La agricultura, una de las profesiones más peligrosas de Europa
La actual crisis del COVID-19 ha puesto de manifiesto la dependencia de la sociedad de la cadena de alimentos situando a la agricultura como un sector esencial y estratégico. A si lo entiende la Unión Europea en su estrategia ‘De la granja a la mesa’, presentada por la Comisión Europea presentada el pasado 20 de mayo de 2020, que prevé una serie de iniciativas legislativas y no legislativas que la Comisión presentará en los próximos años. Tradicionalmente, el sector agrícola tiene una de las tasas de accidentes más altas de Europa, con muchos trabajadores mal protegidos por la normativa de seguridad y salud en el trabajo, expuestos a los crecientes riesgos derivados del cambio climático.
Un sector con graves problemas de seguridad y salud en el trabajo
La agricultura y la silvicultura se encuentran entre las profesiones más peligrosas de Europa, con un alto nivel de accidentes, que afecta a la sostenibilidad y la viabilidad del sector. 500 muertes anuales durante últimos 10 años, y en 2017 más de 150.000 accidentes no mortales según Eurostat (2017), cifra que podría ser mucho mayor ya investigaciones recientes indican que existe una importante infradeclaración de accidentes mortales y no mortales en el sector agrícola y forestal en toda Europa.
Según el informe(1) ‘The future of agriculture and forestry: implications for managing worker safety and health’ —‘El futuro de la agricultura y la silvicultura: repercusiones en la gestión de la seguridad y la salud de los trabajadores’—, de la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo (EU-OSHA), la salud de los agricultores es una cuestión clave en el sector. Este informe recoge una serie de riesgos en materia de seguridad y salud en el trabajo que afectan a los trabajos relacionadas con el cultivo, el cuidado y la explotación de los bosques y los montes. Los riesgos relacionados con los plaguicidas, los trastornos musculoesqueléticos, las zoonosis, el cáncer de piel y el estrés y los problemas psicosociales son los más importantes, señalando los relacionados con la evolución digital y el cambio climático como emergentes.
Un sector en transición: el reto de la digitalización
Sin embardo, la situación actual dista mucho de esta meta, ya que según una encuesta OCDE, la intensidad digital en el sector de la agricultura, la silvicultura y la pesca es ‘baja’, siendo la agricultura entre otros nueve sectores el cuarto menos avanzado de todos los sectores. Dato que confirma McKinsey(2), situando al sector agrícola europeo, como el segundo por la cola de todos los sectores industriales en términos de digitalización.
Riesgos emergentes relacionados con la evolución digital y el cambio climático
El informe examina una serie de posibles riesgos emergentes, destacando los relacionados con la evolución digital en el sector y los derivados del cambio climático, recomendando para afrontar con éxito los futuros retos en la seguridad y salud en el trabajo del sector:
- Integrarlos en el desarrollo y el diseño de las nuevas tecnologías agrícolas digitales, de precisión e inteligentes.
- Adaptar las técnicas de evaluación de riesgos y la formación en materia de seguridad y salud teniendo en cuenta las nuevas tecnologías.
- Fomentar activamente el uso de la tecnología para mejorar la seguridad mediante el uso de sensores inteligentes y EPI inteligentes.
- Adaptar la evaluación de riesgos, el diseño del lugar de trabajo y las iniciativas de concienciación para tener en cuenta las circunstancias del cambio climático, garantizando que las evaluaciones de riesgos respondan a las condiciones ambientales a veces extremas que pueden cambiar de un momento a otro del año.