Fertilización de un cultivo de haba con compost procedente de residuos urbanos: Urbabono
Diseño del ensayo
La investigación se realizó en el Departamento de Medio Ambiente y Agronomía del INIA. El ensayo se llevó a cabo en invernadero utilizando macetas de 12 L en las que se incorporaron dos tipos de suelos (arenoso (92% arena) y arcilloso (35% de arcilla y 37% de limo) con diferentes tratamientos: control (sin ningún tipo de fertilización), fertilización mineral (N-P-K) y fertilización orgánica (Urbabono). Todos ellos repetidos tres veces para un total de 18 macetas.
El Urbabono procede de una planta de tratamiento de compostaje de residuos en la que opera la empresa Urbaser S.A. En esta planta la fracción orgánica sigue un proceso de compostaje, maduración y afino, imprescindible para obtener una buena calidad de compost.
La fertilización se ajustó en base a la demanda esperada del cultivo y consistió en 2 g/maceta de triple 15 N-P-K (equivalente a 62,5 kg/ha de N) y de 115 g/maceta de compost (20 T/ha y una dosis equivalente de 70 kg/ha de N), como abonado de fondo antes de la siembra del haba. Se midieron las propiedades físico-químicas y las concentraciones de los distintos nutrientes para el Urbabono así como para las condiciones iniciales y finales de los distintos suelos. Además se realizó un bioensayo de fitotoxicidad basado en la germinación para comprobar la toxicidad de los tratamientos ensayados.
El haba de la variedad 'Claro de Luna' se sembró a finales de octubre de 2019 con 4 semillas por tiesto (en dos líneas de 2 semillas/línea) (Foto 1). Durante el tiempo que duró el ensayo se regaron los tiestos según demanda del cultivo, tratando de mantener cada tiesto en torno al 60% de su capacidad de retención de agua (Foto 2). Se realizaron controles de crecimiento desde los meses de noviembre a marzo y la recolección se empezó en abril obtenido el resultado de biomasa seca a finales de mayo (Foto 3).
Foto 1. Siembra del haba en suelo arenoso (izq) y arcilloso (dcha).
Resultados
Los resultados mostraron que la materia seca acumulada (tallo, vainas y semillas), el tratamiento fertilizado con Urbabono presentó mayor biomasa tanto en suelo arenoso (99,51 kg/ha) como arcilloso (110,83 kg/ha), así como el rendimiento en grano con 30,54 y 46,06 kg/ha en suelo arenoso y arcilloso respetivamente. Reforzando este efecto, se observa como el tratamiento con Urbabono mejoró la concentración de nitrógeno en grano (3,68% de media) respecto al tratamiento de fertilizante sintético (3,59% de media) y respecto al no fertilizado (3,30%). Este contenido de nitrógeno más alto será propenso a dar lugar a tener haba con contenido en proteína más alto y con mejor calidad. El tratamiento con Urbabono en suelo arcilloso obtuvo mayor porcentaje en proteína (23,17%) seguido de del Urbabono en suelo arenoso (22,88) (Tabla 1).
Por último, una de las mayores críticas que reciben este tipo de fertilizantes es el aporte de otros micronutrientes y metales pesados. En este caso, ni los análisis del grano ni los del suelo muestran diferencias importantes en ninguno de los compuestos analizados (no presentado).
Por tanto, este compost Urbabono podría considerarse como una posible alternativa en un cultivo de haba tanto en suelo arenoso como arcilloso, que no sólo no perjudica el balance nutritivo o el rendimiento, sino que además es capaz de mejorar la calidad del grano.
Agradecimientos
Este estudio se realizó gracias al trabajo desarrollado entre INIA-URBASER S.A. y financiado por la empresa URBASER S.A y 'Structural Funds 2014-2020 (ERDF y ESF)” y “CAM (proyecto AGRISOST-CM S2018/BAA-4330).