El precio de los añojos y terneros sube en 2023 con un abaratamiento de los piensos
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha realizado su informe del año 2023 sector por sector, con un balance que califican de “descorazonador”, por varios motivos: la cifra global de renta crece un 11% respecto a 2022, lo que se explica por el comportamiento de las frutas y hortalizas, el porcino y la producción de leche, aunque otros sectores han bajado de forma desmesurada.
Los agricultores y ganaderos han cubierto de forma mayoritaria sus costes de producción que, a pesar de haber bajado respecto a 2022 un 4,6%, se mantienen en niveles “disparados” en comparación con 2020 y 2021. La Ley de la Cadena Alimentaria –con sus sanciones públicas y el nuevo registro de contratos– ha dejado su efecto positivo en un año además muy complejo marcado por la sequía.
Además, el ejercicio 2023 ha sido también el primer año de aplicación de la nueva Política Agraria Común. La PAC ha comenzado a aplicarse con un enorme esfuerzo por parte de los técnicos de las organizaciones agrarias, que se han encontrado con numerosas dificultades en la tramitación. Pero también es cierto que la nueva legislación deja efectos tangibles ya en el campo español.
Vacuno de carne
Empezando por el precio del pienso de cebo de terneros, a lo largo de 2023 este precio ha sufrido un descenso, pasando de los 409 euros/tonelada de la primera semana del año, a los 318 que se pagaron en la semana 48, precio que también es menor si lo comparamos con la misma semana del año 2022. Este descenso viene después de un año 2022 en el que los precios se incrementaron de manera notable, por lo que en la actualidad el precio por tonelada se encuentra en niveles más o menos similares a los que estaba a finales del año 2021.
El promedio del pienso de cebo de terneros está en torno a los 353 euros/tonelada, sobre un 15% más barato que el promedio total del 2022.
El censo de explotaciones bovinas en España en 2022 fue de 136.536, -5,54% si lo comparamos con 2021.
El precio en mercado, tanto del añojo como de los terneros, se ha incrementado con respecto al año 2022. Con datos a septiembre 2023, el añojo ha incrementado su precio un 1,2% respecto a la misma semana del 2022. En el caso de las novillas, su incremento ha sido del 4,8% y en el último año, la ternera un 3,8%, y los pasteros un 8,6%. Al contrario, las vacas han descendido su precio un 4,5%. Estas subidas (y, en menor caso, bajadas) han sido mucho más contenidas de las que se dieron el pasado año, entre el 2021 y el 2022.
El censo total de bovino a septiembre de 2023 es de 6.543.154. Si lo comparamos con el mes de septiembre 2022, éste ha disminuido un 1,8%.
El consumo de carne de vacuno en los hogares ha ido disminuyendo, siendo más acusada esta disminución cuanto más atrás nos remontamos. La variación en el acumulado de enero a mayo de 2022 vs enero a mayo de 2023 fue de -2.2%, mientras que si nos fijamos en el acumulado de junio 22-mayo 23, frente a junio 21-mayo 22 fue de -10,8%.
Y fijándonos en las importaciones y las exportaciones, en el conjunto del sector, y hablando de toneladas, las importaciones se han incrementado un 20,8 % y las exportaciones han descendido un 4,0%.
Sector cárnico
El sector ganadero cárnico en su conjunto ha establecido el sello común B+ Compromiso Bienestar Animal, certificando que los productos de los operadores cumplen con los Reglamentos Técnicos desarrollados por las seis interprofesionales cárnicas, en las cuales UPA participa activamente. La Marca B+ Compromiso Bienestar Animal facilita a los consumidores la identificación de productos certificados en sectores como el cerdo ibérico, el porcino de capa blanca, la carne de conejo, el ovino-caprino, la carne de vacuno y la carne de ave.
Sanidad animal
El año ha estado marcado por la expansión por todo el territorio de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE), cuyos primeros casos se detectaron en Andalucía en 2022, pero que al finalizar este año 2023 está presente en todas las comunidades autónomas de la Península. Al margen de los datos de morbilidad y mortandad hay que resaltar la realidad de muchos ganaderos y ganaderas con la pérdida de animales, tratamientos, abortos, problemas de fertilidad, gastos veterinarios para tratar a los animales afectados pero que se han recuperado. Las comunidades autónomas han reaccionado tarde de cara a articular ayudas ante esta situación, si bien, se ha echado en falta desarrollo de ayudas por parte del Ministerio.