La primera edición tras la pandemia se celebra en Hannover (Alemania) del 12 al 18 de noviembre

Cuatro años después de celebrar su última edición, vuelve a abrir sus puertas Agritechnica, una de las grandes ferias internacionales del sector de la mecanización agraria, que se celebra en Hannover (Alemania) del 12 al 18 de noviembre.

Por fin regresa Agritechnica. Cuatro años después de la última edición presencial, y tras dos cancelaciones motivadas por la pandemia, la gran feria alemana de la mecanización agraria vuelve a abrir las puertas del recinto ferial de Hannover, donde se espera la llegada de unos 400.000 visitantes entre los días 12 y 18 de noviembre (los dos primeros, únicamente para profesionales).

Participan más de 2.600 expositores de 53 países, 1.706 procedentes del extranjero. Los que más aportan son Alemania, con 938, Italia (361), China (192), Turquía (172) y Países Bajos (141). Como es habitual, también habrá presencia de firmas españolas, la mayoría de ellas bajo el paraguas de la asociación de exportadores AGRAGEX.

El número de expositores desciende respecto a 2019, que se superaron los 2.800 (1.750 extranjeros), pero la exposición consigue completar 24 pabellones, muchos de ellos de grandes dimensiones. Todos los grandes actores del sector estarán presentes en Hannover, incluidos aquellos que ya han adelantado su ausencia en otras importantes citas europeas.

La DLG (Sociedad Agrícola Alemana), organizadora de Agritechnica, se muestra satisfecha con la respuesta ofrecida por el sector en un momento en el que las condiciones generales que afrenta la industria no son sencillas. “Los efectos de la invasión de Rusia abren una nueva época tanto para la agricultura mundial como para los fabricantes de maquinaria”, afirma el CEO, Dr. Lothar Hövelmann.

“Además, los efectos del cambio climático son cada vez más evidentes, el Pacto Verde y los próximos cambios en la Política Agrícola Común (PAC) proyectan sus sombras, y la situación de los mercados financieros –en particular la política de tipos de interés- dibujan un entorno difícil para la inversión”, añade.

Sin embargo, la industria europea de la maquinaria agrícola “se encuentra en excelente forma”, admite el Dr. Tobias Ehrhard, director general de la asociación de maquinaria agrícola alemana VDMA. “Llegamos a Agritechnica con resultados récord”, subraya. “El elevado nivel de pedidos recibidos nos ha permitido situarnos desde hace más de tres años entre los sectores de mayor crecimiento de la industria de maquinaria y equipos”.

Las empresas agrícolas en Europa ya se enfrentan a los efectos del cambio climático o se están preparando para ellos. Según un informe de agosto elaborado por la DLG apoyado en consultas a 2.329 agricultores (55 % alemanes), más del 90 % planea invertir en nueva tecnología en los próximos dos años y están adaptando sus estrategias al aumento de los costes de los insumos, utilizándolos de manera más eficiente y manteniendo así la productividad.

Los fabricantes, por su parte, invierten para ofrecer las soluciones adecuadas, con máquinas capaces de trabajar a mayor velocidad y una mejor calidad. Continúan ganando terreno las denominadas “máquinas inteligentes”, aunque en este sentido hay mucho camino por recorrer en materia legislativa.

También gana protagonismo la electrificación, en aras del compromiso de reducción de emisiones de CO₂, así como el uso de cámaras y sensores con el fin de simplificar el manejo de los equipos y garantizar una alta calidad de trabajo constante gracias a sistemas de asistencia y la automatización.

El certamen alemán es una buena muestra de hacia dónde se dirige el sector agrario.

VDMA observa una necesidad inmediata de actuar en la descarbonización de las flotas de vehículos agrícolas. “Hace mucho que se necesita una estrategia de combustibles sostenibles para la agricultura. Se trata de ofrecer incentivos tangibles para el uso de combustibles biogénicos y sintéticos. Al fin y al cabo, el motor de combustión seguirá siendo indispensable en el futuro para el funcionamiento de maquinaria agrícola de alto rendimiento”, afirma Ehrhard.

Para reducir las emisiones de CO₂ lo más rápido posible, los combustibles líquidos climáticamente neutros son la mejor solución, a juicio de Ehrhard. “Para lograrlo, habría que aprovechar todas las opciones. Una prometedora y disponible de inmediato son los aceites vegetales hidrogenados a partir de residuos, llamados HVO. En comparación con los combustibles fósiles, ya podrían ahorrar hasta un 90 % de las emisiones de CO₂".

El directivo recuerda que las soluciones con baterías eléctricas son una opción válida para campos de aplicación limitados, en el rango de potencia de hasta 100 kW. “La combinación de energía libre de CO₂ del mañana es diversa y tiene un impacto inmediato, especialmente en el parque móvil existente”.

Todos estos asuntos se abordarán en el programa técnico de Agritechnica 2023. Bajo el lema ‘Productividad verde’, cuenta con la participación de expertos que compartirán conocimientos prácticos y ayudarán a tomar decisiones personalizadas en inversiones de futuro.

La tensa situación sufrida durante meses en los mercados internacionales de materias primas y suministros comenzó a aliviarse en parte durante la pasada primavera, lo que permitió en las fábricas ir recuperando paulatinamente los niveles de producción de antaño. “De esta forma, los concesionarios van acumulando stock y, con ello, se ralentiza la demanda”, opina Ehrhard.

El lado positivo para la industria es la buena situación de ingresos de los productores, al menos en países del centro y norte europeo. “En casi todos los mercados clave nos beneficiamos del alto nivel de liquidez, inversión e innovación entre agricultores y contratistas", destaca el mandatario de la VDMA.

La influencia del tiempo y del clima es cada vez más fuerte en el sector agroalimentario. En los últimos años, el número de fenómenos meteorológicos extremos ha aumentado en muchas regiones del mundo. El planeta experimentó en el verano boreal el período de tres meses más caluroso registrado, con temperaturas de la superficie del mar y fenómenos meteorológicos extremos sin precedentes. Las temperaturas globales fueron alrededor de 1,5 °C más cálidas en agosto de 2023 que el promedio preindustrial, y los últimos nueve veranos han sido los más cálidos registrados.

Esta situación conduce a una creciente incertidumbre en el rendimiento y la calidad de los productos agrícolas. Además, las medidas operativas de adaptación a los cambios climáticos, como el riego, aumentan aún más los costes de producción a largo plazo. En Europa, la sequía previa al verano planteó importantes desafíos a la producción agrícola.

Algunos pabellones acogen distintos tipos de talleres.

A mediados de junio de 2023, el Mediterráneo occidental experimentó una sequía aún más grave que en 2022, mientras que más al este, incluida Italia, se recuperó razonablemente después de un comienzo de primavera crítico. Sin embargo, la sequía en Europa fue peor en 2023 y 2022 que en 2021, a excepción del norte de Escandinavia. En agosto de 2023, a una sequía previa al verano le siguió un cambio climático significativo que obstaculizó la cosecha en Europa. Los diferentes extremos climáticos en zonas húmedas y secas afectaron los cultivos de verano e invierno. Las fuertes lluvias, las tormentas eléctricas y el granizo causaron daños importantes en el norte de Italia, Eslovenia y Croacia.

La agricultura tendrá que afrontar grandes retos en el futuro:

• Se debe optimizar la gestión del agua y, en consecuencia, adoptar nuevas estrategias de labranza.
• Los fitomejoradores deben centrarse en nuevos métodos de cultivo y mejoramiento.
• El cambio climático conducirá a ajustes en la rotación de cultivos y a un uso más eficiente de los insumos.
• En general, se necesitarán inversiones significativas en adaptación al clima.

La encuesta efectuada por la DLG concluye también que la eficiencia energética es una de las grandes prioridades del sector, ya que los costes tienen una enorme influencia en el resultado final. Las innovaciones anunciadas demuestran que la protección del medio ambiente aún requiere de más avances tecnológicos.

La agricultura inteligente y la agricultura de precisión están en el centro de atención debido al aumento de los costos de los insumos y una regulación cada vez más severa. La protección mecánica de cultivos se está convirtiendo cada vez más en parte de las estrategias de cultivo, ya sea reemplazando o complementando la protección química.