Moyama Agrícola presenta su sistema integrado para una gestión eficiente del agua de riego en el salón de actos de Asaja-Córdoba
Monitorizar la humedad del suelo para hacer más rentable la actividad agraria
12 de junio de 2012
El empleo eficiente del agua de riego constituye una estrategia óptima para ahorrar agua, energía eléctrica y fertilizantes. Así lo ven desde Moyama Agrícola y de este modo lo quisieron plasmar, el pasado 10 de abril, durante la conferencia que organizaron en el salón de actos de Asaja-Córdoba. Al encuentro, impartido por Alfonso Moya Marín, ingeniero técnico agrícola de Moyama Agrícola, asistieron ochenta profesionales, básicamente agricultores y técnicos de toda la provincia.
Alfonso Moya abordó todos los conceptos y cálculos utilizados normalmente para la programación de riegos. Además, explicó los métodos de medida del contenido de humedad del suelo, como estrategia óptima para optimizar los riegos, lo que conlleva un importante ahorro económico, tanto de energía eléctrica como de fertilizantes, siendo además una práctica respetuosa con el medio ambiente.
Al finalizar el acto, tomó la palabra Andrés del Campo, presidente de Fenacore, quien trató la problemática actual del uso del agua en la agricultura y los elevados costes energéticos vinculados al riego. Asimismo, destacó la importancia de sensibilizar a los agricultores respecto al uso racional del agua y la necesidad incipiente de implementar tecnologías y soluciones encaminadas a una gestión sostenible de los recursos. Con el propósito de obtener una mayor rentabilidad económica de las explotaciones agrarias.
Monitorizar el agua en el suelo mediante la instalación de puntos de control
Que el agua de riego es un recurso escaso y costoso, es algo que recalcan desde Moyama Ibérica. La empresa propone una solución integrada (equipos, servicio técnico en campo y asesoría), denominada ECH2OSYSTEM para así dar respuesta a una de las mayores problemáticas de la agricultura profesional. El sistema monitoriza la humedad en el suelo y facilita una serie de datos que permiten hacer recomendaciones de riego a tiempo real. Así, se descubre cómo se mueve y almacena el agua en el suelo. Y también qué uso hace el cultivo de esta agua.
La monitorización se logra con la instalación de puntos de control en zonas significativas de la finca. Un punto de control consta de un datalogger, sondas de humedad (normalmente tres) y sensores ambientales opcionales.
Las sondas de humedad se instalan, de forma estratégica, a distintas profundidades, en función del tipo de cultivo y suelo explorado por las raíces. Se pretende así obtener una información rigurosa de cuanto acontece en el suelo.
Fruto del análisis técnico pormenorizado de cuantos datos se obtienen, se consigue una representación gráfica del comportamiento del agua en el suelo. De este modo, se puede actuar a muy corto plazo con el fin de garantizar una óptima eficiencia del riego.
Se determinan los niveles de referencia de humedad en el suelo por campaña
Con anterioridad a la instalación de un punto de control, se realiza una cata en el terreno, que puede ser manual o mecánica, para obtener datos objetivos, tanto edafológicos como radiculares. El siguiente paso es una descarga de datos que también se efectúa de manera manual (EM50), accediendo al punto de control y transfiriendo los datos del datalogger a un ordenador portátil; o por transmisión remota (EM50G- vía GRPS).
Técnicos especializados evalúan los datos conseguidos. Al principio de cada campaña se establecen los niveles de referencia de la humedad del suelo.
Periódicamente se representan los valores registrados en gráficas, se diagnostica el estado de humedad del suelo y las prácticas de riego y se facilitan los datos al cliente; en un formato adaptado a las necesidades del mismo.
Pero el proceso no finaliza aquí. Técnicos de Moyama Ibérica se ocupan, mediante la fase de mantenimiento, de la durabilidad y el correcto funcionamiento de los equipos.
EM50 (descarga de datos manual).