Cajamar advierte que la campaña hortícola cae un 2,2% en producción y un 4,5% en valor
24 de noviembre de 2009
Según el análisis elaborado por la Fundación Cajamar, la campaña agrícola 2008/2009 arrojó un descenso en la producción bajo plástico del 2,2 por ciento mientras que la caída del valor comercializado fue de un 4,5 por ciento. El estudio muestra que los costes medios por hectárea apenas han experimentado cambios del 0,2 por ciento respecto a la temporada anterior.
La publicación puntualiza que el sector agrícola almeriense consolidó la lucha biológica, sobre todo en pimiento, hasta llegar a alcanzar las 16.500 hectáreas, al tiempo que destaca las “importantes” iniciativas en favor de la concentración que “se fortalecerán con toda probabilidad por la dureza de la crisis económica”.
El estudio considera a las “suaves temperaturas y las lluvias” los causantes de la menor producción, aunque haya crecido la superficie cultivada bajo plástico. Los mayores incrementos los registraron la berenjena, la sandía y el pimiento, mientras que se redujo el área dedicada al melón y la judía verde. Finalmente, la producción de esta campaña fue de 2,7 toneladas, de las que más de 898.000 fueron de tomate. En cuanto al valor de la producción comercializada, se movieron 1.321 millones de euros. En opinión de fuentes de la Fundación Cajamar, se produjo un “deterioro” de la rentabilidad de las explotaciones en las que sólo conservaron la estabilidad la berenjena, el pepino y el calabacín. La demanda externa absorbió el 56,5 por ciento de la producción, aunque se vendió un -2,6 por ciento comparada con la anterior campaña agrícola. Por productos, el descenso más signifcativo en exportaciones lo experimentó el tomate, cuya colocación en mercados extranjeros se redujo en un 11 por ciento. Alemania, Francia, Holanda y Reino Unido acusaron este descenso que no se compensó con la adhesión de nuevos países a la Unión Europea. Fuera de este continente, las transacciones exteriores consolidaron la tendencia a la baja que se repite por tercer año consecutivo.
De cara al futuro, la Fundación Cajamar considera “imprescindible” que las empresas accedan a la información sobre el comportamiento de los consumidores 'de primera mano', mediante acuerdos con las cadenas y estrategias de venta directa. En esta línea, el empresario agrícola debe plantear su explotación como una empresa, en la que las ganancias de productividad serían el “elemento director” de la actividad.