El papel de la higiene en el lechón lactante
15 de octubre de 2008
La higiene en el momento del parto y los días de lactación será un aspecto muy a tener en cuenta. Y son varios puntos que deben controlarse regularmente: duchar a la cerda antes del parto, limpiar de la zona de parto, rascar cada dos días (o diariamente) de las deyecciones de las cerdas, limpiar corrales y pasillos y controlar la calidad del agua de bebida. Estas medidas van a mejorar el estado sanitario tanto de la cerda como del lechón, que en sus primeros días de vida debemos controlar de manera especial.
Al nacer, el tracto gastrointestinal del lechón es estéril, pero a través del contacto del animal con la madre y su entorno más próximo, su facilidad de verse contaminado por microorganismos es muy alta. Ya durante el parto, el lechón puede adquirir bacterias procedentes de la vagina y más adelante, por el contacto con la piel y la ubre de la cerda, como explican los autores Nuria Canibe y Bent Borg Jensen, del Instituto Danés de Agronomía. Estos investigadores atribuyen a las heces maternas la mayor fuente de bacterias para el lechón neonato.
Por esta razón, entre el protocolo de manejo e higiene en el período de lactación los mejores manuales de porcino siempre han indicado la necesidad de limpiar diariamente la plaza paridera (protocolo óptimo), para evitar la proliferación de agentes contaminantes para el lechón. Así, uno de los aspectos más importantes será la evacuación de heces maternales para que los lechones no hurguen en ellos, práctica muy habitual en el comportamiento del lechón.
Limpieza diaria
Ello conlleva, en algunos diseños de parideras, que la limpieza diaria –o cada dos días- de las heces sea especialmente compleja ya que las estrechas rejillas de la plaza no facilitan que las deyecciones acaben en el foso. Para contrarrestar este problema, se han ideado sistemas como el Trap-Slat, un slat desarrollado por Rotecna que permite de manera fácil y cómoda, limpiar la zona trasera de la cerda en tres gestos: abrir la trampilla del Trap-Slat, evacuar las heces por su agujero y volver a cerrar la trampilla.
Además de las deyecciones maternales, tampoco debemos olvidar otros factores que pueden favorecer las diarreas en lactación, como las condiciones del alojamiento durante el parto y en días posteriores; el ambiente de la sala (temperaturas y manejo de la ventilación); la alimentación; el buen estado de salud de las madres, y el manejo de lotes (ingesta de calostro adecuada y adopciones, entre otros).
No debemos olvidar que maternidad y posdestete son dos fases muy ligadas, y que los problemas digestivos en maternidad predisponen de una manera evidente a las diarreas del destete, como indica el francés Arnaud Lebret, de Groupe Chene Vert.