Evaluación del Plan Renove para la renovación del parque nacional de maquinaria agrícola
06/06/2007
6 de junio de 2007
Cumplido el primer trimestre desde la aprobación del Plan de ayudas para la renovación del parque nacional de maquinaria agrícola, que se ha dado en llamar “Plan Renove”, quizá este sea un buen momento para comenzar a hacer una serie de valoraciones sobre el mismo.
El RD 1539/2006, aprobado el pasado 15 de diciembre en Consejo de Ministros y publicado en el BOE el 10 de enero, se mostraba a priori como la solución más adecuada, (y esperada), para la renovación y achatarramiento de la obsoleta maquinaria agrícola española, con un parque de maquinaria que supera las 800.000 unidades, entre las que más de un 50% supera los 15 años de edad.
La mejora de las condiciones económicas, con la revisión al alza de todas las cuantías en función de la casuística que permite el Plan de ayudas, fue uno de los principales motivos de queja en la aplicación en los dos años anteriores. Esto unido a la complicación de los trámites que se requerían a la hora de las solicitudes hizo recular a muchos solicitantes e incluso a varias comunidades autónomas que ni tan siquiera publicaron la orden que trasponía el Real Decreto.
Después de una negociación consensuada que se ha mostrado larga, compleja y llena de muestras de acercamiento entre todos los sectores implicados en el mismo, se llegó al texto actual que hasta el momento esta mostrando ciertos resquicios que a priori no se estaban previendo.
¿Cómo está resultando el Plan Renove?
Desde ANSEMAT y una vez pasada la euforia de la consecución del texto se ha venido evaluando la aplicación del mismo de una manera objetiva y se han venido observando una serie de desacoplamientos que han procurado situaciones que se podían denominar como “extrañas”.
Por de pronto la aprobación que se podría denominar como “sorpresiva” del Plan en diciembre del año pasado dio lugar a un “impasse” de espera hasta su publicación casi un mes después al que siguió un periodo más, llamémoslo de “reflexión” durante el cual estaba previsto que se pudieran realizar comentarios al texto aplicado antes de la trasposición del mismo por parte de la diversas regiones.
Estos comentarios han dilatado en el tiempo la publicación del plan de ayudas en las Comunidades Autónomas de tal manera que a día de hoy y casi tres meses después de la publicación en el BOE tan solo 8 de las 15 comunidades autónomas que publicarían el mismo, lo han hecho. La más madrugadora resultó la comunidad de Murcia, seguida en la fecha de publicación por Baleares, Castilla y León, Extremadura, Cataluña, Aragón, Andalucía, Asturias y Valencia que ha sido la última, hasta el momento, el pasado 4 de abril. Sorprende, cuanto menos, que otras regiones como Castilla y La Mancha o Galicia, (por nombrar algunas de las más representativas en cuanto al tejido agrícola del territorio), aún no lo hayan publicado, como tampoco lo han hecho Canarias, Cantabria, La Rioja o Madrid. Esta última región posee una particularidad ya que lo que si ha publicado ha sido una línea de ayudas, bajo presupuesto regional, que se ciñe solo al parque regional de tractores, sin trasponer el RD 1539/2006.
Conforme se han ido observando los textos de las líneas de ayudas en cada una de las Comunidades Autónomas se han podido observar, con cierta sorpresa, diferencias palpables entre el presupuesto destinado, (situados en torno a los 18 millones y medio de euros), y las cantidades que publicaban en algunas de las órdenes. En este sentido algunas asociaciones de agricultores denunciaban la situación pues observaban con incredulidad como con la subida de las cuantías a las que se podía acceder y lo bajo del presupuesto destinado tan solo podrían ser subvencionadas un número mínimo de solicitudes.
Consultadas las fuentes de financiación, las cuantías destinadas a cada una de las Comunidades Autónomas por la aplicación presupuestaria de la Conferencia Sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural cubrirán, tal y como estaba previsto un gran número de solicitudes. El problema en estos momentos se encuentra en las diversas Consejerías de Agricultura regionales ya que para destinar todo el dinero previsto deberán publicar varias órdenes a lo largo del año y observando la celeridad a la hora de publicar la línea de ayudas esto puede suponer un problema que podría derivar en último caso en partidas presupuestarias que no fueran utilizadas en este año.
En la parte material de este plan de ayudas también se están encontrando ciertas dificultades ya que se está estableciendo una picaresca que está llevando a que surjan efectos que a la larga podrían derivar en “no deseados”. Nos estamos refiriendo a lo que podría denominarse como “efecto llamada” hacia maquinaria que estando en desuso, abandonada y casi achatarrada se presente incluida en la solicitud del renove, aun siendo este uno de los objetivos del plan. El problema viene cuando se dispone de “un hierro” y un tractor antiguo pero que puede seguir siendo “utilizado”, incluyendo el primero en el trueque del renove y vendiendo el segundo en el mercado del usado. Otro efecto no deseado puede ser el parón en el mercado a la espera de las subvenciones o la compra indiscriminada de tractores de segunda mano o “hierros”, tanto nacionales como provenientes del extranjero, para incluirlos en las solicitudes,.
Como ha ocurrido en anteriores aplicaciones de este plan, habrá que esperar a las primeras cifras para poder evaluar con más datos.
En la parte burocrática o administrativa y unido al problema anterior en cuanto a las transferencias de vehículos, tiempo de inscripción en el ROMA, otra de la situaciones que están dando más problemas es todo lo relativo a la calificación energética del Tractor, (calificada por el MAPA como A o B, las categorías subvencionables según un baremo determinado por el propio Ministerio). La posibilidad de incluir una prima en la cuantía por caballo en función de esta calificación energética está despertando “encontronazos” en las solicitudes ya que mientras unos la exigen a los concesionarios, otros no y otros textos legislativos ni tan siquiera la contemplan.
Párrafo aparte merece la diferenciación, no siempre bien entendida, entre lo que se denomina comúnmente como “eficiencia energética” y lo que por otro lado se establece como “emisiones o impacto medioambiental”. En este caso hablamos de dos subvenciones distintas, ya que la de emisiones, se estableció para contrarrestar la reducción de eficiencia energética que supone el cumplimiento de la legislación de gases contaminantes..
ANSEMAT trabaja por el Plan Renove
Después de estos tres meses de aplicación del nuevo Plan de Renovación del parque de maquinaria agrícola, desde ANSEMAT se ha realizado un esfuerzo muy importante de información, concienciación y trabajo en pos de los mejores resultados de esta línea de ayudas.
Se ha solicitado una por una a todas las Comunidades Autónomas celeridad en la publicación en la línea de ayudas así como la ayuda en cuanto a los trámites de las solicitudes lo que permita en este orden favorecer el número de solicitudes y una pronta resolución de las mismas.
Tras observar los desfases en las partidas presupuestarias destinadas por las regiones que hasta el momento han publicado la orden se ha solicitado información sobre el cuantía total de las mismas y si estas se destinarán o no, por lo que previsiblemente la aportación monetaria se hará gradualmente a lo largo del año en varias convocatorias.
Asimismo existe una honda preocupación en lo relativo a la maquinaria presentada en las solicitudes, (chatarra proveniente del mercado de segunda mano o incluso desde el extranjero en contenedores), extremo que se ha trasladado a las diversas administraciones para que se vigile con especial interés. En este mismo campo y en lo relativo a la clasificación energética de los tractores, desde la Asociación se ha observado que la clasificación propuesta por el MAPA no es adecuada puesto que los vehículos inscritos en la misma en muchos de los casos no se comercializan o lo hacen con otras configuraciones a las ensayadas. De esta manera, ANSEMAT, se ha prestado al MAPA e IDAE para desarrollar una clasificación energética de estos vehículos que pueda satisfacer a todos los interesados: fabricantes e importadores y en general útil a todos los usuarios y solicitantes de esta y otras líneas de ayudas, todo ello pese a la dificultad que conlleva esta clasificación en un vehículo como el tractor que posee diferentes usos y aplicaciones según el tipo de labor agrícola que desarrolla, los implementos que porte, etc.
En su afán por trabajar por la viabilidad de este Plan, desde ANSEMAT se ha extendido la mano a la administración y a los solicitantes de las subvenciones favoreciendo el achatarramiento de los tractores incluidos en las peticiones disponiendo de los medios adecuados para el tratamiento de estos residuos en las plantas adecuadas a este fin, por medio del convenio de colaboración que firmó con el MAPA el pasado febrero.
Empresas o entidades relacionadas
Asociación Nacional de Maquinaria Agropecuaria, Forestal y de Espacios Verdes
Instituto para La Diversificación y Ahorro de La Energía