Seis países, entre ellos España, piden que aumente el presupuesto de la PAC a su nivel actual UE-27
Mientras en el Congreso se desarrollaba el pleno del debate de la moción de censura, la ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, se reunió con sus homólogos de Francia, Portugal e Irlanda, el Secretario de Estado de Finlandia, y el Secretario de Agricultura de Grecia, con quienes firmó una declaración ministerial en la que solicitan a la Comisión Europea que "aumente el presupuesto de la Política Agrícola Común (PAC) a su nivel actual UE-27, con el fin de poder responder con éxito a los desafíos económicos, medioambientales, del cambio climático y sanitarios en el marco de ambos pilares de la PAC".
La propuesta llega cuando no se cumple un mes de que se hiciera público el Marco Financiero Plurianual (MFP). En ella subrayan que gracias a la PAC, la UE ofrece un suministro seguro de productos agrarios que responde a los máximos estándares sanitarios y medioambientales, a costes razonables, que permiten que los productos europeos sean competitivos en el comercio internacional.
Constatan que el sector agrícola y agroalimentario europeos, al estar abiertos a los mercados internacionales, se exponen al aumento de la volatilidad de precios mundiales, y que los mecanismos puestos en marcha por la PAC tienen un efecto directo sobre los ingresos de los agricultores, que siguen siendo inferiores a los de otros sectores. En ese contexto, recuerdan que la PAC constituye la primera red de seguridad para los agricultores y consideran que la PAC debe seguir orientándose a los mercados, pero son conscientes de que el apoyo a la agricultura de la UE contribuye a limitar los efectos de la volatilidad de precios y a reducir la incidencia de factores externos en los mercados agrícolas vulnerables.
Los firmantes insisten en la necesidad de garantizar una competencia leal entre los Estados miembros y alcanzar un equilibrio justo entre, por un lado, los objetivos y herramientas comunes, y por otro, la flexibilidad necesaria en su aplicación nacional. Consideran que deberá establecerse un nivel común de condicionalidad, de forma que se reflejen los grandes objetivos de la PAC a la hora de conceder ayudas.
Se tendrá que prestar la máxima atención a los retos de simplificación de ambos pilares, y en particular de la condicionalidad. A su juicio, la disminución en ambos pilares supondría un riesgo sin precedentes para la viabilidad de las explotaciones agrarias europeas, para los ingresos de los agricultores y para su capacidad de hacer frente a las demandas de la población de una alimentación saludable, sostenible, asequible y de calidad.
En próximas reuniones del Consejo de Agricultura, los firmantes buscarán la adhesión al Memorando de otros Estados miembros.