“La fibra de carbono es el acero de este siglo”

King Agro, empresa pionera en la fabricación de barrales de fibra de carbono, inauguró el pasado 3 de marzo una nueva planta en la ciudad de Picassent (Valencia), dentro del acuerdo con la multinacional John Deere a la que proveerá, de forma exclusiva, de esta revolucionaria tecnología para los pulverizadores de la marca en todo el mundo.

King es un referente internacional en la industria náutica, en la fabricación de mástiles y veleros de regata de fibra de carbono, con su astillero King Marine en Alginet, Valencia, de donde salieron los veleros del Desafío Español 2007, tal y como relatan desde la compañía. Con este precedente, King Agro, su división agrícola, ha revolucionado la industria de los pulverizadores agrícolas al fabricar las primeras y únicas barras de fibra de carbono que existen en el mundo.

Después de 5 años de producción y desarrollo en Argentina, King Agro inauguró, el pasado 3 de marzo, su nueva planta de producción en Picassent (Valencia), rodeados de clientes, familiares y amigos.

La nueva planta, ubicada en el Polígono Industrial Codonyers de Picassent (Valencia), cuenta con una superficie de 5.500 m² y parte de una inversión de 8 millones de euros. Con estas nuevas instalaciones e inversión la empresa está capacitada para fabricar 1.800 barras al año, dentro de un mercado en el que la producción de pulverizadores autopropulsados a nivel global se estima entre 10.000 y 14.000 máquinas anuales.

La nueva planta cuenta con una superficie de 5.500 m².

La fabricación de piezas en fibra de carbono es un proceso integrado de tecnologías combinadas. En su planta industrial de Picassent, King Agro cumple cada uno de los pasos necesarios para transformar la materia prima en barras de alta performance. Así, produce los moldes de precisión micrométrica con un plotter CNC de 5 ejes. Se realizan cortes optimizados de los tejidos de carbono/kevlar con un cutter CNC. Las piezas se laminan en zonas de ambiente controlado y libre de polvo y se polimerizan a 5 atmósferas de presión y alta temperatura. Finalmente, se hace el mecanizado, pintado y montaje del producto listo para su instalación.

Además, la nueva planta supondrá un gran impulso económico y laboral para la zona, puesto que permitirá la creación de entre 80 y 100 puestos de trabajo en los próximos meses. Conxa García, alcaldesa de Picassent y presente en el acto, valoró este hecho de forma muy positiva durante su discurso en la inauguración, y agradeció a la empresa su compromiso con la localidad.

Este nuevo paso de la compañía forma parte del acuerdo a nivel mundial que firmó en 2014 con la multinacional John Deere, con el fin de desarrollar la tecnología de materiales compuestos y producir la línea de barras en fibra de carbono para los pulverizadores de la marca. King Agro suministrará, de forma exclusiva, esta revolucionaria tecnología a las fábricas de John Deere en Estados Unidos, Europa y Sudamérica.

Tal y como afirmó Guillermo Mariani, presidente de King Agro: “Nuestro objetivo es cambiar el paradigma del acero en la maquinaria agrícola. Creemos que las barras de fibra de carbono son solo el principio de una tendencia que cuenta con innumerables ventajas vinculadas al incremento de la productividad, la disminución de costes operativos y una menor compactación de los suelos debido al menor peso de los equipos”.

A su vez, quiso remarcar que con John Deere comparten la visión de cambio, un punto de vista común y necesario para la innovación y el desarrollo que, en un futuro, podrá llegar a verse en otros productos. "Uno de los mayores desafíos son los cambios culturales, lo que relentiza la entrada de una nueva tecnología es que la gente la acepte y la entienda", sentenció.

Por su parte, Joaquín Fernández, director global del Área de Pulverizadoras de John Deere, expresó que “para nosotros es algo nuevo y ya tenemos a muchas personas trabajando en ello. Creemos que este es el futuro para las barras de los pulverizadores, creemos en la solución y King Agro tiene a los expertos para llevarla a cabo”.

Una barra de fibra de carbono en una de las fases de producción.

John Deere es responsable, de forma directa, de la inauguración de la nueva planta, tal y como afirmó el presidente de King Agro durante el discurso inaugural de la planta, después de que 3 años atrás se asociaran para potenciar el desarrollo de la aplicación de la fibra de carbono en la maquinaria agrícola. “Esta fábrica es solo el principio de un camino muy largo que estamos recorriendo. El proyecto de King Agro es un proyecto único, innovador, todavía no hay otro igual. Y estamos orgullosos de este proyecto porque es el aporte que todos los que formamos King Agro estamos dando a la agricultura, es nuestro pequeño grano de arena a su desarrollo. Pero, a su vez, es el punto inicial de un cambio tecnológico que vamos a ver en pocos años”, incidió.

Joaquín Fernández también aprovechó su discurso, y expresó que se trata de “un momento histórico, después de estar 80 años trabajando con el acero, ahora resulta que es momento de cambiar, es el momento de la fibra de carbono”.

La fibra de carbono es 6 veces más resistente y 5,5 veces más ligera que el acero, característica que hace posible que las barras diseñadas por King Agro puedan ser utilizadas en equipos más reducidos y de menor coste y que, además, cuenten con anchos de trabajo de 30, 36 y 40 metros, con capacidad para pulverizar a 40 km/h de velocidad.

La aplicación de las propiedades de la fibra de carbono a las barras de los pulverizadores permite construir piezas de un ancho de labor mayor al alcanzable con los materiales tradicionales, manteniendo un peso menor y un comportamiento dinámico mejor que la pieza original metálica. Además, se incrementa la productividad tanto por el aumento del ancho de labor, como de la velocidad de giro en las cabeceras del campo y durante los transportes.

Lo anterior también impacta en un ahorro de combustible, menor compactación de suelos y menor pisado del cultivo, lo que genera una gran ventaja. Otro beneficio de la fibra de carbono es la no corrosión, no se oxida ni se ve afectada por los agroquímicos. Esta ventaja, junto al hecho de que la fibra de carbono es más resistente al esfuerzo que el acero, aumenta de forma significativa la vida útil de las barras.

Por lo tanto, el mayor beneficio económico es el ahorro de pisada, que conlleva una mayor producción. A menor coste, el uso de pulverizadores con barras de fibra de carbono de mayor longitud, pero más ligeras, permite su utilización en equipos más reducidos.

En relación a estos innumerables beneficios, Guillermo Mariani, presidente de King Agro, concluyó su discurso de inauguración transmitiendo a todos los presentes el mantra de King Agro: “La fibra de carbono es el acero de este siglo”.

Guillermo Mariani, presidente de King Agro, durante el discurso inaugural de la planta.