Entrevista a Oriol Oró, director de Fira de Sant Miquel
Si el año pasado unos de los titulares previos a la feria era que el sector del tractor había abandonado Sant Miquel, este es que las aguas han vuelto a su cauce con la firma del acuerdo con el sector el pasado mes de mayo. ¿Con ese problema que marcó la pasada edición solucionado, qué expectativas se tienen para esta edición?
Esta vez el sector del tractor está con nosotros al igual que todo el sector de maquinaria agrícola que da todo su apoyo a una cita importante como Sant Miquel. Lo ocurrido en 2009 fue en cierta medida una experiencia para todos, no del todo positiva por las ausencias, pero que este año ha quedado subsanada con la motivación de todos los expositores de hacer una feria lo más grande posible y con el máximo de proyección. Así lo ha demostrado el hecho que nos hayamos encontrado con problemas de espacio para ubicar a empresas que hasta el mes de septiembre no se han despertado para estar presentes en esta edición.
Lo vivido el año pasado se debió principalmente a la difícil situación del mercado de la maquinaria agrícola. ¿Es una situación que según su percepción directa con las empresas expositoras sigue vigente?
La crisis estalló con fuerza en septiembre de 2008 y el pasado año fue un periodo de shock e incertidumbre. Lo que ha ocurrido es que nos hemos ido habituando a la nueva situación y por los datos que he ido recibiendo, y sin comparar con los años anteriores a la crisis, sí que ha habido una cierta mejora en cuanto el número de operaciones y de movimientos en el mercado de la maquinaria agrícola. Ello favorece el optimismo de las empresas y plantea un futuro próximo más esperanzador. De esta forma, sumando ambos factores, las expectativas son sensiblemente mejores.
A lo largo de los últimos meses Fira de Sant Miquel se ha ido promocionando en otros eventos, acciones enmarcadas dentro del proyecto Plataforma de Eventos Pirineos (PEP). ¿Cómo valora esta colaboración y en qué sentido ha ayudado a que este año haya más representación de fuera de Cataluña?
Se trata de un proyecto que emprendimos en 2008, por lo que ya es el tercer año, y la finalidad que buscaba era expandir nuestras ferias en un ámbito europeo, pero sobre todo próximo. Por ello la colaboración es precisamente con una feria vecina, como es la de Barbastro (Huesca), y dos más en el sur de Francia. La valoración de esta colaboración, tanto institucional como empresarial, solo puede ser positiva, ya que a lo largo de estos años hemos intercambiado distintas empresas de cada una de las instituciones feriales, que han podido desplazarse para promocionarse y conocer nuevos mercados.
A nivel internacional en la pasada edición se mantuvieron los números en cuanto a expositores como a los de países de procedencia. ¿Qué previsiones se tienen para la presente edición?
Nos hemos mantenido en cuanto a número y nombres, tanto en Sant Miquel como Eurofruit, con una presencia importante de empresas que viene hasta aquí porque quiere presentar sus productos en esta región a todas las cooperativas. Se trata de un tipo de cliente muy fidelizado, fundamentalmente de países europeos, y que apuestan por ambas citas para promocionarse.
No debemos olvidar que Fira de Sant Miquel es también un foro muy importante a nivel de jornadas, ponencias, presentaciones, etc. ¿Qué podemos destacar en esta edición 2010?
Seguimos manteniendo la política de estos últimos años de dar la posibilidad a todos los expositores, asociaciones e instituciones relacionadas con el mundo de la agricultura para que utilicen la plataforma Sant Miquel/Eurofruit para debatir las cuestiones más candentes de la actualidad en sus ámbitos de trabajo. Innovación, seguridad, calidad, fitosanitarios, etc., es el abanico de temas que en este Sant Miquel serán tratados un año más con el rigor que se merecen a través de ponentes de primer orden.
Eurofruit llega a su 25ª edición. ¿De qué forma se ha impulsado un Salón que los propios expositores y entendidos consideran que ha ido a menos?
Se ha estado trabajando, sobre todo, en profesionalizar cada vez más este Salón. Eurofruit es un salón muy específico y delimitado en el pabellón 4 del recinto, con lo que solo damos cabida a empresas del sector de la fruta, y en esta edición hemos apostado más que nunca, precisamente con la idea de profesionalizar, por excluir todo aquello que represente una opción comercial más agresiva: calibradoras, fitosanitarios, riego, energía solar, biomasa y las patronales del sector. La apuesta es por profesionalizar más el certamen y dotarlo de más contenido.
¿Sigue siendo Sant Miquel un escaparate atractivo en las circunstancias actuales?
Nos encontramos en una región eminentemente agrícola y se trata de la mayor feria agrícola a nivel estatal del segundo semestre del año, y además es la gran feria de referencia de Cataluña. Sant Miquel es el escaparate para todo tipo de maquinaria agrícola específica para el sector de la fruta, pero también todo lo que complementa la actividad, incluso de otros ámbitos como es la obra pública.