El Cuaderno Digital, el gran salto tecnológico que revolucionará la gestión en las explotaciones agrícolas

Avanzar en la digitalización del sector agrario; conectar las distintas fuentes de información y lograr con ello un avance en la ejecución y gestión de las políticas agrarias, son algunos de los objetivos fundamentales del Real Decreto 1054/2022, de 27 de diciembre. Se espera que contribuya a simplificar la presentación de la solicitud única anual de la PAC, facilite el seguimiento de las actuaciones dirigidas a lograr una producción económicamente rentable y más respetuosa con el medio ambiente y ayude a la conservación de la biodiversidad. Adicionalmente debería suponer una reducción de las cargas administrativas y un avance en los procesos de digitalización de las explotaciones agrarias y de las administraciones.

Este real decreto (RD) establece y regula el Sistema de información de explotaciones agrícolas y ganaderas y de la producción agraria (SIEX), así como el Registro autonómico de explotaciones agrícolas (REA) y el Cuaderno digital de explotación agrícola (CUE), y entrará en vigor en julio de este mismo año. Un nuevo marco legislativo cuya principal novedad es que marcará un antes y un después en la forma en que habrán de relacionarse los titulares de las explotaciones con la administración. Un gran salto de lo analógico a lo digital, con el que se abren muchas incógnitas en cuanto a plazos de implantación, obligatoriedad, funcionalidades y requisitos.

“El CUE es, de las tres herramientas, la que va a tener más impacto sobre la actividad diaria en las explotaciones, tanto para los agricultores como para los asesores”

Para empezar, es importante tener claro que el SIEX, el REA y el CUE de los que habla el RD 1054/2022, son tres herramientas o programas informáticos; uno de ellos en el ámbito de la explotación de la información a nivel nacional (SIEX) y dos enmarcados en el ámbito de la gestión autonómica (REA y CUE). Estas tres herramientas son las que van a definir la relación de los titulares de explotaciones con la administración a partir de ahora, que pasará a ser telemática.

Normativamente hablando forman parte del Plan Estratégico de la Política Agraria Común (PEPAC) 2023-2027. Este Plan Estratégico es un conjunto de normas de gran trascendencia y que van más allá del ámbito de la PAC. Por tanto, el PEPAC es un paquete legislativo, donde se enmarcan una serie de reales decretos y una ley, y que, en algunos casos, son de obligado cumplimiento para el 100% de los agricultores y ganaderos, independientemente de que cobren o no las ayudas de la PAC. Así lo afirma Marcelino Bilbao Arrese, Jefe de Servicio de Producción Agrícola de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, que además añade que, “si para la gestión de la PAC se necesitaba saber ‘dónde’ y ‘qué’ estábamos cultivando, ahora además, se incorpora otra obligación adicional, donde la práctica de cultivo se convierte en un dato administrativo más, pues importa el ‘cómo’ cultivamos; esto es, ‘cuáles’ son las prácticas de cultivo que se llevan a cabo”.

Según Bilbao Arrese, “en este nuevo marco se integra la información agronómica con la administrativa”. Y aclara que “el dato agronómico se convierte en un dato administrativo; de manera que, si hasta ahora la declaración de la PAC iba por un lado y el cuaderno de explotación por otro -dos cuestiones que tenían vida autónoma- ahora se integran y se convierten en algo completamente ligado”. Esto afecta a los agricultores y por supuesto también a la administración “donde será necesario un cambio de mentalidad para llevar a cabo esta integración”.

Marcelino Bilbao habla del impacto que estas tres herramientas van a tener en el día a día de las explotaciones y que no será el mismo para cada una de ellas, ya que “el SIEX no va a suponer ningún impacto directo sobre la labor habitual que se viene realizando; el REA va a tener un impacto bastante limitado o moderado ya que mucha información se cargará de oficio; mientras que el CUE es, de las tres herramientas, la que va a tener más impacto sobre la actividad diaria en las explotaciones, tanto para los agricultores como para los asesores”. La norma además dispone que las autoridades competentes deben prestar el apoyo necesario a aquellos agricultores y ganaderos que tengan dificultades para el acceso o el manejo de las herramientas informáticas.

El SIEX es, en su definición, un conjunto de bases de datos y registros administrativos interconectados, con la información de las explotaciones agrarias de España (se estima en más de 930.000). Este sistema unificará la estructura de la información de los registros existentes en la administración pública en materia agraria, para facilitar el intercambio de la información que los agricultores y ganaderos deben proporcionar a las autoridades competentes. En otras palabras, “el SIEX es la herramienta que va a permitir agregar y destilar la información para así generar aquellos indicadores que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación necesita, tanto para el seguimiento y cumplimiento de la PAC, como para otros fines de política sectorial que pueda establecer”. Según Bilbao Arrese, “en el PEPAC como novedad está la existencia de una serie de indicadores estratégicos, entendiendo como indicador, un valor concreto que se obtiene por agregación de muchos datos individuales, los cuales permitirán al Ministerio saber si se están alcanzando los valores previstos o no”.

Para ello, intercambiará datos de forma automática, con los Registros de Explotaciones Agrícolas (REA) de las Comunidades Autónomas, los Cuadernos Digitales de Explotación Agrícola (CUE) y demás registros públicos, a través de herramientas y sistemas interoperables. La puesta en marcha del SIEX se realizará de manera progresiva y la información de la que ya disponga la administración en sus registros y bases de datos, será cargada de oficio, sin que los agricultores deban realizar trámite alguno; como es el caso de la información de los actuales registros de la producción agraria, en las solicitudes anuales de la Política Agraria Común (PAC), o en los registros de explotaciones ganaderas.

En cuanto al REA, ésta es una herramienta propia que gestiona la administración, y “se plantea desde el principio como un registro gráfico con información de la explotación agraria, de sus unidades de producción y sus delimitaciones gráficas de cultivo”. El CUE es una herramienta del agricultor que “la administración pone a su disposición para facilitarle el cumplimiento de sus obligaciones. El agricultor podrá elegir libremente entre utilizar la herramienta pública u otra privada”. Marcelino Bilbao confirma que “el cuaderno no es algo nuevo, ya que cada explotación agraria, desde 2012, obligatoriamente debía contar con su cuaderno de explotación”, pues por el Real Decreto 1311/2012, de 14 de septiembre, se establecía el marco de actuación para conseguir un uso sostenible de los productos fitosanitarios. Lo nuevo es que ya sólo será digital y cada explotación agraria debe por tanto mantenerlo actualizado. A su completa entrada en vigor, todos los titulares sin excepción, deberán grabar al menos, los tratamientos fitosanitarios y las prácticas de fertilización en el plazo de un mes desde su realización, quedando anotados en dicho cuaderno.

Es un dato importante que los tratamientos fitosanitarios que aparecen en los cuadernos deberán ser validados por un asesor dado de alta en el ROPO y hace hincapié en que “la información y gestión del CUE es responsabilidad del agricultor”. Otra de las cuestiones que destaca es “que hay que tener claro que el cuaderno digital se va a alimentar automáticamente de la información grabada previamente en el Registro autonómico de explotaciones agrícolas, tanto de superficies como de cultivos, y esto afecta a todos los cuadernos, ya sean públicos o privados”. Y prosigue que “cada explotación va a tener que estar dibujada en el REA y los cuadernos públicos o privados van a tomar esa información gráfica y los cultivos declarados y a partir de ahí podrán empezar a anotar las prácticas de cultivo en el cuaderno. Y esto es importante porque no va a haber CUE si previamente no hay registro en el REA. Todos los agricultores deberán estar dados de alta en el REA desde el 1 de julio de 2023, fecha en la que también se podrá empezar a subir información al CUE”.

Para Manuel Pérez Ruiz, catedrático en la Universidad de Sevilla y director del Máster en Agricultura Digital e Innovación Agroalimentaria de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica de Sevilla, “el avance de la digitalización en el sector productor puede tener implicaciones muy positivas en la adopción y manejo del cuaderno de explotación” ya que asegura que “con el uso de mapas de prescripción y aplicación variable de insumos, se puede conseguir una mayor eficiencia y productividad con lo que podremos tener sistemas más sostenibles". Según Pérez Ruiz, “se podrá tener registro en tiempo real de la maquinaria o cualquier otro dispositivo que intervenga mejorando de esta forma la precisión y fiabilidad de los registros”, además del hecho de que “toda la cadena de valor podría tener acceso a una información transparente y fácil, permitiendo de esta forma detectar accidentes o irregularidades en favor de la seguridad alimentaria y la trazabilidad, independientemente de que su puesta en marcha e implementación pueda presentar alguna dificultad según las condiciones y los ecosistemas agrícolas”.

Manuel Pérez Ruiz (Universidad de Sevilla): “La digitalización del CUE también puede presentar algunos retos, como la necesidad de garantizar la seguridad y la protección de los datos registrados, la necesidad de formar y acompañar al sector -agricultores y técnicos- en el uso de las tecnologías y la brecha digital que puede limitar el acceso a la digitalización en algunas zonas rurales”.

Por su parte, Diego Díaz de la Serna, secretario técnico del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Andalucía, afirma que “con la llegada del Real Decreto SIEX se visibilizará el papel esencial de los ingenieros agrónomos en la producción de alimentos, como asesores en las explotaciones agrícolas, ya que con la puesta en marcha del CUE, no sólo se trata de que toda la información quede recogida sin más, sino de conocer qué es lo que están haciendo los agricultores y poder mejorar su gestión de cultivo para producir mejor, con más calidad, más cantidad si es posible y utilizando menos inputs, como abonos o fitosanitarios y poder realizar las labores agronómicas más adecuadas para cada cultivo”.

Además, añade que “al ser el agricultor el responsable de realizar el registro de toda la información de manera telemática, surgirá el inconveniente para aquellos agricultores que no están habituados al uso de las nuevas tecnologías, que tendrán que optar por la figura del asesor que será lo que se imponga en la mayoría de los casos”. Y “no será por la complejidad de las nuevas tecnologías” -aclara- “sino por el volumen de información que deberán manejar y sobre todo, porque habrá que tener una serie de conocimientos agronómicos en los que tendrá que actuar directamente el técnico, que determinará qué producto hay que utilizar, cómo, cuándo, dónde y en qué condiciones hay que utilizarlo”.

En esta misma línea Manuel Pérez añade que “los técnicos y agricultores podrán identificar patrones y tendencia, generando informes precisos y detallados, así como llevar a cabo análisis y tomar decisiones más razonadas”. Y puntualiza que “la digitalización del CUE también puede presentar algunos retos, como la necesidad de garantizar la seguridad y la protección de los datos registrados, la necesidad de formar y acompañar al sector -agricultores y técnicos- en el uso de las tecnologías y la brecha digital que puede limitar el acceso a la digitalización en algunas zonas rurales”.

Como solución a esta brecha, Pérez Ruiz concluye que “es preciso actuar tanto en la formación reglada (formación profesional y formación universitaria) como en la no reglada, de manera que los profesionales del sector recién titulados, o bien con años de experiencia, puedan adquirir las competencias necesarias para que las tecnologías formen parte inseparable de su trabajo cotidiano, y de la manera de gestionar las explotaciones e industrias del sector”.

Diego Díaz de la Serna (Secretario técnico del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Andalucía): “Al ser el agricultor el responsable de realizar el registro de toda la información de manera telemática, surgirá el inconveniente para aquellos agricultores que no están habituados al uso de las nuevas tecnologías, que tendrán que optar por la figura del asesor que será lo que se imponga en la mayoría de los casos”.

Juan Carlos Vega, ingeniero agrónomo y responsable de la sección de Servicios y Suministros de DCOOP, cooperativa de segundo grado, que agrupa a más de 75.000 familias, asegura con la puesta en marcha del CUE, que “al ser de manera electrónica, lo que más se va a notar son los efectos de prestar un buen o mal servicio”. En la sección que coordina, cuenta con un equipo de 35 técnicos de campo y su trabajo fundamental es apoyar a las cooperativas y agricultores en todo lo que necesitan en cuestión de abonos, fitosanitarios, carburantes, electricidad, telefonía, etc., además de la tramitación de la PAC y el servicio técnico en campo. Cuando habla del cuaderno de campo y su digitalización, afirma que desde la cooperativa “ya empezamos a digitalizar la información hace mucho tiempo, porque el cuaderno de campo no es una obligación nueva, ya que desde 2012 venían trabajando estrechamente técnico de grupo y agricultor, y que actualmente cuentan con más de 100.000 hectáreas firmadas con sus socios de olivar para la gestión integral de plagas”.

Para él, el CUE es “una centralización de la información que nos puede ayudar a ser más eficientes”. A pesar de que muchos agricultores lo pueden percibir como una carga burocrática más, un coste añadido, para Vega no se trata tanto de control como del manejo eficiente de datos para dar un paso adelante. Para él, “lo caro es la información dispersa, cambiante y la falta de coordinación". La cooperativa como centro de recepción de toda esa información "es muy eficiente, ya que con los programas de gestión que ya tienen para centralizar toda la información y que suele tener un módulo de campo, lo que queda ahora es es afinar un poco los sistemas”, recalca.

De las más de 50 jornadas informativas que han realizado sobre el CUE y la PAC y que han sido "multitudinarias", asegura que “han puesto de manifiesto que hay una tremenda necesidad de información y que la gestión integral parece ser la opción más rentable para el agricultor que no tiene destrezas digitales". Afirma que tener un servicio a un coste razonable "es para nosotros una oportunidad y un sistema que funciona para el agricultor pequeño y para el grande”. Para Juan Carlos Vega “no hay paso atrás, sino que es un paso adelante y tendremos que ayudar a los agricultores”, ya que “el cuaderno progresivamente irá ampliando sus páginas y su complejidad, y un agricultor que no tenga un técnico contratado y tenga cierto volumen de datos, no va a poder abordar esas tareas sin apoyo: el técnico es el eje de toda esa información que se les avecina”.

El técnico es un asesor que se está constantemente actualizando y formando. En este sentido, “es una oportunidad para estos profesionales”, ya que muy probablemente, DCOOP ampliará la plantilla, pues según Vega, “necesitamos más técnicos, para ser eficientes y que eso no suponga costes añadidos”. “No veo otro método mejor que el cooperativismo para afrontar estos retos”.

Hay muchos agricultores formados y digitalizados que han asumido un relevo generacional haciéndose cargo de la finca familiar. Es el caso de Belén Quirós, ingeniera técnica agrícola y agricultora, que gestiona una finca de 78 hectáreas donde cultiva leñosos, viña, olivar y pistacho en Quero, un pueblo de Toledo. Su pasión le viene de generaciones, desde que su abuelo cultivara las tierras que ahora ella y su padre cultivan. Con sólo 30 años, ya lleva seis al frente de su explotación. Asegura que tiene poca o ninguna información acerca del SIEX, REA y CUE, y que es su asesor el que le ha dicho que tiene que cumplir con esta obligación, que se acerca irremediablemente. “No es por falta de estudios”, asegura. En su opinión, “la obligación sobre el CUE debería ser 50-50 del agricultor y del asesor, ya que es éste el que asesora al agricultor, el cual, tenga o no tenga estudios, confía en el criterio de su técnico asesor”.

Cuando le preguntamos acerca del sentir del sector al respecto de que el CUE sea electrónico comenta que “se hace cuesta arriba porque hay que pagarlo, no solo es pedir ayuda, sino que implicará echarle más horas”. “La gente joven se va a la ciudad”, sólo ella y su amiga tienen una finca en el pueblo y asegura que las fincas se pierden porque la gente las deja como tierra. “Quero es pequeñita no llega a los 1.000 habitantes”, y como aspecto positivo de haber cogido el relevo, asegura que “a pesar de ser mucha responsabilidad, lo que tienes es tuyo y lo tienes que sacar adelante como sea”. En cuanto a hacerse cargo de la gestión del CUE, Belén afirma que se considera “una persona que por juventud y formación lo llevaría a cabo sin un asesor”, aunque prefiere que le ayuden.

Alba Aguilar (Grupo MASUR): "Cuando el proceso esté implantado y funcionando se van a facilitar trámites administrativos por lo que cualquier integrante del sector se va a ver beneficiado, aunque hasta ese momento, durante el proceso de implantación, todos vamos a tener que esforzarnos”

Alba Aguilar Pastor, ingeniera agrónoma y directora de Desarrollo Agronómico en Grupo MASUR, afirma que esperan tener funcionando su solución para principios de verano. Y que en este momento, su consejo tanto para agricultores, como para asesores o técnicos es que "acudan a empresas consultoras quienes vamos a tratar de buscar siempre la solución óptima”. En referencia al uso de la herramienta CUE, asegura que “se van a poner a disposición del agricultor múltiples soluciones privadas además de la herramienta pública" y que, desde su experiencia en el sector agrícola, "hay diversidad de explotaciones, unas asesoradas externamente, otras gestionadas por terceros, propietarios que llevan autogestión, asesoramiento por técnicos de cooperativas, etc., y que cada tipo de gestión tendrá a su alcance un tipo de herramientas u otras”. Concluye que “en las herramientas privadas se podrá incorporar además inteligencia sobre los datos para facilitar ayuda a la toma de decisiones”. Aguilar Pastor coincide en resaltar como aspecto positivo del CUE, el hecho de que “cuando el proceso esté implantado y funcionando se van a facilitar trámites administrativos, por lo que cualquier integrante del sector se va a ver beneficiado, aunque hasta ese momento, durante el proceso de implantación, todos vamos a tener que esforzarnos”. Además, insiste en que “la figura del asesor se vuelve imprescindible para aquellos agricultores que no están acostumbrados a trabajar con datos y plataformas digitales”, por lo que ve fundamental poner en valor la figura de un buen asesor que sea facilitador de esta gestión.

Tal y como está planteado, el RD 1054/2022, de 27 de septiembre, entra en vigor 1 de julio 2023 con una excepción importante respecto al CUE, que será obligatorio el 1 de septiembre de 2023, para aquellas explotaciones agrarias que cumplan alguna de las siguientes condiciones: que superen algunas de las dimensiones máximas establecidas por grupo de cultivo (30 ha de tierra de cultivo, 30 ha de pastos permanentes, 10 ha de cultivos permanentes); que sobre el total de su superficie agraria tenga más de 10 ha de regadío; que dispongan de alguna parcela de invernadero. Para el resto de explotaciones, el artículo 9, que contiene las obligaciones sobre el CUE, entrará en vigor el 1 de julio de 2024.

En el viñedo de vinificación, y como novedad, se deberá presentar anualmente una declaración de cosecha cumplimentada en los soportes informáticos que para tal efecto dispongan las respectivas comunidades autónomas. La presentación de cosecha deberá realizarse antes del 10 de diciembre de cada año. Quedan exentos aquellos cuya producción total de uva se destine al consumo en estado natural, a la pasificación o a la transformación directa en zumo de uva y la explotación que tenga menos de 0,1 ha de viña en producción.

Actualmente existe un grupo de trabajo impulsado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación junto con empresas que se están preparando para ofrecer cuadernos compatibles, es decir, cuadernos privados que deben cumplir los protocolos de interoperabilidad necesarios para ponerlos a disposición de los agricultores. Hablamos con Libelium, VisualNACert, XFarm y RawData que, junto a otro nutrido grupo de empresas tecnológicas, forman parte de este grupo de trabajo.

Libelium, gracias a la tecnología IoT, provee y ayuda en la digitalización del cuaderno de campo. Sus sensores son capaces de medir parámetros requeridos en estos cuadernos, como la cantidad de fertilizante usado, la información de riego, la cantidad de sol que recibe, el clima que hace en ese momento, etc. Facilita enormemente y automatiza la entrada de datos manual del agricultor y, por tanto, se reducen los errores humanos. Además, se pueden enviar los datos directamente a la plataforma del Ministerio de Agricultura. Desde Libelium entienden que "habrá un periodo de adaptación corto que puede resultar duro al agricultor, y para eso estamos preparados, para reducir al máximo ese periodo, aunque sabemos que a la larga va a ser muy positivo para la productividad y optimización de las cosechas con el menor impacto medioambiental”.

Mercedes Iborra (CO-founder y Dirección de Estrategia de VisualNACert): “El CUE puede tener un impacto positivo en la gestión de explotaciones, y a pesar de poder representar una carga adicional para el agricultor, le ayudará a cumplir con las obligaciones legales en materia de trazabilidad y seguridad alimentaria, lo que puede mejorar la reputación de su producto y posicionarlo en el mercado”.

Para Mercedes Iborra, CO-founder y Dirección de Estrategia de VisualNACert, “la implementación del CUE en las explotaciones agrícolas tendrá varios impactos; para los asesores, mayor eficiencia en el registro y análisis de datos, pues al utilizar sistemas digitales pueden acceder a los registros de las explotaciones en tiempo real y de forma remota, lo que facilita su análisis y seguimiento, permite una toma de decisiones más rápida y eficiente e identificar rápidamente los problemas y ofrecer soluciones más efectivas”.

En términos generales, para ella, “el CUE puede tener un impacto positivo en la gestión de explotaciones, y a pesar de poder representar una carga adicional para el agricultor, le ayudará a cumplir con las obligaciones legales en materia de trazabilidad y seguridad alimentaria, lo que puede mejorar la reputación de su producto y posicionarlo en el mercado”. No obstante, no deja de ser “un desafío para los agricultores, especialmente aquellos que no estén familiarizados con el uso de tecnología y software informático. Y puede requerir -además del cumplimiento de las obligaciones de registro y presentación de información- un esfuerzo y un coste adicional en términos de tiempo y recursos”.

Iborra añade que “desde VisualNACert trabajamos para que esta obligación normativa también sea útil para la sostenibilidad y el futuro del sector agrario, ofreciendo soluciones tecnológicas para mejorar la gestión de las explotaciones, favorecer la incorporación de jóvenes al sector y cumplir a su vez la normativa y generar el cuaderno de campo oficial SIEX, con soluciones que aporten valor real en las condiciones actuales”.

Su consejo para los agricultores es claro, matizando que “hay que tener en cuenta que un cuaderno de campo digital privado puede suponer un coste adicional para la explotación y que en la actualidad existen mecanismos de financiación y acceso a herramientas digitales de cuaderno de campo privado como son las ayudas del Kit Digital”. Además, recalca que “antes de la puesta en marcha de un cuaderno de campo digital, es importante que el agricultor tenga en cuenta tanto los aspectos positivos como los negativos para tomar una decisión informada”.

Nicola Franco (Country Manager de XFarm): “El CUE agilizará la transición digital hacia un manejo más preciso de las operaciones agrícolas y el cumplimiento de los trámites administrativos que se imponen actualmente”.

En relación a la experiencia de la empresa XFarm en el desarrollo de herramientas digitales, su Country Manager en España, Nicola Franco, indica que la herramienta para cumplimentar el CUE que esta compañía pondrá al servicio de los agricultores “no solamente es un cuaderno de campo; se trata de una plataforma 360º que permite trabajar en aspectos relacionados con la trazabilidad y la sostenibilidad de las producciones agrícolas”.

En este sentido, XFarm atesora un amplio bagaje en el mercado italiano y europeo donde es el partner digital de empresas agroalimentarias de la importancia de Barilla o Lavazza. Para Nicola Franco, uno de los puntos principales que diferencia a la herramienta de XFarm respecto a otras alternativas es el asesoramiento. “La formación para cumplir con los requisitos que impone el SIEX y el CUE es fundamental, por eso desde xFarm estamos organizando jornadas de forma periódica para facilitar el acceso a la tecnología y ofrecemos un asesoramiento personalizado a los agricultores mediante el apoyo de técnicos especializados”.

Además, desde XFarm destacan que la plataforma de gestión que disponen permite avanzar en otras áreas de interés para los productores como es la huella de carbono o la generación de mapas de rendimiento. “El CUE agilizará la transición digital hacia un manejo más preciso de las operaciones agrícolas y el cumplimiento de los trámites administrativos que se imponen actualmente”, asegura Franco. La empresa se encuentra inmersa actualmente en el desarrollo de una amplia red de distribución en España con el fin de extender su presencia y optimizar los servicios que presta al sector primario en nuestro país.

Ejemplo de herramienta digital de XFarm.

En el caso de RawData, su CEO Albert Duaigües junto con su socio David Olmo, pusieron en marcha hace 5 años su empresa de digitalización para empresas del sector agroalimentario, empresas a las que acompañan y asesoran. “Nuestro reto es acompañar a estos ingenieros agrónomos contratados por empresas o consultoras independientes o de distribución de productos, que ayudan a pequeños y medianos productores no sólo en la comercialización, sino también en la parte más técnica”, apunta Duaigües. Para él, “estas empresas son las que realmente van a resolver el Cuaderno Digital de Explotaciones”.

A su juicio, “el muro puede no ser tan alto si se mira con perspectiva”, pues “la complejidad de este salto digital, quizá esté en el hecho de que se le está pidiendo a un sector poco digitalizado que digitalice un cuaderno con información compleja y elevada”. En su opinión, "no es tanto la complejidad en el uso de la herramienta sino la ingente cantidad de información que habrá que manejar. El productor pequeño y mediano tiene que utilizar este producto y confiar en las empresas que lo están desarrollando, pues son éstas las que ya están digitalizadas o en camino de digitalizarse”.

Albert Duaigües y David Olmo (RawData): “La complejidad de este salto digital quizá esté en el hecho de que se le está pidiendo a un sector poco digitalizado que digitalice un cuaderno con información compleja y elevada”.

En cuanto al coste de este servicio, Albert cree que será mayor el salto cultural en digitalización que el coste en sí, y aconseja al agricultor que "si no se siente con un buen dominio de las soluciones digitales, lo mejor es ponerse en manos de un tercero, ya que es fundamental estar asesorado por un ingeniero agrónomo o un técnico agrícola por la complejidad burocrática y la ingente cantidad de datos que habrá que manejar”. Y puntualiza que ese asesor “va a resolver decenas o centenares de cuadernos de campo y le va a garantizar un buen trabajo. Son muchas las empresas que ya están buscando las soluciones para desarrollar ese trabajo y ofrecer este servicio". En este sentido, asegura que si tuviese que elegir entre el cuaderno público o comercial, elegiría este último ya que “son las empresas tecnológicas las que están a la vanguardia en este sentido, y que pueden ofrecer un servicio integral”. En su opinión, “la digitalización ayudará y agilizará mucho el trabajo y será esencial en la toma de decisiones y del mismo modo en que ya no habrá cuadernos de campo escritos a mano o en Excel -afirma- este paso se presenta como una gran oportunidad para ser más eficientes y usar herramientas cada vez mejores”. En cuanto a este momento concreto, para Albert y David se abre una etapa como para muchas de las empresas tecnológicas que operan en el sector. “Para quien no tenía datos digitalizados, la nueva normativa les va a ayudar a dar un paso a ser explotaciones más inteligentes, de la mano de la figura del asesor o técnico, que son los que van a implantar una solución”.

El mensaje de este empresario que cuenta con una plantilla de 16 personas es claro: “A nivel de usabilidad, de alertas, conexión, el cuaderno comercial será frente al público mucho mejor, pues la administración desarrollará una herramienta más simple”. En RawData, el cuaderno de explotaciones ya se estaba utilizando como una salida de datos, “que permite que nuestro usuario (el ingeniero agrónomo) pueda sacar informes de trazabilidad, de costes económicos, un cruce con datos meteorológicos y además pueda comunicarse con su cliente, entre otros aspectos". Según su experiencia, "es mostrar una salida de datos con un formato específico; dar una solución agronómica para digitalizar operaciones, ofreciendo una solución 360”.

En definitiva, el Cuaderno Digital de Explotaciones ayudará a una mejor gestión de la explotación agrícola y a la toma de decisiones mucho más eficientes y rentables de la mano de asesores habilitados y preparados. Además contribuirá a reducir el impacto ambiental a través del uso óptimo de los recursos, cumpliendo con las regulaciones europeas y nacionales. Ya sólo queda poner en marcha las soluciones oportunas, en el momento más adecuado y confiar en que el sector agrícola volverá a demostrar que cualquier dificultad es transformada en una oportunidad y supondrá un gran paso adelante. Un sector que sin duda superará la brecha digital y cultural, así como los plazos de implementación y puesta en marcha establecidos; y como afirma Albert Duaigües: “El cuaderno digital es un requisito legal pero no es nuestro fin, y aunque para muchos al principio pueda parecer un abismo, estoy convencido de que será un proceso natural”.