demográfico interior ante la situación de “emergencia social y ambiental”.
Preocupados por el riesgo de dispersión de las competencias del medio rural, el Consejo General de Colegios Oficiales de Ingenieros de Agrónomos (CGCOIA) y el Colegio Oficial de Ingenieros de Montes (COIM) han creado una comisión conjunta de trabajo para el Desarrollo Rural y su reto demográfico interior ante la situación de “emergencia social y ambiental”.
Encabezada por Baldomero Segura, presidente del CGCOIA, y Eduardo Rojas, decano del COIM, tendrá como objetivo el seguimiento de las decisiones administrativas, legislativas o de planificación que afecten al desarrollo rural y el reto demográfico y trasladar a la sociedad y los responsables políticos las propuestas de ambos colegios.
La comisión creada por CGCOIA y COIM valorará las decisiones administrativas, legislativas o de planificación que afecten al desarrollo rural y el reto demográfico.
Ambas ingenierías consideran que mejorar los recursos forestales y las producciones agrarias es fundamental para mejorar el medio ambiente global (lucha contra el cambio climático) y local (reducción de la contaminación y mejora del paisaje), la biodiversidad, la soberanía alimentaria y la calidad de los alimentos que consumimos. Destacan la importancia de estos sectores como motor del desarrollo económico y social del medio rural en el que se implantan, garantizando la viabilidad demográfica de estas zonas.
Recuerdan la apuesta “decidida y clara” de Europa por frenar el abandono de las zonas rurales. “Los pilares de la política que podrán mitigar y revertir el problema descansan sobre la gestión agraria, la ganadera y la forestal y las correspondientes actividades que rentabilizan sus externalidades”, aseguran. Citan como ejemplo las bioenergías, biomateriales para la construcción, industria textil o para la sustitución de plásticos; toda una batería de oportunidades para proyectar la bioeconomía de nuestro país.
"Desarrollo Rural debe seguir en Agricultura"
Al igual que otras voces con peso específico en el sector agrario nacional, CGCOIA y COIM defienden que las políticas de Desarrollo Rural continúen coordinándose desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), ante la incertidumbre que, a su juicio, se ha generado en el reciente Real Decreto de estructura del Gobierno en el que no se mencionan éstas de forma agrupada. En este sentido, valoran positivamente la continuidad de Luis Planas al frente de la cartera.
El fraccionamiento de las competencias en diferentes departamentos, advierten, comportaría conflictos y disfunciones que afectarían severamente a la eficiencia de las políticas para el sostén demográfico de la España interior. Esto se produciría, además, justo en el momento de la negociación de la PAC 2021-27 y consideran que sería “tremendamente contraproducente” debilitar o dispersar la interlocución española en la UE en vez de alinearse con los diferentes países que proponen reforzar y priorizar las políticas de desarrollo rural. Todo ello en un momento en el que hay un intenso debate en el seno de la Comisión Europea sobre la posible integración del primer y segundo pilar de la PAC y, en todo caso, del refuerzo de las actividades incluidas en el desarrollo rural.
Instan a seguir las líneas de trabajo ya iniciadas en el ámbito del Desarrollo Rural sacando conclusiones de las experiencias pasadas y primando que los fondos europeos se empleen para modernizar los sectores primarios a la vez que se priorizan las inversiones tractoras que tengan capacidad multiplicadora. “Consideramos una oportunidad los constantes cambios, evoluciones y exigencias a la producción de alimentos y bioproductos, cuestión que se debe traducir en la implantación de nuevas empresas”, explican.
“Es vital para la supervivencia de nuestro medio rural el creciente interés de los habitantes de medios urbanos; este interés se debe transformar en alcanzar mejores rentas en las producciones y generar nuevos ingresos por las externalidades de éstas mediante su reconocimiento legal y compensación económica: dos oportunidades de generar riqueza económica, social y ambiental al gestionar de forma sostenible los espacios y recursos agrarios y forestales”, añaden.
Los ingenieros abogan también por que las políticas públicas contribuyan a preservar el contexto social y cultural de las zonas rurales, ya que es parte indisociable de este espacio. De ahí que recalquen que mantener la esencia rural y su paisaje pasa por mantener a su vez su actividad agraria, ganadera y forestal. Es decir, la producción primaria y su gestión, la biodiversidad y el desarrollo rural constituyen un conjunto indisociable que requiere de una acción conjunta, coordinada y con recursos suficientes.