La bionergía como reactivador de las zonas rurales, en el III Congreso Internacional de Bioenergía
20 de octubre de 2008
El III Congreso Internacional de Bioenergía, organizado por Avebiom (Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa) con sede en Valladolid, contó con un programa dividido en 11 sesiones genéricas, que se centraron en torno a la bioenergía y al desarrollo rural. El amplio programa y la alta calidad de sus ponentes atrajo a Valladolid a más de 600 congresistas, que durante tres días debatieron sobre las oportunidades que brinda el desarrollo de la bioenergía.
Una solución real
La bioenergía se plantea como una solución real, capaz de ayudar de forma importante a la fijación de población en el medio rural, lo que supondría poder mantener en activo las zonas agrícolas, con nuevas producciones energéticas, que junto con las agroalimentarias tradicionales, puedan ser capaces de incrementar las rentas agrarias, permitiendo que la población de estas áreas se mantenga, produciéndose un incremento de los servicios públicos y sociales, proporcionando una mejora en la calidad de vida, todo repercutiría en beneficio del medio ambiente y la sostenibilidad. De esta forma el III Congreso Internacional de Bioenergía proyecta diferentes propuestas encaminadas a generar este cambio a través de un amplio programa de ponencias.
Expertos internacionales fueron los encargados de dar a conocer los últimos avances que se están produciendo en el sector y valoraron los beneficios de la implantación de la bioenergía como alternativa a las energías tradicionales. Representantes de España, Austria, Finlandia, Alemania, Inglaterra, Francia, Suecia, América Latina, Italia e Dinamarca, presentaron casos reales que se están desarrollando en sus países, dando una visión del sector desde la experiencia.
La bioenergía es capaz de generar más puestos de trabajo, directos e indirectos, que cualquier otra tecnología renovable y esto es reconocido por todos los expertos mundiales en la materia. El desarrollo de la cadena de valor de la bioenergía sería capaz de generar el flujo económico que precisa el mundo rural ya que aportaría alternativas viables que ya se han demostrado positivamente en otros países: el desarrollo de lo cultivos energéticos para la producción de biocombustibles sólidos y el aprovechamiento de los restos de cosechas son una alternativa muy interesante para el sector agrario, lo que unido a la instalación en las zonas rurales de industrias de transformación, de generación eléctrica, o de logística para la distribución, así como el cambio al uso de los biocombustibles sólidos en otras industrias de los sectores agro ganadero y agroalimentario, provocarán que ese tejido empresarial sea capaz de crear riqueza y fijar población en las zonas rurales, además de dar solución al problema de la dependencia energética de los combustibles fósiles que repercuten de forma negativa en la economía del país.