Revalorizar el sector forestal, ejemplo de biodiversidad y riqueza
4 de junio de 2012
Los montes españoles se hallan, en gran medida, abandonados. La falta de gestión y aprovechamiento de los mismos ha descendido en base a causas muy diversas. El Informe de Situación de los Bosques y del Sector Forestal en España del año 2010, de la Sociedad Española de Ciencias Forestales (SECF), alerta sobre el exceso de biomasa acumulada, lo que origina graves incendios. Desde el estudio, la entidad lamenta la percepción de negocio poco atractivo acerca de la biomasa que todavía subsiste entre las empresas energéticas.
Estos son algunos de los puntos débiles a trabajar para valorizar un sector que, aun así, se muestra pujante, en expansión. Una tendencia que se aprecia en mayor medida que en otros países europeos. Según el informe, nuestros montes cubren más de la mitad de la superficie nacional, siendo España el tercer país europeo con mayor superficie arbolada, superando a Francia, Alemania y Polonia. Lo mismo se puede decir de la superficie forestal arbolada per cápita, superior en nuestro país que en el resto del territorio comunitario. Así pues, España atesora 0,4 hectáreas por habitante frente a las 0,3 hectáreas de media en el conjunto de la Unión Europea.
El sector forestal se caracteriza por la ausencia de referencias de información, de ahí la importancia del estudio mencionado. Desde la SECF se pretende subsanar dicha deficiencia, con el desarrollo de este documento que aspira a convertirse en referente de la información técnica relativa a los bosques y al sector forestal del país. El Informe de Situación de los Bosques y del Sector Forestal en España del año 2010, que se actualiza cada cuatro años coincidiendo con el Congreso Forestal Español, contiene sobre todo información cuantitativa sobre el sector forestal del país, al que se compara con el resto de la Unión Europea, e incluso con información de alcance mundial.
Para comparar la situación de España con la de otros países europeos, se ha seguido, tal y como explican desde la SECF, la terminología del Sistema Paneuropeo de Criterios e Indicadores de Ordenación Forestal Sostenible (Proceso de Helsinki) adoptado como Sistema oficial por la Conferencia Ministerial sobre Protección de los Bosques de Europa. Éste consiste en la agrupación de la información estadística en seis grandes Criterios y 37 Indicadores. El estudio de la SECF facilita información sobre los seis criterios y 27 indicadores. Los primeros definen los grandes objetivos, a nivel nacional y mundial, que han de cumplir los bosques (Recursos Forestales y contribución a Ciclos Globales de Carbono; Salud y vitalidad de los ecosistemas forestales; Producción forestal; Biodiversidad y conservación de los ecosistemas forestales; Restauración hidrológico forestal y lucha contra la desertificación y Condiciones socioeconómicas del sector forestal.
Por su parte, los Indicadores definen, caracterizan y valoran el estado o la situación en la que se halla el criterio al que pertenecen, así como la posibilidad de implementar políticas forestales y de desarrollo rural, si así fuera necesario.
Nuestros bosques, ejemplo de multifuncionalidad y diversidad
Nuestro país, con 27,5 millones de hectáreas, es el segundo, por debajo de Suecia, con mayor superficie forestal total de Europa. Es decir, cerca del doble que Francia y casi el triple que Alemania, tal y como refleja el Informe de Situación de los Bosques y del Sector Forestal en España del año 2010, de la Sociedad Española de Ciencias Forestales. Mientras en superficie forestal arbolada (o de bosque), España ocupa la tercera posición (18,3 millones de hectáreas en el año 2009), detrás de Suecia y Finlandia, en superficie forestal desarbolada (9,3 millones de hectáreas) cuenta con una cierta ventaja. De hecho, en España se contabilizan más del 40% de los matorrales y pastizales europeos, formaciones vegetales prácticamente inexistentes en numerosos países europeos. De ahí, el interés de la Comisión Europea por garantizar su protección, según reza el informe.
El estudio arroja otros datos reveladores. Por ejemplo, que España gana superficie arbolada a un ritmo anual (2,19%) muy superior a la media europea (0,51 %). De hecho, nos hemos convertido en el país europeo que ha experimentado un mayor incremento de superficie de bosque (4,4 millones de hectáreas – 296.000 hectáreas/año entre 1990 y 2005). En porcentaje, hablamos de más del 40% del aumento total del continente. De conservarse esta tendencia alcista en términos de repoblación, sería posible que el país alcanzara una superficie arbolada de 23 millones de hectáreas en los próximos 20 años.
Por comunidades autónomas, Castilla y León lidera el ranking de superficie forestal, tanto arbolada como desarbolada, seguida de Andalucía y Castilla-La Mancha. En términos relativos, sobresalen País Vasco y Cataluña con el mayor porcentaje de superficie arbolada. Canarias y Asturias cuentan con el mayor porcentaje de superficie forestal total.
Buena parte de estos bosques desempeñan funciones muy positivas, a nivel medioambiental (biodiversidad, albergue de fauna, base territorial de ganadería extensiva de calidad) aunque otras hacen referencia a zonas muy degradadas, con graves problemas de erosión, según el estudio. Y es que la mayor parte de nuestra superficie forestal está poblada por especies autóctonas. La superficie ocupada por especies frondosas es mayor que la ocupada por coníferas.
Aunque lo importante de verdad, es el hecho que los bosques de nuestro país son marcadamente multifuncionales. La SECF subraya, en el informe, el rol protector de los montes y su valor de conservación del ciclo hidrológico y de la biodiversidad, sin desdeñar su capacidad productiva de materias primas: madera, leñas, biomasa para energía, corcho, resinas, setas comestibles, piñón, ganadería, caza, que en ocasiones, no se aprovechan lo suficiente. También resalta el papel clave de estos bosques en términos de fijación de carbono, contra el cambio climático, así como la conservación del paisaje y la riqueza biológica original.
Además, el crecimiento anual de la madera de los bosques españoles es tres veces superior a la cuantía que se corta y aprovecha. El estudio asegura que en nuestro país se producen, cada año, 45 millones de m3, mientras que se extraen y aprovechan cerca de 15 millones de m3 por año. Bien gestionados, nuestros bosques ofertarían una producción anual cercana a los 30 millones de m3 de madera, mejorándose, en consecuencia, su situación actual de abandono.