Fortaleza, capacidad, resistencia, fiabilidad, seguridad son palabras que les resultan muy cercanas ya que conviven con ellas día a día en la fabricación de maquinaria agrícola y forestal desde hace más de 40 años, convirtiendo el inconveniente de un entorno especialmente duro y exigente en la ventaja de fabricar las máquinas más resistentes y fiables del mercado.
Máquinas construidas a partir de un diseño rotundo, único, esencial, para ofrecer el máximo de robustez, funcionalidad y eficiencia.
Por eso su símbolo se enmarca en un poderoso escudo que representa la fortaleza y seguridad de la marca. Y en su interior el Nudo de Wayland, mitológico herrero celta, que representa la habilidad y el poder manual, como reflejo de la constante búsqueda de la excelencia en la calidad de los productos.
Y cuando la calidad se convierte en compromiso, surge el valor. Un valor inalterable que sólo se alcanza utilizando los más sólidos materiales y los medios técnicos más avanzados durante todo el proceso de fabricación.
El empleo de elementos como el carburo de tungsteno, aleaciones de titanio y aceros especiales garantiza el más alto rendimiento.
Sólo así se consigue crear máquinas capaces de ayudar a dominar el terreno.