Verdtech diseña un sistema exclusivo de riego eficiente
Se trata de utilizar la información para trabajar en un nuevo concepto de agricultura preventiva, detectando los problemas antes de que ocurran. Para ello se utiliza el dendrómetro Plantsens, patentado por Verdtech, como indicador de riesgo y peligro en relación a la fisiología de la planta, analizando la tendencia de la misma en base al análisis de los registros TDV (variaciones del diámetro del tronco) suministrados por el dendrómetro: MCD (Máxima Contracción Diaria), CD (Crecimiento Diario) y RD (Recuperación Diaria). El análisis de estas tendencias mediante alarmas parametrizables para clima, suelo y planta, basadas en la rapidez de respuesta de los índices derivados de TDV frente al estrés hídrico, permiten al agricultor tomar decisiones con más información, y por lo tanto, realizar una programación preventiva del riego.
Se parte de la hipótesis (ya parcialmente demostrada en los estudios realizados en 2008) que la dendrometría es un indicador de la tasa de transpiración y de actividad fotosintética. La idea de la metodología es que para cada proceso el agricultor tenga un objetivo de tasa de CD, basado en su propia experiencia (su propio histórico de años) o en los estudios científicos para poder establecer las referencias de las variables críticas vinculadas a experiencias positivas o negativas en la finca.
El dendrómetro es un indicador de fotosíntesis. Su función es a la planta como la de un electrocardiograma al ser humano. Ha sido creada para diagnosticar el estado hídrico de la planta en cada momento y, así, poder entender cómo le afecta el clima y el nivel de agua en el suelo. Para ello se colocan sensores (4-6 por cada variedad en dos zonas diferentes de contraste) que registran la información y, mediante radio o GPRS, envían los datos a los técnicos agrícolas que los cotejarán con sus expectativas. El precio de cada dendrómetro instalado asciende a unos 500 euros.
Prevenir el estrés de las plantas a causa de la falta de agua es la finalidad del dendrómetro, y dentro del proyecto Ecosat se está asentando la base científica de su utilización en cítricos, olivo y viñedos. “Con nuestra metodología hemos planteado el primer sistema de riego que utiliza datos objetivos de planta, clima y suelo medidos con sensores, práctica que tradicionalmente se ha realizado a ojímetro, de un modo intuitivo”, explica Rafael Álvarez, gerente y fundador de Verdtech.
En el proyecto Eecosat son socios Verdtech, la Fundación Caja Rural y ww/f Adena y está cofinanciado por la Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA), la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía (Idea).
Para validar y dar una base científica a esta metodología la empresa ha estado colaborando con organismos de investigación desde sus comienzos. Un ejemplo es su participación en un proyecto financiado por la Grape and Wine Research & Development Corporation (Loveys y col., 2005) y el proyecto de I+D+I denominado “ECOSAT: Metodología de gestión de información agrícola para mejorar la rentabilidad y sostenibilidad”, en el que participan centros de investigación como el Irnas, CSIC, Universidad de Huelva, IFAPA, UPNA, UPM y el Cemagref francés.
Para Álvarez, la ventaja principal de este dispositivo “es que hace saltar una alarma hasta siete días antes de que la planta muestre síntomas de estrés”. De este modo se evitan errores en la gestión que pueden costar mucho dinero. Además se ha demostrado que ahorra agua y consigue cosechas de mayor calidad.
Por ahora, este método se está aplicando en olivares, campos de cítricos y viñedos, dentro del territorio español. En Estados Unidos se les une, además, en nogal y ciruelo y viñas en Napa. En el caso del olivo se está reduciendo hasta en un 50% la cantidad de agua empleada, logrando un aumento del rendimiento graso y el número de litros de aceite por hectárea. Los cítricos, en cambio, enmarcan su ahorro entre el 25 y el 30%, pero con mejoras en calibre de los frutos. En la viña se están resolviendo importantes problemas de calidad, como el del PH del mosto producido por la degradación de los ácidos de la uva por estreses de la planta durante la maduración. En un futuro próximo, la empresa pretende expandir su área de acción hacia Australia y Sudáfrica, productores de vino. Asimismo, cuentan con un proyecto en Marruecos.
La fase actual del proyecto Ecosat consiste en validar científicamente y en la práctica esta metodología de trabajo. En esta operación colaboran 14 empresas repartidas por todo el país, de las que dos tercios son andaluzas.
El 29 de junio se ha celebrado el congreso Ecosat en la sede de la Fundación Caja Rural, en Sevilla, con el objetivo de “explicar el reciente lenguaje científico que hemos desarrollado y los resultados del proyecto a nivel nacional”, apunta Álvarez. Por ello, no será hasta 2010 cuando tenga lugar la versión internacional del simposio.
El remate de este plan está fijado para finales de 2009, momento en el que el Centro Tecnológico de la Agroindustria (Adesva) lo verificará e iniciará su promoción colaborando activamente con Verdtech en poner en marcha nuevos proyectos prácticos con empresas que comenzarán a implantar esta novedosa metodología.
¿Qué es Adesva?
Adesva es el Centro Tecnológico de la Agroindustria y está integrado en la Red de Espacios Tecnológicos de Andalucía (Reta), asociación sin ánimo de lucro, constituida a iniciativa de la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa para fomentar la I+D+I en las empresas andaluzas.
Su propósito es atender las necesidades tecnológicas de las empresas del sector agroindustrial y fomentar la cooperación interempresarial y la transferencia de tecnología para mejorar la capacidad competitiva de este sector, estratégico de la economía andaluza. La I+D+I es una de sus prioridades. Desde su fundación, hace más de un año, colabora en 30 proyectos de esta índole que movilizan una inversión de casi 26 millones de euros. Entre ellos está un proyecto de Fondos Tecnológicos de olivar, que comienza este año y promueve con 6 empresas la empresa Verdtech, Adesva y el Ifapa de Córdoba.