El próximo 28 de octubre, la Comisión Europea (CE) aprobará la adjudicación de ayudas estatales de un máximo de 15.000 euros por agricultor o ganadero, y así paliar los efectos negativos de la crisis financiera, acentuada en sectores como el lácteo. El ejecutivo comunitario aumentará el tope de primas, conocidas como 'ayudas de minimis', que un país asigna a los productores y no debe justificar a Bruselas. Actualmente, ese techo se sitúa en 7.500 euros por explotación durante un periodo de tres años. Se trata de una de las medidas anunciadas por la comisaria europea de Agricultura, Mariann Fischer Boel, destinada sobre todo a los productores de leche, aunque beneficiará a todos los sectores agrícolas y ganaderos. Sin embargo, desde España, el gobierno central ha hecho público su desacuerdo con esta medida. Según el ejecutivo español, la aprobación de esta asignación conlleva el riesgo de “nacionalizar” la Política Agrícola Común (Pac) y que se generen desigualdades entre los productores de cada país.
Hoy en día, agricultores y ganaderos están excluidos de las reglas de la Unión Europea (UE) sobre ayudas de estado con carácter temporal para empresas en dificultades a causa de la crisis, que prevén un desembolso máximo de 500.000 euros por compañía. Por ello, la CE anunció la propuesta de elevar a los 15.000 euros el límite de ayudas estatales autorizadas para frenar la falta de liquidez en este sector como consecuencia del panorama financiero.