Segués muestra sus posibilidades en el procesado de frutos secos
Maquinaria Agrícola Segués reunió a un centenar de profesionales en la tercera edición de sus Jornadas Técnicas y demostrativas de frutos secos.
Los asistentes se mostraron muy interesados con los productos presentados.
Los cultivos de alto valor constituyen una alternativa de valor creciente para los agricultores españoles. La expansión vivida durante la segunda década del siglo XXI se pone de manifiesto en el medio millón largo de hectáreas destinadas a ellos, una superficie cada vez más extensa y que contrasta con la dedicada a la agricultura extensiva.
Se han consolidado, por tanto, como una alternativa para los agricultores, pero también lo son para los fabricantes de maquinaria agrícola, toda vez que en los próximos años irán entrando paulatinamente en producción las muchísimas hectáreas plantadas en el último lustro.
La primera parte del día se centró en las conferencias protagonizadas por expertos que abordaron asuntos que suscitaron gran interés entre los asistentes. Xavier Miarnau, ingeniero agrónomo del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (IRTA), centró su intervención en el almendro, con un recorrido prolijo por la geografía nacional, con imágenes de las principales zonas donde está presente, valorando las posibilidades que ofrece en términos agronómicos.
Íñigo Vargas Pando y Xavier Miarnau.
La ponencia del también ingeniero agrónomo Íñigo Vargas Pando, del grupo Crisolar, que engloba a unos 20.000 productores con 120.000 ha de almendro, insistió en este cultivo, pero desde otra perspectiva. Subrayó el liderazgo de Estados Unidos (California) con un 80% de la producción global y el protagonismo creciente de España, que se acerca al 5%. Destacó que el consumo mundial se ha disparado, lo que ha elevado con fuerza la demanda hasta situarse en niveles similares a los de la oferta.
La última intervención corrió a cargo del secretario general de la Asociación Nacional de Maquinaria Agropecuaria, Forestal y de Espacios Verdes (ANSEMAT), a la que pertenece Segués. Ignacio Ruiz amplió el campo de visión a los cultivos de alto valor, entre los que incluye los frutos secos, y a los que otorga unas grandes posibilidades de negocio presente y futuro. Su expansión durante la década anterior fue tal que ya se supera el medio millón de hectáreas en España, con tendencia a seguir al alza, y el 80% de los ingresos de la producción vegetal procede de estos cultivos.
Respecto al mercado, el directivo advirtió de que las subvenciones directas a la compra de maquinaria no incentivan la inversión. Únicamente en los equipos arrastrados y suspendidos observa que sirvan para una mejora tecnológica, lo cual no sucede en tractores y equipos autopropulsados.
Ruiz se apoyó en una serie de gráficos y datos para explicar cómo en España se invierte más en mejora de las explotaciones que en maquinaria y animó a los agricultores y fabricantes de maquinaria a aprovechar la oportunidad que ofrecen los cultivos de alto valor. Más escéptico se mostró con el proceso de digitalización que, a su juicio, debe realizarse en función de cada cultivo.
Rastrillo para formación de hileras de producto en el suelo facilitando la recolección.
Demostraciones
La segunda parte de la jornada deparó la entrada en escena de algunas de las máquinas que Segués dispone en su amplio catálogo para el procesado de los frutos secos tras su recolección.
Los asistentes tuvieron la oportunidad de observar de cerca su funcionamiento, analizando cada detalle y fase de los distintos trabajos realizados, con la posibilidad de plantear a los técnicos cualquier tipo de duda sobre el funcionamiento o el rendimiento.
Las máquinas recolectoras se adaptan a todo tipo de frutos secos, como castañas, avellanas, almendras, nueces, etc. Sus pequeñas medidas facilitan el uso con tractores compactos de potencia baja. Para la recogida del fruto se ayuda del aspirador mientras el tubo flexible de aspiración tiene una longitud remarcable para permitir trabajar también en zonas de difícil acceso.
Limpiadora. Es la máquina adecuada para la separación precisa de frutos secos y otros elementos, como piedras, hojas, trozos de madera… Diseñada para adaptarse a distintos tipos de explotaciones, es una alternativa recomendada para trabajar el producto recogido con máquinas semiautomáticas.
Separadora de pistachos mediante una turbina de aire. Máquina diseñada para realizar el trabajo de separación de los pistachos llenos de los vacíos y poder sacar más rendimiento en el resultado final del producto.
Rompedora de almendras con la separadora de la cáscara de la pepita. Rompe las almendras mediante un rodillo conoidal de hierro fundido ajustable con una serie de cuchillas que giran contra la jaula rotacional en sentido contrario. Los fragmentos de cáscara y el fruto emergen del rodillo por una jaula ajustable especial. Una vez el producto ha pasado por la tolva vibrante con 4 cribas perforadas de diferentes formas y tamaños siendo estas las encargadas de separar el fruto de la mezcla. Se completa con un campo de succión que permite la eliminación de polvo y fragmentos de cáscara de pequeño tamaño a la salida del producto. A posteriori la misma rompedora – separadora haciendo unos pequeños ajustes y cambiando las diferentes cribas se trabajó con avellanas. La rompedora también trabaja con nueces.
Cinta transportadora y de clasificación, elevador vertical y de cangilones, transportadores neumáticos.
Calibradora de pepita para almendras y avellanas. Se puso en marcha una vez terminado con la separación de la cáscara y pepita. La misma máquina con pequeños ajustes y un cambio de tamices separa diferentes tamaños de pepita, el polvo y los pequeños trozos que puedan quedar de cáscara o de algún que otro residuo.
Garrapiñadora semi profesional. Para finalizar, las almendras y avellanas recién pasadas por la calibradora la pudieron degustar los asistentes gracias a esta máquina. Aparte de poder envasar el resultado con una envasadora semiautomática.
Interés creciente por los frutos secos
Ramón Segués se mostró muy satisfecho con la jornada. “No esperábamos tanta gente, que además se ha mostrado muy interesada en los frutos secos”. El gerente de la empresa organizadora ha comprobado cómo en los últimos años “está creciendo” el número de agricultores interesados “en un principio en el cultivo de la nuez, posteriormente en la almendra y avellana. En este momento se está viviendo una fuerte expansión en pistacho”.
Estas nuevas tendencias exigen a un fabricante como Segués mantener un alto nivel de desarrollo para adaptar su oferta a las necesidades del mercado. “Nosotros entramos a partir de que el agricultor ha recogido el producto y nos ocupamos de los procesos de secado, almacenamiento, separación de cáscara de pepita, tratamiento de la pepita, repelado, troceado, envasado… hasta llegar al consumidor final”.