Asoprovac exige a Bruselas una PAC fuerte que frene la especulación en el mercado de materias primas para alimentación animal
7 de septiembre de 2010
Sin embargo, Asoprovac señala que a diferencia de las mencionadas campañas en las que el incremento de precios se produjo debido a una disminución real de las cosechas, en esta ocasión se da un claro ejemplo de especulación, pues los stocks de cereales en la UE son más que suficientes. A juicio de la asociación se está utilizando la situación y las recientes declaraciones públicas de dirigentes de ciertos países anunciando la reducción de sus exportaciones –Rusia o Ucrania– para provocar una fluctuación de precios que nada tiene que ver con un mercado normal basado en la tradicional ley de oferta y demanda. “La previsible volatilidad de precios solo beneficia a los especuladores y no a los agricultores –que actualmente retienen la mercancía esperando precios mayores–-, de igual manera a como ocurrió en el pasado”, ha declarado al respecto Alberto Juanola, presidente de Asoprovac.
Por ello, desde la asociación exigen una Política Agraria Común fuerte, capaz de dar respuesta a los desafíos del mercado y de controlar los procesos especulativos. Concretamente, Asoprovac insta a los estamentos competentes de la Unión Europea a que lancen un mensaje claro e inequívoco a los mercados acerca de su predisposición inmediata a utilizar el cereal de intervención almacenado en campañas anteriores –más de 6 millones de toneladas de cereales–. “Solo así será posible –afirman sus responsables– cortar de raíz movimientos especulativos que, como se demostró en años anteriores, tantas pérdidas económicas conllevan para los ganaderos, máxime cuando atraviesan ya una situación económica muy ajustada”. Además los productores de vacuno recuerdan que, como la experiencia demostró en anteriores campañas, a medio plazo estos movimientos especulativos son también perjudiciales para los propios agricultores, ya que la desaparición de parte importante de sus primeros clientes –las explotaciones ganaderas –, provoca inevitablemente un descenso en el consumo de sus producciones.