El objetivo de esta estrategia es favorecer una instalación temprana de los enemigos naturales, de manera que ya estén presentes en la parcela cuando aparezcan los primeros focos del pulgón plaga en el cultivo
Control integrado de pulgones con plantas banker en plantaciones de pepino y judía
Marisa Amo, Judit Arnó, Oscar Alomar, Montse Matas y Jordi Riudavets (IRTA-Programa de Protección Vegetal Sostenible),
Jordi Ariño, Montse Martí, Martina Cubí, Helena Gonzalez y Cristina Pozo (Selmar), Merxe Ferreira y Xènia Vidal (ADV Horta del Baix Llobregat),
Eduard Gallifa (ADV Progrés-Garbí),
Toni Queralt (ADV Horta Protegida del Camp de Tarragona),
David Rodriguez y Youssef Iboudaaten (Agrícola Maresme)
y Montse Matas (ADV del Baix Maresme).
21/11/2024Diversas especies de pulgones pueden causar problemas graves en diversos cultivos hortícolas y ornamentales, tanto en el interior de invernaderos como al aire libre. Para favorecer su control biológico podemos usar una estrategia de liberación de enemigos naturales basada en el uso de plantas banker (en inglés banco o lugar donde conservar y almacenar). Esta estrategia se basa en el establecimiento de una banda de plantas infestadas con una especie de pulgón que no sea plaga de los cultivos hortícolas, y en estas plantas establecer al enemigo natural que se pretende potenciar.
La estrategia de las plantas banker
Los áfidos o pulgones son una de las plagas más comunes en nuestros cultivos. Su gran poder de reproducción hace que el incremento de su población sea muy rápido, especialmente en cultivos de primavera bajo plástico, donde las condiciones de humedad y temperatura son las ideales para su desarrollo. Esta situación dificulta su control por debajo de una densidad de población mínima que puede causar daño económico.
Por otra parte, los pulgones tienen una gran variedad de enemigos naturales o insectos auxiliares (parasitoides y depredadores), que aparecen de forma espontánea en los cultivos o que se pueden liberar, y contribuyen a su control. Sin embargo, el control biológico no siempre funciona debido al rápido incremento de las poblaciones de pulgones. Si los enemigos naturales se liberan de forma preventiva, con ausencia de pulgones en el cultivo, es muy probable que perdamos a los auxiliares al carecer de comida o huéspedes en los que reproducirse, y si se realizan las liberaciones una vez se ha detectado la plaga, puede ser demasiado tarde para controlar su desarrollo antes de que se produzcan daños en el cultivo.
Una alternativa para favorecer y potenciar el control biológico de los pulgones es utilizar la estrategia de las plantas banker. Esta estrategia está basada en tres elementos (Figura 1); una planta banker (1), que se infesta de un pulgón (2) que no sea plaga de los cultivos hortícolas y que funciona como presa/huésped para que los enemigos naturales (3) como crisopas, Aphidoletes sp., sírfidos, coccinélidos, parasitoides, etc. se puedan alimentar, reproducir y establecer en el cultivo.
Protocolo para implementar una estrategia de plantas banker
La estrategia de las plantas banker siempre es una estrategia preventiva, por lo tanto, su implementación ha de ser previa al trasplante del cultivo a proteger.
En este sentido, los tres elementos principales que forman la estrategia de plantas banker son (Figura 1):
- Los “islotes” de plantas banker, en este caso de cereal que se han han de establecer en los invernaderos.
- Las “plantas iniciadoras” de cereal que se compran infestadas con el pulgón específico de cereales Rhopalosiphum padi.
- Los enemigos naturales: depredadores y/o parasitoides que son liberados para el control del pulgón.
Podemos diferenciar 4 etapas que han de estar sincronizadas entre sí y con el desarrollo del cultivo comercial.
La figura 2 representa la línea temporal de actuación para implementar la estrategia de las plantas banker, siendo la semana “0” la semana de trasplante del cultivo.
Figura 2. Calendario de la estrategia de plantas banker.
Las 4 fases son:
Fase 1. Establecimiento de los islotes en la parcela; unas 4 semanas antes del trasplante del cultivo comercial (-4 en la figura 2).
Fase 2. Infestación y establecimiento del pulgón específico del cereal desde las plantas iniciadoras a los islotes: 7-10 días después de la siembra del cereal, cuando ya haya alcanzado unos 5-10 cm de altura, y 2-3 semanas antes del trasplante del cultivo (-3, -2 en la figura 2).
Fase 3. Establecimiento de los enemigos naturales (parasitoides o depredadores) en los islotes de plantas banker 7-10 días después de la infestación con el pulgón o bien cuando el pulgón ha infestado todo el cereal. (-1 en la figura 2).
Fase 4. Mantenimiento de los islotes, con su pulgón específico y con los enemigos naturales introducidos. Es importante ir controlando y renovando los tres elementos que conforman la estrategia, para garantizar la disponibilidad de cereal tierno en la parcela atractivo para el pulgón, así como realizar nuevas introducciones de plantas iniciadoras y de enemigos naturales si fuera necesario.
El establecimiento de los islotes
Los cereales a utilizar son: el trigo, el centeno, la cebada, el sorgo o el maíz. La elección de una u otra especie y variedad dependerá principalmente de la época del año y de su adaptación a las condiciones ambientales de cada zona. Para tener éxito en el establecimiento de los islotes de cereal es importante tener en cuenta las siguientes consideraciones:
- Situarlos en zonas frescas y con la mayor luminosidad posible, a suficiente distancia del cultivo para que, cuando crezca, no se toquen, en lugares en los que no se dificulten las tareas rutinarias de mantenimiento del cultivo y, finalmente, en base a la experiencia, en aquellas zonas en las que habitualmente aparecen los primeros focos del pulgón plaga. Se pueden hacer de siembra directa en el terreno o bien en recipientes o contenedores que permitan su movilidad y el ajuste de su ubicación según sea necesario (Foto 1).
Foto 1. Islotes de cereal en cajas (izquierda) e isletas de siembra directa (derecha). Foto: IRTA.
- Puesto que el cereal es un cultivo con pocos requerimientos hídricos, es importante que tenga su propio riego independiente del cultivo y aportar más agua al inicio de su crecimiento.
- En invernaderos con superficies de entre 800 y 2.000 m2, es suficiente una superficie total de islotes de unos 2,4 m2. Estos islotes se pueden distribuir en línea con el cultivo, en tramos de 2 metros de largo por 0,2 metros de ancho.
- Es preciso realizar una densidad de siembra del cereal adecuada (en el caso del trigo, centeno o cebada, de entre 100-150 semillas/m2) tanto si se realiza en tierra como en contenedores. En caso de una siembra muy densa es aconsejable realizar un aclarado de plántulas para favorecer la ventilación y evitar podredumbres.
- Evitar realizar tratamientos químicos insecticidas vía riego o foliares en el cultivo que puedan afectar tanto los pulgones de las plantas banker como a los enemigos naturales. En caso de que sea necesario, pueden hacerse tratamientos foliares siempre y cuando se tome la precaución de proteger las plantas banker en el momento del tratamiento tapándolas con una manta térmica o plástico.
- Es recomendable colocar plantas de Lobularia maritima en flor en los islotes para proporcionar alimento extra a los enemigos naturales (Foto 2).
Foto 2. Planta de Lobularia maritima al final del islote. Foto: IRTA.
La infestación y el establecimiento del pulgón específico en los islotes de plantas banker
Podemos encontrar en el mercado cereal infestado con pulgón específico que se pueden usar como plantas iniciadoras (Foto 3). Sin embargo, a la hora de realizar su introducción es preciso considerar algunos aspectos:
- Asegurar la calidad de las plantas iniciadoras: plantas verdes y bien infestadas de pulgón específico.
- Realizar la introducción de las plantas iniciadoras cuando el cereal de los islotes tenga unos 5-10 cm de altura.
- Introducir 3 plantas iniciadoras por cada 2,4 m2 de islotes.
- La introducción puede efectuarse de tres formas:
1. Intercalando la planta iniciadora en los islotes.
2. Cortando las hojas con pulgón de las plantas iniciadoras y repartirlas por encima de las plantas de cereal de los islotes.
- Una vez hecha la introducción del pulgón específico, es recomendable tapar los islotes con una manta térmica para favorecer la instalación del pulgón y evitar que los enemigos naturales espontáneos infesten los islotes prematuramente.
Foto 3. Islotes de plantas banker en contenedor con planta iniciadora infestadas de pulgón específico del cereal. Foto: IRTA.
Establecimiento de los enemigos naturales
Foto 4. Trigo infestado de su pulgón específico Rhopalosiphum padi. Foto: IRTA.
En el caso de los parasitoides, como Aphidius colemani, su presencia se puede detectar mediante la observación de pulgones hinchados momificados. Se llaman momias al pulgón parasitado y ya muerto. (Foto 5).
Foto 5. Colonia de pulgón con presencia de momias (color más claro) causadas por el parasitoide A. colemani, en el cultivo (izquierda) y en el banker (derecha). Foto: IRTA.
Mantenimiento y seguimiento de las plantas banker y de los enemigos naturales
Es importante asegurar la presencia de plantas de cereal tiernas, especialmente durante las primeras semanas del cultivo y es por esta razón por la que, en función del estado de la planta, deberemos hacer nuevas siembras de cereal (Foto 6) e infestarlas nuevamente con pulgón específico.
Pueden ser infestadas de dos maneras: usando el pulgón de los islotes más antiguos o realizar nuevas introducciones de plantas iniciadoras si el nivel de pulgón en los islotes no es suficiente.
Foto 6. Sincronización de margen antiguo con margen nuevo. Foto: IRTA.
Los resultados en el campo
Entre los años 2019 y 2022 se realizaron un total de 15 ensayos en invernadero con pepino. Las siembras en todos los ensayos se realizaron entre las semanas 7 (la más temprana) y la semana 16 (la más tardía). En todos los casos se hicieron introducciones del enemigo natural A. colemani.
En 2021 y 2022 se realizaron 5 ensayos en invernaderos con judía verde introduciendo el mosquito depredador Aphidoletes aphidimyza.
De los 15 invernaderos de pepino de los años 2019 al 2022, solo se tuvo que recurrir a tratamiento fitosanitario frente al pulgón en 2 de ellos. En los ensayos en judía verde se tuvo que tratar el pulgón en 3 de ellos.
En el caso de las introducciones de A. colemani, la presencia de parasitismo en las plantas banker (gráfico 1, arriba) asegura la instalación de los parasitoides en el cultivo de pepino (gráfico 1, debajo). En el ejemplo de las plantas banker de trigo, tanto los niveles de pulgón como de A. colemani fueron incrementándose hasta que, en el mes de mayo, el 100% de las plantas tenían presencia de pulgón y de momias, con unos niveles de parasitismo que oscilaron entre el 21 y el 70%. Esto permitió que los primeros focos de pulgón del pepino fueran rápidamente parasitados por el parasitoide.
En el caso de los invernaderos de judía verde, el depredador Aphidoletes aphidimyza no se instaló en todos los invernaderos en los que había sido introducido. Aún y así, en todos los casos se detectaron momias debido a la presencia espontánea de parasitoides.
¿Qué podemos sacar como conclusiones?
Se ha podido comprobar la eficacia de la estrategia del uso de márgenes con plantas banker. Aunque la utilidad y viabilidad de esta estrategia es conocida, su implementación no es sencilla. La dificultad principal radica en la sincronización entre la instalación del pulgón de las plantas banker con un correcto establecimiento de los enemigos naturales y la aparición de las primeras colonias de pulgón plaga en el cultivo.
El papel de los técnicos es clave para la correcta implementación de esta estrategia, especialmente durante las fases iniciales, donde es muy importante realizar un seguimiento para poder tomar decisiones a tiempo que permitan mantener las plantas banker y su pulgón específico en buenas condiciones, así como reponer los diferentes elementos en caso necesario resembrar cereal, infestar de nuevo con pulgones específicos y realizar nuevas liberaciones de enemigos naturales.
Indirectamente, esta estrategia también permite la conservación de otros enemigos naturales espontáneos, ya que las técnicas de control biológico deben ir necesariamente acompañadas de métodos de control fitosanitario respetuosos con los enemigos naturales, lo que favorece el establecimiento de las poblaciones espontáneas. Es por ello por lo que el control que obtengamos al final será resultado tanto de los enemigos naturales introducidos como de aquellos que procedentes de los alrededores colonizan el cultivo.