Mezcla forrajera: praderas permanentes de larga duración
Para asegurar una persistencia larga de la pradera de regadío, hay que asegurar las siguientes operaciones:
- Época de siembra: en el otoño de septiembre a noviembre, y en primavera de febrero a mayo, según zonas geográficas. La tierra deberá mantener una temperatura superior a 10ºC para que simbiosis entre las leguminosas y el rhizobium incorporado en la semilla, sea eficaz.
- Abono de fondo: 70 a 120 unidades de P2O5 y eventualmente 70 a 120 unidades K2O. Los análisis de suelo son un instrumento muy importante para una operación más eficiente.
- Inicio del pastoreo en otoño: cuando la tierra y hierba lo permitan, deberán ser de corta duración y con gran carga ganadera para limpieza de malas hierbas.
- Pastoreo intermitente o rotacional: cuando las plantas tengan tamaño suficiente después de las primeras lluvias de otoño.
- Abono de mantenimiento: se puede hacer anualmente o cada 2 años, generalmente con 30 a 60 unidades P2O5 y eventualmente 30 a 60 unidades K2O, anuales. Un cultivo permanente de regadío de larga duración, con presencia abundante de leguminosas puede aportar por lo menos 200 unidades de nitrógeno al suelo, incrementando la fertilidad del suelo y el aprovechamiento del nutriente por parte de otras especies presentes en la pradera.