Las cooperativas españolas mantienen sus niveles de actividad durante la crisis sanitaria

Las cooperativas son una pieza fundamental de ese complejo puzzle que forma el sector agroalimentario, cuya importancia se ha puesto de manifiesto durante la crisis del COVID-19. Un ejemplo es la Sociedad Cooperativa Virgen de la Estrella, de Los Santos de Maimona (Badajoz), que a pesar de no estar en campaña al tener focalizada su actividad en el olivar y en el viñedo, ha mantenido en todo momento su nivel de actividad al servicio de la población, salvaguardando las medidas de seguridad establecidas por las autoridades con relación a sus empleados y las entregas de prodeuctos.

Las cooperativas agroalimentarias también afrontan con entereza y mucho esfuerzo la situación actual provocada por el COVID-19. Su actividad siempre ha sido esencial y ahora, en estos momentos, no han hecho más que demostrarlo, más allá del reconocimiento oficial por parte de las autoridades.

Incluso aquellas que, por el tipo de cultivos en el que tienen focalizada su actividad, no se encuentran en periodo de campaña, no han cesado de trabajar. Es el caso de la Sociedad Cooperativa Virgen de la Estrella, de Los Santos de Maimona (Badajoz), especializada en olivar y viñedo, donde estas semanas realizan labores de mantenimiento, con limpieza de las instalaciones y el envasado.

"Pero sabíamos desde el principio que teníamos que seguir suministrando y que somos una actividad básica", explica su gerente, Fabián Gordillo Lemus. "Cuando se inició el confinamiento, mandamos un comunicado a nuestros clientes, indicando las medidas que íbamos a tomar para dejar acceder a nuestras instalaciones. Por otro lado, el Departamento de Administración tiene la posibilidad de teletrabajar, que es lo que estamos haciendo. Y en la zona de producción establecimos dos equipos de trabajo de forma estratégica e intentamos que no coincidieran".

Al principio de la pandemia, establecieron un protocolo de actuación considerado por aquel entonces como extremo por alguno de los socios, pero a medida que fue avanzando el tiempo y observando el alcance de los acontecimientos, terminaron entendiéndolo. Gordillo recuerda que el 12 de febrero hicieron un pedido de mascarillas, para intentar cubrir también las posibles necesidades de los socios, "pero el proveedor nos comunicó a la semana que se las habían confiscado".

Desde ese momento, "hemos ido consiguiendo poco a poco los equipos, teniendo que improvisar", cuenta Gordillo. En este sentido, el hecho de pertenecer al grupo Viñaoliva y disponer de una alcoholera, les han facilitado una pequeña partida de hidrogel alcohólico. "Y todos los días en las zonas de trabajo, realizamos la limpieza con una disolución de lejía y agua", puntualiza el gerente.

Al igual que el resto de la sociedad, la Cooperativa vive la actual situación "con una gran preocupación e incertidumbre", valora Gordillo. Desde un punto de vista social, porque "las cifras que vemos todos los días, y al cebarse con nuestros mayores, está creando situaciones dramáticas". Y desde un punto de vista económico, "vemos que el aceite ha tenido un aumento de demanda en los hogares por ser un producto básico y sobre todo saludable, pero el vino, al cerrar el canal Horeca, suspendiendo todos los eventos y sin turismo, aunque el consumo se ha incrementado en los hogares, se ha resentido".

El gerente no se atreve a hacer valoraciones futuras, dado que "los economistas no son capaces de vislumbrar el alcance de la crisis, y si la hipotética recuperación va a ser 'en V', 'en U' o 'en L'. Pero tengo esperanza puesta en nuestros valientes sanitarios y en que algún día nos den una buena noticia los científicos. Y mientras tanto nosotros seguiremos intentando no parar y evitar que no haya desabastecimientos de alimentos".

Lo que tiene claro Gordillo es que la crisis "nos ha enseñado a todos cuáles son los pilares básicos, y uno de ellos es la agricultura". "Están negociando la PAC, que es clave en el sector, de lo que hagan va a depender parte de su viabilidad y nuestra alimentación futura; por favor, no se equivoquen. Utilicen bien los recursos para incentivar una agricultura eficiente, viable y sostenible, que debe dejar de ser la cenicienta de los sectores y permite una alimentación saludable a nuestras familias. Es ya un sector estratégico".

Justo antes de desatarse la pandemia del coronavirus, el sector agropecuario llenaba las calles de España y otros países con protestas reivindicando precios justos y un mayor reconocimiento social a su labor. ¿Continuarán una vez superada la crisis del COVID-19? "La verdad es que es muy difícil que los agricultores lleguen a manifestarse, creo que desde la tractorada de 1977, en la que participé con mi padre, no he visto este movimiento. Pero es la única forma en la que se ha podido mostrar la situación que tiene la agricultura en España, precios ruinosos que amenazan la subsistencia de muchas explotaciones".

A juicio del responsable de la cooperativa extremeña, "cuando se dice que el campo está subvencionado, lo que está subvencionada es la alimentación". Gordillo considera que "el agricultor no tiene capacidad de negoción y en la mayoría de las ocasiones trabaja por debajo de costos, sin poner en valor su trabajo. Aquí el sector cooperativo y las organizaciones agrarias tenemos mucho que reflexionar y pasos que dar en una misma dirección".

"Hasta el inicio de esta crisis, la sociedad no valoraba la importancia que tiene la alimentación, porque las necesidades fisiológicas estaban cubiertas y estábamos más ocupados en satisfacer las otras necesidades de la pirámide de Maslow (teoría psicológica sobre la motivación humana). El pánico al ver algunas estanterías vacías, largas colas, sin tener dónde recurrir: huertos, corral, las matanzas, creo que nos ha hecho recapacitar a todos. Es necesario tener una agricultura saludable, sostenible y propia. se ha demostrado que la cadena ha funcionado y el último eslabón ha respondido. Ténganlo en cuenta".

Virgen de la Estrella se funda en 1963, años en los que hubo un gran movimiento cooperativo. La iniciativa la tomaron 81 emprendedores dispuestos a afrontar las dificultades que existían en ese momento. "La gran generosidad de los fundadores todavía impregna el espíritu de la cooperativa en sus hijos y nietos, sirviendo como pilar para soportar los momentos de dificultades", dice Gordillo.

Tiene alrededor de un millar de socios, de los que un 6% aporta el 25% de la producción y gestionan sus explotaciones con criterios empresariales. Un 36% de los socios son Agricultores a Título Principal, que suponen el 45% de la producción, y el resto son pequeñas explotaciones.

Han vivido 56 campañas desde su creación. Una historia en la que los socios han demostrado una gran capacidad para ser innovadores y adelantados a su tiempo. Algunas momentos clave de esta intensa trayectoria son:

• 1963. Se construye una almazara modélica de prensas de la que existen fotografías en el Instituto de la Grasa de Sevilla.
• 1972. Se funda la sección de bodega de la cooperativa.
• 1976. Entra uno de los primeros sistemas de extracción continua.
• 1989. Primer secadero de orujo para la eliminación de alpechines.
• 1990. Estudio de las dos fases.
• 1997. Se incorpora la primer decánter a nivel nacional de doble uso para extraccíón de mostos y aceite.
• 2005. Desarrolla una investigación para la utilización de la hoja para realizar infusiones. Desde la Agencia de Seguridad Alimentaria lo consideraron un medicamento por la Oleuropeina y su efectos saludables.
• 2019. Participación en el Grupo Operativo VALOREX, cuyo objetivo es poner en valor los subproductos de la agroindustria extremeña mediante el compostaje.
• 2020. Única industria a nivel mundial donde se realiza la doble actividad por centrifugacíon con una capacidad de molturación de 1 millón de kg al día de aceituna y 100.000 kg/h de mosto de uva.

La variedad dominante en aceituna es la Morisca.

El crecimiento de la Cooperativa le ha llevado a disponer actualmente de unas instalaciones de 11.000 metros cuadrados, de los que 3.000 metros cuadrados son cubiertos. Da empleo directo a una media de 16 personas:

• 5.000 hectareas de olivar, con 15 millones de kg de media de aceitunas y 3 millones de kg de aceite.
• 1.900 hectáreas de viñedo, con 12,5 millones de kg de uva, 9,5 millones de litros de vino y 2 millones de tintos.

El 15% de la facturación la reportan sus marcas de envasado —Maimona, Texturas, Oleoplatinum y Dulce Eva— y el resto, los graneles. "Nuestro objetivo, y en lo que hemos invertido estos años, es en intentar enfocarnos a mercado de alta calidad en ambos segmentos, colaborando con nuestros socios y nuestros clientes para conseguir un clima de confianza", afirma Gordillo.

Durante estas semanas, el mercado del aceite ha estado activo, anticipando los clientes envasadores sus retiradas, sobre todo en marzo, cuando las familias acopiaron alimentos para el confinamiento, siendo el mes de más salida de la campaña. Confían que el consumo de los hogares compense en parte la perdida de consumo del canal Horeca y que las exportaciones se mantengan. Eso sí, el gerente no quiso olvidar "el daño que están haciendo los aranceles de Trump a nuestras exportaciones a EE UU, que las ha hecho retroceder a niveles de 1996". "Se escucha que es posible que en junio los eliminen, esperemos", añade esperanzado.

Trabajos de desinfección en Los Santos de Maimona.

Trabajos de desinfección

En el momento que se anunció el estado de alarma, el presidente de la Cooperativa, Juan María Zapata de Toro, contactó con el alcalde de Los Santos de Maimona (Badajoz) y se puso a su disposición para lo que necesitaran. A partir de ahí, coordinó un dispositivo con socios voluntarios para desinfectar la zona, que salen todos los días a las 20:00 horas excepto los festivos que lo hacen a las 18:00 horas.