Monitorizadas 3 cosechadoras para analizar la temperatura que alcanzan en plena campaña
A mediados de junio entraron al campo las primeras cosechadoras en Aragón. La campaña de cereal, que como en el resto de España arrancó con cierto retraso respecto a años anteriores, se prolongará durante las próximas semanas para culminar, según la región, entrado ya el mes de agosto.
Prácticamente al mismo tiempo se ha puesto en marcha el proyecto ICO (Incendios en Cosechadoras), ejecutado por la Escuela Politécnica Superior de Huesca y financiado por el Gobierno autonómico a través del Programa de Desarrollo Rural 2014-2020.
Tres unidades de diferentes potencias, pertenecientes a agricultores que han colaborado en la iniciativa, han sido monitorizadas con el fin de recabar información sobre la temperatura alcanzada en varios puntos críticos de las máquinas en condiciones reales de utilización, incluidas las situaciones de calor extremo que se viven en muchas jornadas estivales.
Los trabajos se prolongarán durante dos campañas, si bien al concluir la primera se podrán conocer los primeros datos que permitan después elaborar conclusiones para la adopción, en su caso, de las medidas oportunas. Se trata, en definitiva, de detectar las causas que provocan los incendios de cosechadoras.