La OCDE cuestiona las subvenciones vinculadas directamente con el uso de insumos‑producto
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) considera necesario eliminar la ayuda remanente distorsionadora de la producción y del comercio vinculada directamente con el uso de insumos-producto. Esto permitiría que los mercados funcionaran mejor y liberaría una cantidad limitada de fondos públicos para realizar inversiones alternativas más eficientes y eficaces.
Una medida de esta índole permitiría que los mercados nacionales e internacionales funcionaran mejor, desalentaría el uso excesivo de insumos que pueda resultar nocivo para el medio ambiente y liberaría una cantidad limitada de fondos públicos para realizar inversiones alternativas más eficientes y eficaces, a juicio de la organización.
El informe se ha realizado a partir de datos obtenidos entre los miembros de la OCDE, junto a los de otras economías emergentes de todo el mundo, como Brasil, China, Rusia o Sudáfrica. En total se han considerado 51 países, que en el periodo 2015‑2017 entregaron de media 556.000 millones de euros al año a sus sectores agrícolas. El 78% se transfirió a productores individuales, que representan cerca del 15% de los ingresos agrícolas brutos.
Redirigir las ayudas
“La mayoría de las políticas agrícolas en vigor no concuerdan del todo con estos objetivos”. La OCDE lamenta que en algunos países la dependencia de medidas distorsionadoras de la producción y del comercio va en aumento. En el periodo 2015‑2017, casi dos tercios del apoyo a los productores en los 51 países incluidos se siguió proporcionando con medidas que distorsionan las decisiones comerciales en materia agrícola “de manera fuerte”.
Esta organización apela a focalizar la “ayuda económica de transición” a las familias dedicadas a la agricultura que la necesiten. Y añade que medidas de este tipo deben separarse de las dirigidas a apuntalar una mayor productividad, sostenibilidad, resiliencia y rentabilidad general de las actividades agrícolas.
Se trata, también, de buscar caminos para liberar recursos para destinarlos a capítulos como la inversión pública en investigación, acompañados de iniciativas para asegurar que los resultados de los estudios lleguen a los productores. “Es necesario alentar la colaboración en la generación y transferencia de conocimientos con actores públicos y privados de los ámbitos nacional, regional e internacional”, reza en el informe, que alude también al “potencial inexplotado” que ofrecen las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
Alcanzar los objetivos ambientales y relacionados con el cambio climático pasa por emplear toda la gama de instrumentos económicos (información, educación, regulación, pagos y tributación, etc.) puestos a disposición del conocimiento, que requerirá una sólida base de información sobre los resultados en materia ambiental de las prácticas alternativas de producción agrícola y sus vínculos con los incentivos de políticas públicas.
Gestión de riesgos
Si uno de los objetivos es precisamente ayudar al bienestar de las familias dedicadas a la agricultura, es fundamental conocer con exactitud su situación financiera, para así diseñar medidas eficaces de ayuda económica para esta actividad. “Es fundamental recordar que las familias dedicadas a la agricultura responden a todo el conjunto de factores económicos, de mercado y de políticas públicas en juego”.
La OCDE apuesta por el diseño de paquetes de “políticas coherentes que puedan atender las muchas oportunidades y retos que el sector y las familias agricultoras enfrentan en todo momento”. “Eso requiere un enfoque exhaustivo y bien integrado al desarrollo de políticas públicas, dentro y entre los gobiernos, tanto en el nivel nacional como en el internacional”, concluye.