Entrevista a Alejandro Gil, responsable de comunicación de Ansemat
25 de noviembre de 2010
En cuatro palabras, y teniendo en cuenta la situación que experimenta el sector de la maquinaria agrícola y forestal, ¿cuáles son los requisitos que más demandan los clientes?
Lo primero que deberíamos tener en cuenta es, precisamente, la dimensión y dificultades del momento en el que se encuentra todo el sector agrícola y rural. Con lógica, el sector de la mecanización no escapa a esta coyuntura, mostrando rebajas en sus mercados, estancamiento de algunos tipos de maquinaria e inversiones mucho más reducidas. En general, sin atender a demandas específicas y tipos de maquinaria (maquinaria de campaña), los compradores toman su decisión de compra o inversión en función del precio. Con un nivel de stock ajustado pero que, hasta el momento, ha respondido a la demanda, también se ha observado un crecimiento en los segmentos de maquinaria más profesional, siguiendo la tendencia de fabricación hacia maquinaria más grande, más versátil y con un mayor nivel de tecnificación.
La renovación de equipos, y por ende el movimiento del mercado, se produce más por esta última demanda, ya que los agricultores a título individual pueden retrasar la compra de equipos o, en muchos casos, hacen que su inversión en los mismos dependa de la concesión de ayudas y subvenciones. La financiación sigue siendo un problema, mayor en el caso de muchos agricultores profesionales y empresas de servicios, por la dificultad de estos a la hora de capitalizar sus inversiones. A ello se ha respondido con un gran esfuerzo de adaptación de precios así como una búsqueda de soluciones de financiación por parte de las empresas de maquinaria.
En general, ¿cree que la crisis económica favorece a las empresas de recambio, porque el agricultor cambia y renueva piezas en lugar de comprar maquinaria nueva? De no ser así, ¿cuál es el motivo?
Podríamos observar varios estadios en el progreso de la crisis que han llevado a que los agricultores, en función del nivel de renta, financiación y, en general, de las noticias acerca del mal momento financiero, optaran por unas u otras acciones, conviviendo de forma natural algunas más o menos radicales.
La primera decisión fue la de reducir las inversiones, o ceñirlas en exclusiva a las líneas de ayudas y subvenciones. Una segunda acción, ante la necesidad de invertir o renovar equipos, fue la de elegir maquinaria de gama más baja, con menores niveles de tecnificación y, por tanto, a menor precio. Otros se decantaron por alguna de las anteriores, tratando de realizar, al mismo tiempo, mantenimientos y arreglos, preventivos, para alargar la vida útil hasta que fuera necesario el cambio. La presión ha llevado a que en algunos casos, incluso se opte por maquinaria vendida fuera de los circuitos habituales de compraventa, o desprovista de todas las garantías de calidad y seguridad.
En cualquier caso, deberíamos tener en cuenta dos cuestiones fundamentales. Nuestro país mantiene un gran parque de maquinaria, en la gran mayoría de los casos obsoleto y sobredimensionado, que debería facilitar la venta de recambios. Esto no es óbice para que, en un mercado positivo con la mayor venta de equipos, se vendan siempre más recambios.
Teniendo en cuenta la coyuntura económica actual, ¿se ha notado algún cambio en la tipología de comprador?
Como expresaba anteriormente, se ha observado cambios, lógicos, en el comprador medio. Generalmente, el agricultor a título individual ciñe sus inversiones al cobro de subvenciones o a la necesidad perentoria de cambio tratando de alargar lo máximo posible la vida útil de su parque de maquinaria. En el caso de invertir, lo hace en función del precio.
Por otra parte, el agricultor profesional, las empresas de servicios, y en general aquellos con mayores necesidades de mecanización, también buscan las subvenciones pero tratan de dirigir sus inversiones hacia maquinaria con mayor versatilidad y mayores soluciones tecnológicas.
¿Han notado la falta de liquidez las empresas asociadas a Ansemat a causa de un aumento de la morosidad? En el sector, y basándose en la experiencia de los últimos meses, ¿cómo piensa que evolucionará esa morosidad a corto/medio plazo?
En general, el agricultor sigue siendo un buen pagador, como ya se ha demostrado a lo largo de todo el proceso de caída financiera, optando por no invertir en maquinaria al no disponer de la liquidez suficiente para afrontar el pago. El poco activo circulante y la rentabilidad reducida de los productores al sumar los gastos de producción y enfrentarlos a los precios percibidos frena la compra de maquinaria, pero también la de otros insumos como abonos o fertilizantes.
Teniendo en cuenta esta realidad, quizá la falta de cobro haya procedido de instituciones y ayuntamientos que no han podido hacer frente a los pagos. La evolución de este índice es difícil de definir, al depender de un buen número de factores externos.
¿Qué le espera al sector de recambios con la llegada del año nuevo?
Basándonos en los datos anteriores, y los que nos aporta el Barómetro de Negocio del CEMA (Asociación Europea de fabricantes de maquinaria agrícola), de la que es miembro Ansemat, el clima de negocio del sector de maquinaria agrícola, al menos a nivel europeo, mostrará un crecimiento continuado en los próximos seis meses.
Esto es más difícil de concretar en nuestro país ya que, en general, las previsiones económicas siguen siendo negativas para el inicio del año. A priori, no debería haber grandes fluctuaciones en el comportamiento actual: mercados a la expectativa de las mejoras de las producciones y sus precios, repunte de estos últimos en función de esos cambios y estabilidad del nivel actual de reparación y mantenimiento de la maquinaria en uso. Al menos, el sector de los recambios debería mantener sus cifras de negocio.
¿Cómo puede ayudar Ansemat, desde su posición, a todos sus asociados en un momento como el actual?
Ansemat sigue trabajando, desde la perspectiva que nos dan estos 15 años de existencia, como referencia del sector de la mecanización, tanto para sus empresas, como para las instituciones, públicas y privadas, y la sociedad en general. Somos foro de encuentro, informativo y de trabajo en común, junto con todas las administraciones y organismos oficiales representando a todos y haciendo llegar su voz, en busca de intereses comunes.
También desde el punto de vista técnico y normativo se lleva a cabo una labor excelente ayudando a todos los asociados, fabricantes y comercializadores de maquinaria agrícola, a la hora de adaptar normativas y regulaciones de diseño, fabricación y comercialización de productos.
Por último, existe un trabajo informativo y de servicio hacia todas las necesidades que puedan tener todos y cada uno de los asociados sobre cualquier tipo de mecanización, ya sea de maquinaria agrícola, forestal o de espacios verdes.