Los expertos consideran la biomasa procedente de cultivos forestales como un valioso activo de la bioeconomía
El Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), en colaboración con la Plataforma Tecnológica Española de la Biomasa (Bioplat), han celebrado en la sede del primero una jornada de debate entre expertos para analizar la viabilidad y oportunidad de los cultivos forestales en España. Este encuentro se enmarca en el proyecto de INIA ‘Biomasa para la Bioeconomia (BiBi): Produciendo, Valorando y Cuantificando Cultivos Forestales’, coordinado por la investigadora Dra. Hortensia Sixto, del Departamento de Selvicultura y Gestión de los Sistemas Forestales del Centro de Investigación Forestal de INIA.
La jornada se ha dividido en dos mesas de debate concatenadas sobre ‘Biomasa Forestal’ y ‘Biomasa de Cultivos Forestales’, en las que han participado expertos invitados nominalmente en base su experiencia y responsabilidades en el ámbito forestal de las entidades público-privadas a las que pertenecen.
Entre ellos se encontraban representantes de las empresas: Acciona Energía, Ence Energía y Celulosa, Forestalia Renovables, Gestamp Biomass, Iberdrola y Natac Biotech. De las administraciones autonómicas: Junta de Andalucía, Junta de Castilla-La Mancha, Junta de Castilla y León, Generalitat de Catalunya y Junta de Extremadura, además del propio Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medioambiente. De entidades científico-tecnológicas y académicas: Centro de Biotecnología y Genómica de Plantas, Tecnalia, Universidad Politécnica de Madrid (Escuelas de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas, y de Montes, Forestal y del Medio Natural), Universidad de Santiago de Compostela y la Universidad de Vigo, además de investigadores del propio INIA. Y también organizaciones profesionales como COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos) y COSE (Confederación Agroforestal de las Asociaciones de Propietarios Forestales Privados).
Contexto: bioeconomía circular
Ambos debates discurrieron en el contexto que proporciona la bioeconomía en España, entendiendo como tal el conjunto de las actividades económicas que obtienen productos y servicios, generando valor económico, utilizando como elementos fundamentales los recursos biológicos.
Todos coincidieron en que, en la Estrategia Española de Bioeconomía, el sector forestal tiene potencial para desempeñar un papel clave, desde la selvicultura hasta el desarrollo de las biorrefinerías lignocelulósicas, pasando por la mejora de las especies forestales a través de herramientas que vienen de la mano de la biotecnología.
Asimismo, determinaron que las actividades del sector forestal deben desarrollarse en el marco proporcionado por la economía circular, al ser una de las apuestas más ambiciosas de la UE, que está dirigida a cerrar el ciclo de vida de los productos, los servicios, los residuos, los materiales, el agua y la energía, entre otros.
Oportunidades
Los expertos entienden que España está obviando un combustible renovable como la biomasa, que es un recurso propio y autóctono, a la vez que se continúa importando combustibles fósiles, lo que contribuye a aumentar el déficit de la balanza comercial española por compra de productos energéticos (derivados del petróleo) y a mantener una de las dependencias energéticas más altas de Europa.
Mientras que la valorización energética de biomasas constituye pilar fundamental del mix energético de numerosos países del mundo y también en Europa. Se trata de tecnologías maduras y competitivas en su mayoría, aunque cuentan con margen para continuar avanzando en su curva de aprendizaje a lo largo de toda la cadena de valor. Identificaron como claras oportunidades vinculadas con los cultivos forestales, las siguientes:
- Los cultivos forestales constituyen una fuente complementaria a la biomasa forestal por su disponibilidad espacio-temporal que contribuye a la estabilidad del mercado.
- Los cultivos forestales aportan homogeneidad en las características específicas de las biomasas, pudiendo (en función de las especies) conferir un grado diferente de adecuación tanto en relación a la bioenergía como para determinados bioproductos.
- La implementación de cultivos forestales puede constituir una oportunidad para terrenos forestales poco productivos, pero también para ser implementados en terrenos marginales o excedentarios en determinadas zonas de nuestra geografía.
- Existe margen para el avance en su curva de aprendizaje, lo que garantizaría la rentabilidad económica y la sostenibilidad de este tipo de cultivos.
- La presión de la UE por abandonar el uso de cultivos agrícolas (tradicionales- alimentarios) para uso energético, convierte a la biomasa forestal y a la procedente de cultivos forestales (lignina) en oportunidad para desarrollar biocombustibles y bioproductos futuros.
Asimismo, los expertos recalcaron que el importante recurso biomásico existente en España puede ser utilizado tanto para valorización energética, como para usos ligados al desarrollo de nuevos bioproductos de alto valor añadido. Subrayando las importantísimas externalidades positivas, tanto medioambientales (especialmente evitación de grandes incendios forestales) como socioeconómicas, que implica la valorización energética de biomasas, insistiendo en que deben tenerse en cuenta por los Gobiernos autonómicos y Nacional.
Conclusiones: ideas fuerza
- La biomasa es un recurso renovable esencial del que ya se obtienen (y se van a obtener) cada vez más productos en el marco de la bioeconomía. Movilizar recursos forestales es movilizar biomasa ‘multiuso’.
- Todos los componentes de la biomasa son valorizables. El aprovechamiento integral de la biomasa es clave para garantizar el éxito del sector forestal.
- Los cultivos forestales se perciben como complemento necesario al aprovechamiento de la biomasa forestal. Son necesarios para el aprovisionamiento de la industria, pero también para la sostenibilidad de las masas naturales.
- Los propietarios forestales desean implicarse en la gestión de sus montes. Sin embargo, existen barreras vinculadas tanto a la limitada rentabilidad obtenida por la comercialización de sus productos como a la necesidad de establecer una demanda de biomasa estable y creciente.
- Se ha asumido que el modelo retributivo por producción de energía eléctrica anterior se ha derogado para no volver; sin embargo, se considera esencial que se implementen mecanismos de apoyo que permitan avanzar al sector. Asimismo, resulta necesario avanzar en la gobernanza, así como proporcionar un apoyo estable a la investigación en el sector.
- Hay que fomentar la demanda de productos forestales para desarrollar el sector y multiplicar los beneficios para la sociedad derivados del uso de los productos basados en biomasa.
- La biomasa se percibe, con independencia de su origen, como una oportunidad real para la bioeconomía. Es necesario proporcionar mucha mayor visibilidad y mantener un diálogo con la sociedad para trasmitir el potencial y beneficios de este sector.