Mann Hummel desarrolla un filtro para los gases de escape en motores diésel de maquinaria agrícola
16 de noviembre de 2007
El diseño del elemento, con sus canales filtrantes cónicos, y la selección del material empleado proporcionan al filtro “considerables ventajas con respecto a otros filtros de partículas diésel disponibles en el mercado”. La capacidad de albergar partículas es aproximadamente 2,5 veces mayor que los sistemas convencionales, que utilizan elementos de cerámica. Además, resulta fácil de limpiar y mantener y dura toda la vida de la máquina.
Esta tecnología filtrante ofrece las condiciones ideales para montar filtros en el futuro en todos los motores diésel utilizados en vehículos industriales, máquinas para la construcción y maquinaria fijas, tanto en primeros equipos como en reconversión de maquinaria usada.
Estos filtros de partículas tienen, según explica Mann+Hummel, una eficacia filtrante del 99 por ciento. Además, tienen mayor vida útil, trabajan con intervalos de limpieza prolongados y acarrean bajos costes de limpieza y mantenimiento, así como una regeneración activa o pasiva.
Los filtros, adecuados para un amplio rango de temperaturas de los gases de escape, disponen de “una excelente entrada y paso”, y de una baja contrapresión de los gases de escape. Tienen un diseño modular autoportante, una fácil adaptación a diferentes espacios de instalación, y son reciclables, ya que están construidos en acero.
“Un motor sin filtro de partículas diésel es un peligro para la salud”
En los últimos años, la naturaleza robusta y económica del motor diésel ha aumentado su popularidad como unidad de tracción. En la actualidad, éstos son la elección estándar para la maquinaria móvil empleada en el sector de la construcción y la agricultura. Sin embargo, a pesar de la más moderna tecnología de motores, las emisiones de partículas siguen siendo un problema para el motor diésel. La investigación científica indica que los motores sin filtro de partículas diésel son un peligro para la salud.
Los motores diésel suponen una inestimable contribución a la hora de alcanzar objetivos de protección medioambiental. A diferencia de los motores de gasolina, gracias a su bajo consumo de combustible producen aproximadamente un 20 por ciento menos de dióxido de carbono. Sin embargo, durante muchos años ha quedado patente que las partículas de hollín generadas por los motores diésel contribuyen a la contaminación medioambiental y son un riesgo para la salud.
Los procesos de combustión de diésel en los motores generan unas partículas tan finas que los pulmones no son capaces de retenerlas y pasan directamente al flujo sanguíneo. Según la Organización Mundial de la Salud, estas partículas son cancerígenas. Aunque la ley no obliga todavía a usarlo en maquinaria agrícola, ha suscitado mucho interés dentro de la comunidad de agricultores ecológicos, siempre preocupados por la calidad de sus productos. Al usar este tipo de filtro, los productos ecológicos no se ven afectados por el spray de partículas cancerígenas que desprenden las máquinas agrícolas.