"Si no se mejora la imagen de la actividad agraria e incrementa su rentabilidad, será difícil que haya relevo generacional en el campo"

La responsable de UCAN describe en la siguiente entrevista el funcionamiento de las CUMA (Cooperativas de Uso en común de Maquinaria) en Navarra y cómo a pesar de ser un modelo válido para facilitar el acceso a equipos de un gran volumen de trabajo y alto coste de adquisición, la falta de relevo generacional en el campo está forzando su paulatina desaparición.

En Navarra tenemos diferentes tipos de cooperativas que sirven para esta misma tarea; por un lado, son las cooperativas que poseen maquinaria para prestar servicios a sus socios. En este caso, las cooperativas son agrarias de comercialización, y este servicio es minoritario en su actividad. Se realiza para actividades puntuales que tienen que llevar a cabo sus socios, donde quizás la inversión es muy elevada y de este modo no la tienen que soportar de manera indiviualizada. Este modelo ayuda mucho, pero también hay que reconocer que las tareas agrícolas se realizan en momentos muy puntuales del año, por lo que todos los socios tienen la necesidad de la misma maquinaria, en el mismo momento, y se dan situaciones de no poder dar este servicio a todos, lo que puede generar conflictos. Por este motivo, creemos que el segundo modelo es más adecuado.

Este segundo modelo son las cooperativas para la utilización de maquinaria agrícola (CUMA), donde varios agricultores o ganaderos se asocian con el simple motivo de la compra en común de maquinaria. En este segundo caso, la cooperativa como tal no tiene actividad más allá de la compra de la maquinaria. En este caso, es iniciativa de unos pocos agricultores la compra en conjunto de la maquinaria. Y en este caso, es una herramienta muy útil ya que el número de agricultores no es muy elevado, y entre ellos se pueden organizar para disponer de la maquinaria cuando la necesitan, sin que haya problemas de capacidad suficiente.

Los momentos más demandados siempre son la cosecha, principalmente, y en algunas ocasiones la siembra, aunque poco a poco se va necesitando el resto de actividades como es el abonado o la realización de tratamientos. Esto se debe a que son máquinas de un muy alto coste de adquisición, para su utilización apenas uno o dos meses al año, por lo que la amortización de la maquinaria es muy lenta. Por esta razón, estos equipos son los que más se demandan.

Las nuevas demandas que comentamos sobre el abonado y otras tareas vienen motivadas por un elevado coste de los fertilizantes o de otros productos, así como por la necesidad de realizar una dosificación cada vez más racionalizada, para lo que se necesitan equipos cada vez más novedosos, con tecnología más específica, y esto incrementa el coste del equipo y por ello la necesidad de compra conjunta de la máquina.

Las CUMA son cooperativas agrarias donde al menos cinco agricultores o ganaderos se unen para comprar la maquinaria que necesitan en sus explotaciones. El coste de adquisición y los gastos de reparaciones y mantenimiento se reparten en función de las hectáreas donde las va a utilizar cada uno de los socios. Como comentaba anteriormente, los equipos que se adquieren mediante esta fórmula son principalmente cosechadoras, vendimiadoras, etc. Equipos de un gran coste de adquisición que se utilizan durante un espacio pequeño de tiempo durante el año.

Inicialmente era un modelo que se utilizó mucho, pero poco a poco, conforme los agricultores se van jubilando, las CUMA van desapareciendo ya que es necesario que la conformen al menos cinco socios. Esto es una lástima ya que el modelo es claramente aconsejable. Tanto es así que en otras Comunidades Autónomas no existe el modelo y están intentando impulsarlo. Sin embargo aquí es necesario ver cómo trasladar estos beneficios a la casuística actual de relevo que se está produciendo en el sector agrario de Navarra.

Desde mi punto de vista, el mejor cauce son las CUMA. Este tipo de cooperativas son herramientas para los agricultores, para que no sea necesaria una inversión tan grande como sería si compraran los equipos de manera individual. Además, como he comentado, los equipos cada vez tienen tecnologías más avanzadas, lo que supone un coste cada vez mayor, que no puede ser sostenido por los agricultores de manera individual si no se tienen ayudas o herramientas como esta.

El relevo depende mucho de la zona de Navarra en la que nos fijemos. Por ejemplo, en zonas con regadío donde es posible producir alimentos con un mayor valor añadido, y por ello, donde la rentabilidad de la actividad es algo mayor, hay más relevo. Aunque no todo el que debería, en cualquiera de los casos.

Sin embargo, en zonas de secano, por ejemplo, no hay apenas relevo, y esto va a hacer que no se pueda llevar a cabo la actividad. Esto se debe principalmente a dos motivos; por un lado, la rentabilidad de la actividad agraria, y por otro lado, la visión que se tiene de la propia actividad en la sociedad. Si no se mejora la imagen y no se incrementa la rentabilidad, será dificil que haya relevo generacional en el campo.

"El impacto que está generando la subida de los costes en las cooperativas es principalmente por la parte energética, haciendo que muchas estén pasando por serios apuros"

El impacto que está generando la subida de los costes en las cooperativas es principalmente por la parte energética, haciendo que muchas entidades estén pasando por serios apuros. Pero donde más se está notando este alza de costes y este impacto es en los propios agricultores y ganaderos, quienes soportan ese aumento inmenso de costes y no pueden repercutirlo en sus productos a la sociedad por protegerla del riesgo de pobreza que se podría generar. Sin embargo, ¿cuánto puede mantenerse esto y a costa de quién? Es algo que debe tratarse y dar una solución desde las Administraciones, para proteger una actividad económica tan básica y necesaria como es la agroalimentaria.

Cuesta encontrar mujeres en puestos de responsabilidad en cooperativas, del mismo modo que en empresas mercantiles. El problema de la mujer no está en este sector, sino en la sociedad en general. Cada vez hay más mujeres en puestos directivos en cooperativas, lo que muestra cómo se está evolucionando, del mismo modo que evoluciona la sociedad. No se ve dicha mejora en puestos políticos de cooperativas, porque no hay muchas mujeres que trabajen en el campo. A mi parecer, esto es porque este oficio siempre se relaciona con necesidad de fuerza física, sin embargo, cada vez más está todo automatizado, por lo que espero que, conforme se consiga mejorar el relevo generacional, los y las jóvenes que entren en este sector, serán indistintamente mujeres y hombres.