SAT Gavill: el éxito de un modelo de negocio innovador
El jurado profesional de FIMA 2018 que otorga el Premio Excelencia valoró la coherencia del innovador modelo de negocio de SAT Gavill, empresa familiar fundada en 1999, que de ser un simple productor de hortalizas en el Valle del Ebro ha pasado a vender, principalmente puerros, a todo el territorio nacional e incluso destinar un 20% a exportación.
Plantilla de SAT Gavill en las instalaciones de la empresa en Ejea de los Caballeros (Zaragoza).
SAT Gavill es una empresa familiar agraria, fundada en 1999, con sede en Ejea de los Caballeros (Zaragoza). Surgió de la fusión de dos explotaciones también de perfil familiar. El creador fue Miguel Ángel Gallizo, que aportó más de 10 años de experiencia en el cultivo de puerro y tomate, entre otras hortalizas, para fábricas de conservas de la zona del Valle del Ebro. Posteriormente, entró como socio la familia Larraga-Tenías.
En la actualidad, su actividad principal se centra en el cultivo del puerro, con su correspondiente manipulación y posterior comercialización en España y en el exterior. La exportación, de momento a Suiza, Italia y Eslovenia y en fechas próximas nuevos mercados pendientes de cerrar contratos, supone el 20% del negocio. La facturación global se sitúa en el entorno de los dos millones de euros.
La apuesta por salir al exterior se produjo en 2010, cuando se sufrió una caída de la producción en la comarca aragonesa de Las Cinco Villas, lo que provocó que las fábricas conserveras, que tenían el puerro como uno de sus productos estrella, se encontraran con la necesidad de buscar nuevos mercados de producción para poder seguir suministrando a sus clientes.
Aquí fue cuando SAT Gavill se planteó un cambio radical del modelo de negocio. Incorporó un nuevo socio y se firmaron contratos con agricultores, no solo de Aragón, para que la dimensión respondiera a las necesidades de producción y estacionalidad exigidas por las empresas distribuidoras.
En 2013 llegan los primeros resultados del esfuerzo realizado durante años. El crecimiento en el mercado fresco de las grandes superficies se hace realidad y pasan a cultivar de 15-20 ha durante tres meses en 2012, a 40-50 ha al año siguiente. La producción ha continuado creciendo desde entonces y en la actual campaña roza las 170 ha, con las que puede atender a sus clientes durante los doce meses.
Los puerros se producen en más de 170 hectáreas propias y de colaboradores.
Desarrollo e innovación
La trayectoria de la empresa está basada “en la continua especialización y mejora técnica de campo y manipulación en el cultivo del puerro”, explica uno de sus gestores, José Miguel Gallizo, hijo del fundador. El planteamiento arranca de un modelo de negocio innovador, que conlleva una mejora del sistema productivo, que permita trabajar con diferentes variedades y escalonar la producción. “Se han introducido variedades híbridas y se colabora con otros productores españoles que suministran durante 45 días el producto que, por razones climáticas, no puede producirse en Aragón”, señala Gallizo. En paralelo, la investigación aplicada que han desarrollado a lo largo de estos 18 años ha permitido aumentar la producción por hectárea en un 25%, pasando de 24 a más de 30 t/ha, “con un producto mucho más homogéneo y comercial”, matiza el empresario.
De igual forma, se ha mejorado la eficacia del proceso de acondicionamiento y transformación, con una reducción de los tiempos de trabajo en planta, añadiendo valor y competitividad al producto resultante y reduciendo considerablemente los destríos por falta de grosor, altura o defectos provenientes del cultivo. “Todas estas innovaciones han hecho que esta empresa produzca y comercialice un producto que antes se vendía a granel en otro que añade valor a través de la homogeneidad por categorías, presentaciones, suministro continuado, calidad garantizada y certificada y permite mantener una plantilla de más de 50 trabajadores y afianzar otras explotaciones familiares agrarias”, afirma con orgullo José Miguel Gallizo.
Trazabilidad y certificación de calidad
SAT Gavill cuenta con la certificación Global-Gap, norma a nivel de la explotación que abarca todo el proceso del producto certificado, incluidas las actividades agropecuarias subsiguientes, hasta el momento en que es retirado de la explotación. De este modo, se asegura el cumplimiento de los siguientes estándares:
- Trazabilidad desde la semilla hasta la salida de almacén, incluyendo en este caso la transformación.
- Buenas prácticas agrícolas.
- Seguridad alimentaria.
- Manejo integrado de plagas.
- Buenas prácticas Medio Ambientales.
- Buenas prácticas sociales (bienestar y requisitos legales de contratación).
Sostenibilidad de la producción y transformación
Junto a los criterios medioambientales aplicados, otro de los retos era buscar un menor consumo de agua, para la cual se instaló un sistema de riego por aspersión y goteo, en sustitución del riego a manta. En la transformación se usa agua sin tratar para un primer lavado de la planta antes de quitar las hojas sobrantes y después de retirar la tierra en suspensión, a través de un proceso de decantación, se devuelve al sistema de riego.
Además, según señala Gallizo, “el sobrante del agua potable utilizada para lavar el producto terminado y para hidratar el producto antes de su expedición, se recupera y pasa a reutilizarse para el primer lavado”.
Las 20 toneladas diarias de hojas procedentes de la limpieza de las plantas durante el proceso de acondicionamiento se usan como alimento para los animales de ganaderos de la zona, “por lo que no hay necesidad de gestionarlos ni hay, estrictamente, desperdicio”.
Claves del éxito
“Todo esto es posible gracias al apoyo recibido del mundo cooperativo al inicio, así como del gran esfuerzo, trabajo y compromiso con el cliente poniendo a su servicio, todo el conocimiento acerca del cultivo y su manipulación”. Según el empresario, en SAT Gavill continúan trabajando en la ampliación de nuevos mercados y barajan la expansión a otros cultivos complementarios, “buscando las mejores formas de seguir siendo competitivos en el mundo del puerro”.
Responsabilidad social
La empresa demuestra también un compromiso social, al proporcionar trabajo a 50 personas durante todo el año. Incluso en los momentos de mayor actividad en plena campaña, se aumenta la plantilla en 15 personas más. Y desde SAT Gavill aclaran que “los contratos no sólo están sujetos al Convenio Colectivo vigente, sino que las condiciones de trabajo responden a las exigencias de la certificación Global Gap”.
José Miguel Gallizo, hijo del fundador de la empresa y actual responsable de la gestión.