La IV Jornada Técnica de ANFAGRO se celebró en Valladolid el 1 de diciembre
ANFAGRO reconoce el papel de los fabricantes de remolques y maquinaria agrícola arrastrada en Castilla y León
Valladolid acogió la IV Jornada Técnica de la Asociación Nacional de Fabricantes de Remolques Agrícolas y Maquinaria Agrícola Arrastrada (ANFAGRO).
Juan Ignacio Luna, secretario técnico de ANFAGRO, durante su presentación sobre la 'Situación del sector de los remolques agrícolas y de la maquinaria agrícola arrastrada'.
ANFAGRO, la asociación nacional que representa a los fabricantes de remolques agrícolas y maquinaria agrícola arrastrada, empresas que por lo general son pymes familiares ubicadas en pueblos de la España rural, celebró el pasado viernes 1 de diciembre en Valladolid la cuarta edición de su Jornada Técnica.
"El motivo de celebrarse en Valladolid se debe a que la Comunidad de Castilla y León es la que más fabricantes tiene en pequeños municipios de menos de 1.000 habitantes -con mucha diferencia a otras comunidades autónomas-, que en muchos casos es la única industria de la zona. ANFAGRO muestra así su apoyo a estos fabricantes", señalan desde la asociación.
La cita contó con la participación de representantes del Ministerio de Industria y del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimetanción, el Instituto de Sanidad y Seguridad en el Trabajo, la Consejería de Industria y Trabajo de la Junta de Castilla y León y la Asociación de Empersarios del Metal de Valladolid (VAMETAL).
En materia de riesgos laborales, el director general de Trabajo de la Junta de Castilla y León, afirmó que el sector de la agricultura es el cuarto en accidentes laborales a nivel nacional, con el 7 % de los expedientes, pero supone el 20 % en los incidentes graves y el 15 % en los mortales. "Hay una infradeclaración de los accidentes de trabajo leves en la agricultura, en buena medida por su condición de autónomos y por trabajar en explotaciones pequeñas donde habitualmente no tienen compañeros de trabajo". Según el responsable de la Junta, "la mentalidad del agricultor no ha cambiado lo suficiente y existe un 'mix' de maquinaria nueva y obsoleta que representa un peligro en su puesto de trabajo".
Durante el encuentro se analizó la situación del sector afectado por la sequía sufrida este año, una circunstancia que hace bajar la demanda de estos productos, y el impacto de la subida experimentada por los precios de materiales y componentes.
La parte técnica estuvo dedicada especialmente al cumplimiento estricto de las normativas UNE que rigen la fabricación de estos vehículos y las medidas de seguridad laboral que deben cumplir en su funcionamiento. Se puso especial énfasis en que el fabricante debe entregar al comprador/usuario un manual de instrucciones que explique detalladamente su funcionamiento y, sobre todo, conocer los criterios de seguridad que tienen que cumplir.
Otro punto muy importante que se trató fue la homologación europea para los remolques agrícolas y maquinaria arrastrada. Hasta ahora, las homologaciones europeas no se aplicaban en su totalidad en los países de la CE, pero estos vehículos sólo se podían comercializar en el país que realizaba esta homologación. Para poder vender estos vehículos en la comunidad europea, tienen que cumplir "todas" las exigencia técnicas y de seguridad que figuran en dicha normativa europea.
El punto más complicado que requiere esta normativa se refiere al sistema de frenado, que tiene que garantizar que en caso de desconexión del remolque con el tractor, el remolque quede frenado. Se puede cumplir dicha exigencia tanto en tractores como en los remolques, que pueden ser de carácter hidráulico o neumático. Por otra parte, en los próximos años también será exigible esta homologación europea en todos los países por igual.
Las ponencias fueron impartidas por Rafael Cano, jefe de la Unidad Técnica de Seguridad del INSST; Carmen González, directora de la Estación de Mecánica Agrícola (EMA); Fernando de la Parte, director general de Trabajo de la Junta de Castilla y León; Gregorio Blanco, catedrático de Ingeniería Agroforestal de la Universidad de Córdoba; Luis Alfonso Sánchez, de la Fundación para el Fomento de la Innovación Industrial (LCOE); y empresas proveedoras, como Industrias Manrique (INMASA) y Mowers Ibérica.
Sello de calidad para los equipos de aplicación de fitosanitarios
Una de las charlas de la jornada técnica organizada por ANFAGRO se refirió a la creación de un sello de calidad y certificación, a través de grupos de trabajo entre las empresas que forman parte de ANITEAF, los fabricantes y la asociación, para la maquinaria de aplicación de productos fitosanitarios. Una etiqueta que podría ayudar a la comercialización de estos equipos mediante la certificación de unos estándares de calidad reconocidos.
Según Javier Moreno, director técnico de la empresa TIAF, de las 22.000 inspecciones llevadas a cabo en España desde 2013 en este tipo de equipos, el 80 % obtuvieron el visto bueno. Del 20 % que no lo consiguieron, el 61 % fue por temas de seguridad; el 38 % por defectos en los sistemas de medición como manómetros o el caudalímetro; el 27 % por problemas en la distribución de producto; el 20 % fue achacable al sistema de filtrado; y el 17 % restante tuvo que ver con cuestiones relacionadas con el depósito.