20.000 personas viven directa o indirectamente de los beneficios que genera el cultivo de tabaco
Extremadura, campo de cultivo del tabaco español
El cultivo de tabaco en Extremadura supone el 90% de la producción total en España. Los valles de los ríos Tiétar, Alagón y Jerte, en el norte de Cáceres, concentran la mayor producción aunque en la zona de Badajoz también existe cultivo, pero en menor medida. A día de hoy, alrededor de 20.000 personas viven directa o indirectamente de los beneficios que genera el cultivo de tabaco, una cifra que se ha visto reducida con el paso de los años y las diferentes políticas económicas y agrarias. En cuanto a las empresas dedicadas a su comercialización, en Extremadura se ha pasado de más de 17.000 productores en los años 90 a los apenas 3.000 que se arriesgan hoy en día a mantener la producción.
Virginia, Burley (E y F), Havana y Kentucky son las variedades que ocupan los principales cultivos, siendo Virginias la de mayor extensión con un total de 8.167 hectáreas. En cuanto a los datos, para este año se prevé la contratación de 20.304.350 kilos, una cifra menor de la que se barajaba el año anterior. La extensión destinada para la variante Burley es de 1.224 hectáreas y una contratación de cara a la campaña del año anterior de 3.565.310 kilos para Burley E y 2.675.105 para Burley F. Havana consigue un más que respetable crecimiento en comparación con la campaña anterior, alcanzado la cifra de 316.797 kilos (más de 200.000 kilos que en 2010). La variedad Kentucky se sitúa en los 25.850 kilos contratados.
Campo de tabaco en Jaraiz de la Vega (Cáceres). Foto: C.Díaz.
En cuanto a las explotaciones tabaqueras, de las 3.786 existentes, el 70% están dirigidas a la producción especializada donde el tabaco es el único cultivo alternativo. Las diferencias entre estas explotaciones y las que mantienen su carácter familiar son palpables. Tecnología, mejores dotaciones, mayores recursos y financión son algunos de los handicaps contra los que tienen que luchar pequeños cultivadores de tabaco. El empleo asociado a la mano de obra que genera el sector tabaquero es el principal revulsivo que utilizan las administraciones públicas para que el sector prolifere en la región. Sin embargo, las diferentes políticas agrarias, como las OCM, provocan la desestabilización de una de las fuentes de riqueza de la economía extremeña. Ha sido la reciente aprobación de la nueva Organización Común de Mercado del Tabaco, más concretamente, el artículo que obliga a la sustitución “al menos parcial” de la superficie de este cultivo por otros alternativos que se adapten a las condiciones de la zona, lo que ha provocado el descontento de los empresarios y agricultores, temerosos de que esta nueva OCM desemboque en el fin de la producción. Cetarsa y Agroexpasión- World Wide Tobacco son las industrias más afectadas.
El empleo asociado a la mano de obra que genera el sector tabaquero es el principal revulsivo que utilizan las administraciones públicas para que el sector prolifere en la región
La saturación del mercado internacional debido a la sobreproducción en países emergentes de América y Asia se presenta como el nuevo reto. De hecho, las industrias afirman que apenas podrán pagar al agricultor 2,40 euros por kilos. Según Antonio Carcaño, director general de Cetarsa, “nuestros clientes nos han comunicado que sus previsiones de adquisición van a ser inferiores a la producción del último año. Y seguramente en condiciones de precios también”. De lo que se desprende que si las grandes empresas del tabaco reducen tanto la cantidad como el precio de contratación a las tabaqueras españolas, por ende, estas harán lo mismo con los agricultores.
Foto: Vasant Dave.
Pese al malestar, desde el propio gobierno regional se trabaja para asegurar que las zonas productoras sigan recibiendo las ayudas de la OCM del Tabaco, que desde 2010 están destinadas a desarrollo rural. La última de las medidas enmarcadas en el Plan de Apoyo al Sector Tabaquero, ha sido la aprobación por parte del Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura de una nueva remesa de 800.000 euros destinados a mejorar a la promoción y el uso en común de nuevas tecnologías en maquinaria y equipos agrarios en las explotaciones tabaqueras, con el fin de mejorar la competitividad del cultivo. Según fuentes de la Junta de Extremadura el objetivo de este nuevo impulso económico es “mejorar la competitividad del sector tabaquero a través de una reducción de los costes de producción promovidos por la incorporación de nueva maquinaria y equipos que permitan la tecnificación del tabaco en todas sus fases”. Las sociedades corporativas y agrarias y sus agrupaciones serán las beneficiarias.