El IRTA adquiere un cromatógrafo de alta sensibilidad para lograr una mayor seguridad alimentaria y calidad medioambiental
El centro del IRTA de Sant Carles de la Ràpita ya dispone de este nuevo equipo en su laboratorio de química. “Este cromatógrafo nos permite hacer analíticas mucho más sensibles a las que hasta ahora no teníamos acceso, y procesar un elevado número de muestras con un mínimo tratamiento y manipulación, así como el desarrollo de métodos multi-análisis, para el análisis simultáneo de diferentes clases de sustancias”, nos cuenta María Rambla, responsable del laboratorio de toxinas marinas y contaminantes del IRTA de Sant Carles de la Ràpita. Técnicamente se trata de un cromatógrafo acoplado a espectrometría de masas en tándem de alta sensibilidad (UPLC-MS / MS).
En este laboratorio del IRTA ya se vienen realizando analíticas para el control de toxinas en bivalvos así como de toxinas emergentes. Pero en la realidad actual se empiezan a detectar nuevas toxinas que antes no estaban presentes. Tal es el caso de la tetrodotoxina, una neurotoxina presente en los peces globo (una especie invasora que ya se ha detectado en el litoral catalán) o de la ciguatoxina presente en algunos peces. “Estas son toxinas muy potentes y, por ejemplo, en el caso de la tetrodotoxina, se recomiendan unos límites de detección muy bajos de 4 mg TTX/kg, lo que hace necesario disponer de aparatos mucho más sensibles para detectarlas”, señala Rambla.
Las aplicaciones de este nuevo cromatógrafo, además del de la detección muy precisa de las nuevas toxinas emergentes, también las tiene en la detección de contaminantes medioambientales emergentes, fármacos citostáticos, compuestos antioxidantes, etc., analíticas que permiten garantizar la seguridad alimentaria de los consumidores y el control medioambiental. Además, disponer de un aparato de estas características impulsará la colaboración con otras instituciones nacionales e internacionales, y ampliará la capacidad de los grupos investigadores en sus investigaciones.