III Encuentro Internacional Renowagro celebrado en Sevilla
Concluye el foro internacional Renowagro destacando la unión entre sostenibilidad y la agricultura de calidad
La sostenibilidad y la agricultura de calidad pueden ir unidas como parte de la economía actual, según defendió el profesor de Investigación del CEBAS-CSIC, Carlos García Izquierdo durante la segunda jornada del foro internacional Renowagro celebrado en Sevilla.
La argumentación del investigador del CEBAS-CSIC, Carlos García Izquierdo sirvió como conclusión del III Encuentro Internacional Renowagro, que, bajo el lema ‘Recursos renovables para la sostenibilidad del sector agroalimentario’, congregó a todos los actores implicados en el sector en Sevilla, donde se puso de manifiesto la importancia de reunir en un mismo foro a “industria, técnicos, agricultores e investigadores”.
“Todo eso conlleva que hemos puesto puntos de vista en común con un centro, que es la sostenibilidad”, dijo, para resaltar que todos los ponentes están de acuerdo en que “hay que compartirla sí o sí de cara al futuro”, trabajando “en un plano ambiental, que es básico”.
Y es que, encuentros como el celebrado en Sevilla, “ponen de manifiesto la defensa de una agricultura de calidad y, en el tiempo, sostenible”, además de destacar también durante el encuentro la importancia del “relevo generacional, porque hace falta que los agricultores sepan que detrás de ellos puede haber vida, y que esa vida es sostenible en todos los sentidos”.
El consumo de agua y gases, a debate
En la misma jornada de clausura, la investigadora del Departamento de Agricultura de Estados Unidos Michele L. Reba, analizó las diferentes prácticas que pueden utilizar los agricultores con el fin de reducir el consumo de agua y las emisiones de gases, “pero al mismo tiempo aumentar su producción”.
“Lo que hacemos es intentar entender lo que tiene sentido para el agricultor desde el punto de vista de la aplicación de las buenas prácticas”, explicó, sabiendo que “cualquier cambio rápido inmediato es difícil de asumir para cualquiera”.
Además, el director del Instituto Nacional Francés de Agricultura, Christian Meyer, puso el acento en que uno de los objetivos principales de la investigación y desarrollo en Europa actualmente “es ver cómo poder reducir el impacto, por ejemplo, de las emisiones y del nitrógeno, debido a los impactos que tiene sobre el medio ambiente y también para mantener lo que son los rendimientos para los agricultores”.
Mayor eficiencia agrícola
El objetivo, afirmó también Meyer, es reducir el impacto sobre el medio ambiente, “mejorar la eficiencia a nivel agrícola y reducir el uso de pesticidas”, por lo que “puede tener un impacto sobre la salud humana y también sobre el medio ambiente, y a la vez mantener rendimientos y producción para poder generar un buen ingreso para los agricultores y, obviamente, para alimentar a todo el mundo”.
Sobre la agricultura sostenible, aportó su punto de vista la responsable del Consejo Nacional de Investigación del Ecosistema de Italia, Grazia Masciandaro, que entiende que es importante conocer los casos “de agricultura sostenible en los que se han aplicado técnicas naturales y soluciones para mejorar la calidad de los suelos”.
Su compañera, Serena Doni, incidió en las estrategias de recuperación y mantenimiento de la fertilidad del suelo en la agricultura”, y compartió los resultados de estudios para la aplicación de compost “derivados de la fricción orgánica de los residuos”, que se han realizado en cuatro empresas productoras de vino en la región italiana de La Toscana.
Transferencia de conocimientos desde la Universidad
Por último, el secretario general de Universidades del Gobierno central, Francisco García Pascual, subrayó la necesidad de la transferencia de conocimientos desde estas entidades, porque “la Universidad tiene una doble capacidad de convertir a nuestro sector agrario y alimentario en uno de los más modernos de Europa”, formando a los profesionales “que luego trabajan en estas empresas”.
“Es importante producir y transferir el conocimiento científico y tecnológico, convirtiéndolo en innovación real”, y a la vez ayudar “a que estas empresa sean más productivas, más sostenibles económicamente, más sostenibles socialmente, y, sobre todo, más sostenibles medioambientalmente”.
Casi un millar de personas asistieron durante dos jornadas -3 y 4 de diciembre- al III Encuentro Internacional Renowagro, que ha analizado los retos y oportunidades a los que se enfrenta este sector en el marco de la era de la sostenibilidad, y cómo la visión de la bioeconomía circular en la gestión de los recursos orgánicos puede permitir conseguir una mayor rentabilidad económica, ambiental y social para el sector y la economía en general.
La cita ha estado organizada por Fertinagro Biotech y sus Cátedras Universitarias, y se ha posicionado como una de las principales plataformas de intercambio de conocimiento en torno a la sostenibilidad agroalimentaria en España.