Un australiano asegura tener la solución para acabar con la sequía agrícola
24 de abril de 2009
La idea se basa en hacer un estudio del terreno y conocer perfectamente el curso del agua. Una vez hecho, se marca la tierra con unos pequeños surcos para corregir el curso natural de la lluvia. De esta forma, y poco a poco, se consegue que el agua se mantenga más tiempo sobre las lomas y que la tierra la absorba mejor. Además, al evitar que la lluvia se precipite rápidamente hacia las zonas más bajas (valles), los nutrientes del suelo se mantienen más tiempo en la tierra aumentando la fertilidad del terreno. Esto, y según el propio Doherty, permite ahorrar riegos y poder guardar el agua de la lluvia que sobra.