Agricultura sostenible: balance de nutrientes para un sistema integrado de diagnóstico
22 de mayo de 2009
Actualmente existe una gran preocupación por los problemas medioambientales que pudieran derivarse de un mal uso de los fertilizantes. Desde todas las instituciones europeas y nacionales, en línea con los principios de Desarrollo Sostenible, se está instando a los agricultores a hacer un uso correcto de los fertilizantes e incluso, en las zonas designadas como 'Vulnerables', se exige la puesta en práctica de una serie de principios de actuación que minimicen el impacto ambiental derivado de la fertilización. A pesar de que el Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino ha establecido una metodología oficial de análisis de suelo-agua-planta, no existe una metodología oficial de interpretación de esos datos y en consecuencia de aplicación de fertilizantes por cultivos y comarcas agrícolas. El propio ministerio, en su Libro Blanco, reconoce la 'falta de un procedimiento de carácter general que oriente a los agricultores sobre el uso racional del abonado'... a través del 'mejor conocimiento de las características de los suelos, estableciendo las recomendaciones de abonado de ámbito comarcal...’. Por otra parte, las Comunidades Autónomas han publicado los correspondientes Códigos de Buenas Prácticas Agrarias, que en las zonas en las que son de obligado cumplimiento, limitan la aplicación de fertilizantes nitrogenados en las formas y momentos determinados en cada caso.
También los sistemas de producción integrada (P.I.) que se están desarrollando tanto a nivel comunitario como nacional, contemplan como práctica previa al abonado, el análisis suelo-agua-planta de manera que se determinen las necesidades de nutrientes en cada caso. A pesar de todo lo expuesto, la responsabilidad final sobre el uso de fertilizantes recae sobre los propios agricultores. Históricamente, empresas como Fertiberia ha ofrecido de manera gratuita a sus clientes, un servicio de asesoramiento técnico a través de su Servicio Agronómico, consistente en la determinación de las dosis de abono adecuadas para maximizar sus rendimientos y minimizar los riesgos medioambientales utilizando como base los resultados de los análisis de suelo-tierra-agua realizados por su Laboratorio Agronómico. Con la idea de perfeccionar y automatizar este sistema de recomendación, que habitualmente se venía realizando desde el Servicio Agronómico de Fertiberia, se ha desarrollado un programa informático en colaboración con las universidades Miguel Hernández de Elche, Alicante, Politécnica de Valencia y el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (Cebas-CSIC), que permitirá incorporar a la experiencia del Servicio Agronómico de Fertiberia, la aplicación de los más novedosos sistemas de diagnóstico en el ámbito del tratamiento estadístico e interpretación de los análisis de suelo, agua y vegetales, lo que ha exigido una importante tarea de investigación agronómica que se ha desarrollado en el marco de este proyecto y que a día de hoy ya es extensivo a numerosos cultivos. La implementación de esta solución informática basada en las tecnologías de la información y comunicación, permitirá realizar un asesoramiento a los agricultores españoles sobre una optimización de la fertilización y una contribución práctica a una agricultura sostenible, respetuosa con el medio ambiente y competitiva económicamente.
Una contribución práctica para la agricultura sostenible
La implementación de la solución informática Siddra está basada en las tecnologías de la información y comunicación, y permitirá realizar un asesoramiento a los agricultores españoles sobre una optimización de la fertilización y una contribución práctica a una agricultura sostenible, respetuosa con el medio ambiente y competitiva económicamente, teniendo siempre como referencia los resultados analíticos.
La integración de estas técnicas, se basa en establecer un valor de referencia para un nutriente o bien un valor de referencia para la relación entre uno o varios nutrientes, según la tabla de interpretación que tomemos. De forma que cuando el análisis del laboratorio informe de la concentraciones de nutrientes en hoja o en suelo, se identifique y cuantifique el desequilibrio nutricional de la planta y el programa por defecto nos recomiende el momento optimo de aplicación, la forma de hacerlo, la formulación química más adecuada y el óptimo (mínimo necesario) aporte mineral que tendremos que realizar para corregir ese posible desequilibrio nutricional y asegurarnos la cosecha esperada. De esta forma nos aseguramos aumentar la eficiencia de los medios de producción de una manera sostenible, siendo respetuosos con el medio ambiente.
Mediante el programa Siddra se han conseguido los siguientes objetivos:
- Integración de los distintos sistemas de interpretación de la nutrición vegetal, análisis de tierra, análisis de agua y análisis foliares.
- Integrar todos los conocimientos sobre fertilización de los que dispone Fertiberia, acumulados a lo largo de los años, para poder elaborar tablas actualizadas de interpretación de los suelos.
- Establecer una metodología para la interpretación de los análisis foliares de los distintos cultivos, empezando con los más comunes y continuando en años venideros con otros cultivos, pudiendo particularizar tanto por variedad en cultivos herbáceos como por variedad y patrón en cultivos leñosos, además de poder diferenciar un cultivo tanto a nivel provincial o comarcal.
- Establecer un periodo concreto para llevar a cabo la toma de muestras foliares y que éstas sean representativas, es decir, con niveles de nutrientes lo más estables posible para que el diagnóstico sea totalmente fiable.
La optimización en la toma de decisiones
El programa tiene como finalidad aportar mejoras a la hora de realizar una recomendación de abonado, que sus resultados sean más precisos para tomar decisiones referidas a la nutrición del cultivo, consiguiendo de esta forma evaluar, optimizar y recomendar de la forma más sostenible para el medio ambiente, con la consiguiente mejora de la rentabilidad de explotación agrícola estudiada.
Para obtener los valores referenciales se han realizado cerca de 10.000 análisis de vegetales, de suelos y de aguas de los cultivos más relevantes en las principales zonas agrícolas de España. Las muestras se han tomado en aquellas fincas en las que los cultivos presentan un estado nutricional óptimo y que, por tanto, pueden ser tomadas como referencia para valorar el estado del resto de las explotaciones de la zona. Los resultados analíticos se tratarán estadísticamente con el objetivo de obtener unas tablas interpretativas. La validez de estos valores de referencia estará limitada al área en que se han tomado las muestras y a la variedad de la planta en cuestión. Esto da una idea de la precisión del sistema a la hora de hacer una recomendación, ya que tendremos tablas de interpretaciones puntuales o comarcales para cada cultivo y zona, en vez de basarnos en tablas de carácter general como, se viene haciendo de manera habitual.
Esta información junto con el resto de variables consideradas (tipo de planta, climatología de la zona, rendimiento esperado, prácticas culturales, etc.) se utilizan para plantear las ecuaciones que conducen a obtener la cantidad de nutrientes que se necesitan aportar en el abonado: nitrógeno, fósforo, potasio, elementos secundarios (Mg, S, Ca, Na) y microelementos.
Otra ventaja de este proyecto realizado por Fertiberia, se basa en el gran dinamismo que posee el programa, consiguiéndose una continua entrada de información al sistema, con la que podemos ampliar nuestros conocimientos sobre otros cultivos y zonas, a la vez que conseguimos perfeccionar las tablas de interpretación que poseemos actualmente, por tener más datos sobre los que realizar los estudios estadísticos que el sistema es capaz de hacer. En definitiva, gracias al programa Siddra, a los análisis solicitados por sus clientes y los realizados por el grupo de investigación que componen el equipo técnico que configuran el programa, se consigue ahondar un poco más en el conocimiento de la nutrición vegetal, para poder hacer más eficientes los medios de producción agrícolas, dentro del marco de la sostenibilidad.