Hidracar lanza un cilindro de suspensión para vehículos con elevada relación entre cargado y vacío
19 de febrero de 2008
El actual diseño presenta la novedad de funcionar con dos acumuladores oleoneumáticos, cargados con distintas presiones de gas y un cilindro de un solo vástago, estando los acumuladores ubicados en el interior del cuerpo del cilindro de suspensión. Esta solución hace que el cilindro de suspensión sea más robusto y compacto y con menos posibilidades de averías. Por sus características, este nuevo diseño es especialmente apropiado para cubas y remolques agrícolas.
Todos los sistemas de suspensión diseñados, fabricados y patentados por Hidracar tienen como objetivo básico el confort en la conducción del vehículo, así como el de eliminar las sobrecargas de inercia que se crean en aquellos vehículos con suspensión con ballesta o resortes helicoidales y el molesto efecto rebote. Además, todos ellos tienen en común que la amortiguación o suspensión apenas se modifica, en cuanto a suavidad se refiere, tanto si el vehículo va vacío como cuando va con carga máxima. En este último caso no existe el efecto rebote.
El principio de funcionamiento se basa, en el primer diseño, en un cilindro de doble vástago y un acumulador oleoneumático; con el vehículo vacío es el vástago de menor diámetro el que oscila para conseguir la amortiguación y con el vehículo cargado actúa el vástago de diámetro mayor. Para condiciones duras de trabajo continuado, estos cilindros incorporan unos muelles especiales de reducida carrera y elevada resistencia que facilitan la suspensión del remolque o de la cuba, cuando éstos circulan con la mitad de la carga máxima.
Reduce costes y ahorra tiempo
El nuevo diseño de Hidracar, con dos acumuladores oleoneumáticos incorporados dentro del propio cilindro de un solo vástago, ofrece la gran ventaja de eliminar el montaje de los acumuladores independientes en la estructura del vehículo, los latiguillos de conexión de los acumuladores con el cilindro y el llenado de aceite del conjunto, todo ello con el consecuente incremento de coste y la pérdida de tiempo por parte del fabricante del remolque, además de la probabilidad que se produzcan errores por parte del personal no especializado en este tipo de tareas.