Unión de Uniones señala sus prioridades para la nueva PAC
Unión de Uniones ha trasladado un documento a diferentes administraciones en el que recoge las principales orientaciones que debería contemplar la renovada Política Agrícola Común (PAC) para conseguir llegar a sus objetivos y garantizar un nivel de vida equitativo a la población agrícola.
Unión de Uniones ha trasladado a la Comisión Europea, a los eurodiputados, a los grupos parlamentarios en las Cortes, al gobierno estatal, así como a las CC AA, las principales orientaciones que debería contemplar la renovada PAC para conseguir llegar a sus objetivos y garantizar un nivel de vida equitativo a la población agrícola. Lo hace en vísperas de conocerse el acuerdo sobre el Marco Financiero Plurianual, del que depende el presupuesto de la futura Política Agrícola Común, cuyas propuestas legislativas se presentarán en breve.
La organización ha desarrollado un documento con las principales propuestas compartidas por todas las Uniones territoriales, donde se refleja la necesidad de una PAC verdaderamente simplificada que, según la organización, "parece que nunca llega", así como unas normas que vayan encaminadas a las personas, a los agricultores y ganaderos profesionales "y no a los llamados agricultores de sofá".
Unión de Uniones la organización no pide más financiación, sino una mejor distribución de los recursos que pasaría por definir la figura del agricultor activo de manera efectiva y por una ordenación en la Cadena Alimentaria, que debería ir encaminada a proteger más a los eslabones débiles a través de la identificación de posición de dominio, la prohibición de prácticas desleales como la venta a pérdidas, así como evitar la concentración de grandes empresas.
La organización recuerda que la PAC "supone para el país 6.500 millones anuales que van destinados al medio rural, por lo que no se debe bajar la guardia y estos recursos financieros deben ir a quien trabaja en el campo y en la explotación, huyendo también de los derechos históricos, cuando puedan no estar justificados en la actualidad". Considera que las ayudas deberían ir encaminadas a mejorar la renta de los agricultores y ganaderos, aunque su base fundamental debería alimentarse de un reparto equilibrado del valor añadido generado a lo largo de la cadena alimentaria.
También cree que la nueva PAC y los Estados miembros deben también remover algunos obstáculos que se encuentran los jóvenes en su incorporación al sector, como el tratamiento fiscal de las ayudas.