Un siglo de evolución media entre la primera sembradora y el primer tractor multifuncional

Fabricación del tractor 1951 Autoseminatrice, uno de los primeros de la firma que cumplirá 100 años en unos meses.

Año 1910. Giovanni Carraro recibe el ‘Diploma de reconocimiento y mención de honor’ en la Esposizione Agricola de Padua por la primera máquina multifuncional. Con solo 19 años, Carraro, el expositor más joven entre todos los que se presentaron, mostraba su primera creación en su primer taller en Campodasergo. Transcurridos 15 años, inició una producción en serie de las sembradoras GC ‘1400’ y GC ‘1700’ que desempeñaron un papel clave en la expansión de la superficie cerealista entre las dos grandes guerras. La creación por antonomasia de Giovanni, la primera autosembradora vería la luz en 1951. Se sustituyó así la tracción animal por el motor de explosión. Tres años después, Antonio, uno de sus seis hijos, tuvo la intuición de diseñar un tractor multifuncional, entonces inexistente en el mercado. En 1956, Giovanni Carraro se equipó con una oficina técnica propia, para así desarrollar las funciones de sembradora y tractor agrícola. En esa época, se lanzó ‘Universal’ tractor completo con sembradora y barra de siega. Transcurridos dos años, se expuso el primer prototipo de tractor real de la marca Giovanni Carraro, el ‘Carraro 23’, en la feria de Verona. El año 1959 marcó una de las etapas clave en la empresa, cuando los hijos del fundador se dividieron y crearon dos sociedades distintas. Por un lado, la ‘Officine meccaniche Giovanni Carraro di Oscar e Mario Carraro e Fratelli Sas’, hoy en día ‘Carraro spa’, especializada en la fabricación de ejes para tractores, y la ‘Carraro Antonio di Giovanni’, actualmente ‘ Antonio Carraro Spa’, que optó por una producción de tractores compactos de cuatro ruedas motrices iguales, adoptando como insignia de la marca la figura de los ‘cuatro caballos Rotantes’. Se trata de un simplegma persa símbolo de fertilidad, salido de un escrito del 1500, y que representa todavía el logo de la compañía.

A pocos meses de celebrar sus 100 años de vida, algunas anécdotas perfilan una idea aproximada de la filosofía Carraro, que ha sabido rodearse de profesionales volcados en la maquinaria agrícola. Directivos como Pier Claudio Massarotto, actualmente director del departamento de investigación y desarrollo, y cuya experiencia en la empresa se remonta a 30 años atrás. O Giorgio Ceccato, hijo de Sergio Ceccato, uno de los primeros empleados de Antonio Carraro como jefe de área histórico para la fábrica. Tal y como rememora el presidente de la firma, lo descubrió en el campo de la Riviera del Brenta. Era colono y desde los 13 años conducía tractores. Antonio Carraro, que lo había conocido en una feria y había observado su pasión por las máquinas agrícolas, no lo dejó escapar. Un día se acercó a la plantación en la que trabajaba con una sembradora y le dijo: “Mañana te espero en fábrica”. El cuartel general de la fábrica Antonio Carraro ha sido, desde siempre, la sede operativa, comercial, productiva y de investigación y desarrollo situada en Campodarsego (Padua). En la actualidad, la empresa Antonio Carraro cuenta con su tercera generación al frente del negocio.

Tras este ‘flashback’ hacia los orígenes de la firma, y de vuelta a la actualidad, cabe destacar que Antonio Carraro fabrica unas 5.000 unidades anuales. La producción se lleva a cabo en una fábrica de 120.000 metros cuadrados, de los que 40.000 albergan lo último en líneas de producción. En cuanto a filiales comerciales, la marca Carraro dispone de seis en todo el planeta: Barcelona para el mercado español, Taren Point para el australiano, Napa (California) situada en los Estados Unidos, Santiago (Chile) para toda Sudamérica, Lognes para el mercado francés, y la más reciente, que abre nuevas vías para el mercado turco, en ACAnadolu con sede en Estambul.

En materia de recursos humanos, de los 400 empleados que trabajan para esta compañía, 35 forman parte del departamento de I+D, al que se destina el 8% de la facturación. Este departamento, inaugurado en 1973, se relaciona con los principales institutos universitarios europeos para proyectos de innovación tecnológica y de diseño. En el año 2008, la empresa facturó 78 millones de euros. Hoy en día, Antonio Carraro lidera el mercado italiano de tractores con una cuota del 10%, mientras que conserva la segunda posición en el segmento de tractores compactos en Europa, con una cuota del 15%. Un siglo después de su fundación, Antonio Carraro se configura como una marca consolidada en el sector que celebrará su centenario coincidiendo con el certamen Eima, el próximo 10 de noviembre.