"Los objetivos de reducción propuestos y en particular la prohibición de uso de fitosanitarios en zonas sensibles creemos que son, sin duda, un grave error"
Entrevista a Carlos Palomar, director de AEPLA
Carmen Egea
Periodista Agroalimentaria
23/05/2023El objetivo de esta entrevista es recoger la opinión de la industria de la protección de cultivos representada en España por AEPLA (Asociación Empresarial para la Protección de las Plantas), ante el nuevo escenario que se le plantea al sector agrario con la propuesta de Reglamento de Uso Sostenible de fitosanitarios y las limitaciones que impone el Pacto Verde en Europa.
En su opinión, ¿qué supone para el sector y cómo cree que se está preparando para afrontar esta situación?
La propuesta de Reglamento de Uso Sostenible de productos fitosanitarios planteada por la Comisión Europea contiene aspectos especialmente preocupantes no solo para nuestro sector sino para toda la agricultura europea. Los objetivos de reducción propuestos y en particular la prohibición de uso de fitosanitarios en las denominadas ‘zonas sensibles’ creemos que son, sin duda, un grave error, pues solo en España supondría un impacto en la superficie agrícola utilizada de en torno a un 40%. Si por algo se caracteriza nuestra agricultura es por su variedad y complejidad, siempre dependiente de la climatología y los recursos naturales. Poco tiene que ver la agricultura finlandesa con la española, esta diversidad debe ser tenida en cuenta y creemos que no es el caso de la propuesta planteada.
El contexto actual de sequía, conflicto bélico en Ucrania y subida de precios, no hacen sino agravar la situación actual del agro en Europa. No es momento de tomar decisiones sin una previa valoración del impacto que pueden causar y sí el de oír a los agentes implicados y favorecer un entorno adecuado que favorezca el desarrollo de soluciones científicas y nuevas tecnologías que fomenten la productividad y sostenibilidad de la agricultura.
Plagas, enfermedades, malas hierbas… Producir más con menos químicos implicará que determinadas prácticas agronómicas se puedan ver más afectadas. ¿Dónde y cómo podemos encontrar el balance necesario para hacer frente a una demanda cada vez mayor de alimentos de una población que sigue y seguirá creciendo?
El agricultor ha demostrado su capacidad para evolucionar y adoptar nuevas tecnologías. Lo importante es que estén disponibles y que no sean sólo una promesa. También que el uso de alternativas sea igualmente sostenible desde el punto de vista económico y de rentabilidad de las explotaciones. Deben ser tecnologías para todos. Finalmente es importante que el uso de unas u otras tecnologías sea una opción, no una imposición, y haya suficiente flexibilidad para su uso dependiendo del cultivo, del año climatológico, de la presión de las plagas, etc. Desgraciadamente, y como muestra la experiencia, por el coste de desarrollo de soluciones, también de las nuevas, los cultivos menores serán los que estarán en mayores riesgos.
Precisamente, la resistencia a determinadas materias activas o modos de acción está impulsando el desarrollo de una nueva generación de fitosanitarios en Europa. ¿Con qué materias activas y/o soluciones se está trabajando a medio-largo plazo para hacer frente a la reducción de materias activas que se impone desde Europa? ¿Cuáles son las grandes líneas de investigación que conozcan hay abiertas para el mercado español y europeo?
Hay tres líneas principales: la primera defender productos clásicos de amplio espectro y de múltiples mecanismos de acción, siempre que sea posible. La segunda, desarrollo de nuevos modos de acción en productos clásicos. La tercera, el desarrollo de soluciones de biocontrol. Pero todas ellas deben aplicarse de manera complementaria. No se trata de sustituir un producto por otro, sino aplicar en un programa integrado y con un asesoramiento profesional todas las alternativas disponibles para que tengan una larga vida a disposición de los agricultores.
¿Podrían ser los bioestimulantes una opción viable para reducir la dependencia respecto de los productos fitosanitarios y alcanzar los objetivos del Pacto Verde?
Los bioestimulantes ayudan a las plantas a superar el estrés abiótico relacionado con otras causas que las plagas o enfermedades. Para combatir éstas es necesario un producto fitosanitario, sea de origen sintético o natural. Es importante no confundir estos conceptos pues el objetivo del Pacto Verde es una producción de alimentos robusta y competitiva, que beneficie al consumidor sin perjuicio de los agricultores. Los objetivos cuantitativos en consumo de productos son un indicador para considerar, pero no supone una definición de la sostenibilidad del sistema. Algo así como medir la sanidad humana sólo por la temperatura corporal, en vez de hacer un chequeo médico completo.
Avances que aún hoy podrían verse más lejanos… ¿Qué opina de la edición genética? ¿Qué puede suponer su uso en la sanidad vegetal del futuro al propiciar la obtención de plantas y cultivos mejor adaptados al estrés biótico causado por plagas y enfermedades?
Como en el caso de biosoluciones o bioestimulantes son herramientas complementarias para obtener plantas más sanas y robustas. Nunca serán excluyentes.
Como en el caso de la sanidad humana, debemos disponer de vacunas, que sería el equivalente a las técnicas de edición genética, por muchas reticencias de algunos colectivos, pero las vacunas no debe oponerse a la disposición de fármacos, o del uso de otros medios de control sanitario, por ejemplo mascarillas o complementos vitamínicos que refuercen la salud previa o la recuperación en caso de enfermedad.
