La eficiencia en gestión del agua para tareas agrícolas es superior en España que en la OCDE
18 de marzo de 2010
Según un informe publicado el pasado día 16, se empleó un -9% de agua por hectárea de regadío durante los periodos 1990-92 y 2002-2004, en el país. Sin embargo, este descenso fue menor, un -7% de media en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Por tanto, En España se utilizó menos agua para regar una superficie destinada a riego que creció un 12%, hasta alcanzar los 3,78 millones de hectáreas. Mientras, en los 30 estados miembros de la organización, el aumento fue de un 8% hasta lograr los 54,808 millones de hectáreas. Así lo confirma el informe de la OCDE 'Gestión sostenible de los recursos hídricos en la agricultura'. En cuanto a las reducciones del volumen de agua por hectárea de regadío, superiores a las españolas, cabe citar algunos países donde el riego forma parte de la base de la producción agraria. Por ejemplo, Australia con una disminución del 45% y una superficie de 2,49 millones de hectáreas de regadío en el año 2002. O Francia, con 2,611 millones de hectáreas y una reducción hídrica de -17%. O el -12% de México para una superficie destinada a regadío de 6,313 millones de hectáreas. Menores fueron los progresos en eficiencia del uso del agua en otros países como Estados Unidos, con un -7% de reducción, y 22,543 millones de hectáreas de regadío (+8%). Incluso, en algunos países se produjeron retrocesos en lugar de avances. Algo que sucedió, sobre todo, en estados que incrementaron de forma muy significativa su superficie de regadío: Turquía la elevó en un 33% en el periodo mencionado hasta 5,215 millones de hectáreas, mientras que el consumo medio de agua por hectárea subió un 39%. Esa tendencia al 'despilfarro' de agua, también se constató en Grecia, con una expansión del 24% de la superficie para riego, hasta 1,48 millones de hectáreas, y del 8% en el gasto de agua por hectárea. Algo similar, aunque en menor medida, sucedió en Canadá: con un 20% más en la superficie de regadío y un 1% más en el consumo relativo de agua.
Durante el promedio 2002-2004, la agricultura suponía el 44% del consumo de agua en la OCDE, con un aumento de un 1%, equivalente al de otros usos. El porcentaje era mayor en los países en los que el regadío ejerce mucho peso. Por ejemplo, Grecia (87%), México (77%), Turquía (75%), Japón (66%), España (60%), Portugal (59%), Nueva Zelanda (57%) y Corea del Sur (55%). En términos relativos, los mayores incrementos en gasto de agua para fines agrarios se dieron en Turquía (84%), Nueva Zelanda (76%), Grecia (33%), Corea del Sur (14%), España (4%), Reino Unido (4%), Francia (3%) y Canadá (3%). En el lado opuesto, se redujo el uso de recursos hídricos para tareas agrícolas en la República Checa (-75%), Eslovaquia (69%), Dinamarca (54%) y Holanda (-50%).