“Desde Arbos queremos ofrecerle al agricultor un producto que cuente con la tecnología que realmente necesita, sin que tenga que pagar de más”
Entrevista a Javier Seisdedos, director general de Lovol Arbos Ibérica & Latinoamérica
Pocos esperaban que en una época en la que están al orden del día las fusiones y compras de compañías de la competencia, pudiese aparecer un actor nuevo en el mercado europeo de maquinaria agrícola europeo. El Grupo Lovol Arbos ha aparecido con paso firme y ganas de introducir en el mercado una gama de máquinas competitivas y que cubra las necesidades reales del agricultor. Para ponerse al frente de la filial responsable de la Península Ibérica y Latinoamérica, el grupo decidió a principios de año por incorporar a Javier Seisdedos, profesional con más de 20 en el sector. Con EIMA como plataforma de lanzamiento en Europa, hemos querido conocer cuáles son sus sensaciones tras los primeros meses en el Grupo Lovol Arbos y las perspectivas en el mercado español de cara a 2017.
Para que el lector pueda hacerse una idea, ¿qué representa Lovol Arbos en el mercado de maquinaria agrícola en China?
El Grupo Lovol Arbos es el principal fabricante chino de maquinaria agrícola, tanto de tractores como de cosechadoras, y precisamente su origen son estas últimas, con una cuota de mercado que supera actualmente el 35%. En cifras absolutas, anualmente la compañía vende más de 90.000 tractores y 44.000 cosechadoras. Y ahora ha llegado el momento en el que el Grupo ha querido aprovechar toda esa fuerza con la que cuenta en China, y conquistar el mercado exterior.
Hace cuatro años se creó una estructura formada por un equipo de 40 ingenieros en Bolonia que ha estado desarrollando un tractor competitivo para el mercado europeo. Una vez se debían comenzar a fabricar los equipos, se decidió adquirir Goldoni y su fábrica de Carpi, en la provincia de Módena, ya fabrica de los tractores desde 20 hasta 100 CV, y en breve hará lo propio con los tractores Arbos.
Durante este periodo también se compró la fabrica de Matermacc, cerca de Venecia, especializada hasta ahora en sembradoras neumáticas, y en la que se va a ampliar la producción a sembradoras de cereal, abonadoras, pulverizadores, etc.
En definitiva, el proyecto lleva cuatro años en marcha y lo que pretende es aprovechar el potencial económico y el volumen del mercado chino para arrancar aquí con productos europeos. De esta forma, en China contarán con un producto de tecnología europea y en Europa nos aprovecharemos de una bajada de costes al poder trabajar con los grandes volúmenes del mercado chino.
Por lo tanto la idea es no quedarse solo en tractores y cosechadoras, sino ampliar la línea a más productos…
Hoy por hoy consideramos fundamental que podamos aportar a una concesión los tractores, cosechadoras y también los implementos. Con el tiempo se le ha ido dando al apero el papel que merece y la muestra está en que todos los grandes grupos intenta tener la gama más completa posible.
Explíquenos cómo se realizará el desembarco en Europa y por qué se ha decidido empezar, entre otros, por un mercado como el español…
El primer país que arrancó fuera de China fue lógicamente Italia, donde se situó el centro de ingeniería y donde ya había una red creada de Goldoni que ha servido de base. Y el segundo país ha sido España. En primer lugar, por la afinidad en la tipología de tractores, y aunque las marcas no eran muy conocidas había un parque significativo de la marca Goldoni, distribuida durante muchos años por John Deere. Poder trabajar el mercado portugués y latinoamericano desde aquí fue otro de los motivos por los que se decidió abrir la primera filial en España, abarcando desde una sola unidad comercial un mercado muy amplio.
¿Cuáles son los objetivos a corto y medio plazo?
En estos momentos estamos ayudando a acabar de desarrollar la gama de producto, mejorando lo que había y ampliándola. En cuanto a las redes creemos que podemos aportar novedades, buscando un sistema de flexibilidad. Deseamos sentarnos con la concesión, explicarle nuestro proyecto y mostrarle la forma como podemos ganar los dos. Es la única forma de tener la concesión motivada y que apueste por lanzarse a un proyecto ilusionante, aunque sea duro en sus inicios.
A corto plazo queremos presentar el producto que va a venir y empezar a concretar con la red comercial. Afortunadamente la primera respuesta está siendo muy buena, con concesiones que se están interesando incluso antes que nosotros las visitemos. No pretendemos una red demasiado extensa, sino justo aquella con la que podamos trabajar y ofrecer un servicio adecuado.
¿Qué se podrá ver en EIMA de esa nueva gama de producto? ¿Qué acciones se realizarán en España durante 2017?
En EIMA se presentará la gama al completo, siendo la primera vez que se puedan ver tractores Arbos desde 20 a 250 CV, la cosechadora, y también parte de la gama de implementos de la marca. En definitiva, el visitante podrá ser consciente de la magnitud del proyecto, con máquinas que ya están listas para la comercialización y otras aún como prototipos.
En España el próximo año dispondremos de una serie de máquinas para realizar demostraciones, y pretendemos dar el pistoletazo de salida definitivo en Demoagro con un número importante de equipos para que el agricultor los pueda probar en un evento relevante. Y FIMA 2018 será naturalmente la puesta de largo definitiva, porque para entonces llegaremos con muchos proyectos definidos.
Explíquenos cómo y dónde se diseñan, desarrollan y testan los tractores del Grupo, y por otro lado, el caso más específico de las cosechadoras…
Las marca de cabecera en tractores fabricados en Europa es Arbos, en un segmento entre 100 y 250 CV y diseñados y fabricados en Módena, y que se ampliará en breve en la franja inferior hasta los 60 CV. Los otros tractores de 20 a 100 CV serán los Goldoni, que también tendrán novedades en breve, mientras que también contamos con los tractores Lovol, fabricados en China, que en el segmento de menos de 50 CV puede ser un producto muy atractivo, con una calidad suficiente para Europa y a un precio muy competitivo.
Nuestras cosechadoras, de cinco o seis sacudidores, aún son prototipos y se están testando en el campo, porque es vital que cuando salgan al mercado funcionen a la perfección desde el primer día. Serán fabricadas también en Italia y esperamos contar con las primeras unidades en 2018.
¿Cuáles son los planes de Lovol en Latinoamérica a largo plazo?
En Latinoamérica se ha de establecer la red por completo. Aunque se habían vendido algunas unidades de la antigua marca Foton, tanto de tractores como de camiones y pickups, se ha de empezar desde cero. Nuestra misión es buscar importadores y colaboradores por países, salvo Argentina y Brasil donde debemos de contar con alguna unidad de producción. En estos momentos estamos en conversaciones con algunos fabricantes para poner en marcha la fabricación de tractores en estos dos países, a la vez que llegamos a acuerdos en el resto de países con importadores. En EIMA esperamos cerrar algunos de estos frentes abiertos y comenzar a trabajar cuanto antes con Latinoamérica.
Se trata también de un proyecto personal para usted. ¿Cuál es su principal misión en los próximos años al frente de la filial en la Península?
De las diferentes propuestas que manejaba, la de Arbos era la diferente. El resto era continuar con una gestión parecida a la que llevaba haciendo en los últimos 20 años. Aunque posiblemente los inicios sean más duros porque el proyecto y la filial arranca desde cero, también es una forma de empezar desde el principio ofreciendo toda mi experiencia adquirida durante este tiempo para aportar valores nuevos al mercado de maquinaria agrícola. El reto es en tres o cuatro años entrar en un mercado donde no estamos presentes.
Por otro lado queremos devolver también la ilusión a muchas concesiones que no están contentas por la presión actual que ejercen sobre ellas algunas marcas. El objetivo es convencerlas de que hay otras maneras de trabajar y asentarlas con ilusión en nuestro mercado.
Después de presentar durante estos primeros meses el proyecto a multitud de concesiones y agricultores, ¿cuáles son sus impresiones?
Sorprendentemente positivas. Aunque algunos concesionarios rehúyen del proyecto por asociarlo con China, la mayoría ven una gran oportunidad que nadie se esperaba. Los agricultores igual, principalmente aquellos que trabajan con los grandes cultivos mediterráneos. Muchas marcas han apostado por una excesiva tecnificación para España, pero es también cierto que para muchos queda por encima de sus necesidades. Desde Arbos queremos ofrecerle al agricultor un producto que cuente con la tecnología que realmente necesita, sin que tenga que pagar de más. En este sentido el mejor ejemplo lo tenemos en Latinoamérica, donde son capaces de conseguir producciones con unos costes de implantación por hectárea muy bajos. Para ellos vamos a ofrecer un tractor ergonómicamente bueno, fiable, con poco consumo de combustible y con la tecnología suficiente para España.
Lleva muchos años trabajando en el sector de maquinaria agrícola en España. ¿Qué punto de vista tienes del recorrido de nuestro mercado, especialmente en tractores?
Este año el número de inscripciones puede ser un 15% más alto por una serie de matriculaciones forzadas debido al cambio de regulación. Esa no va a ser la tónica general, pero la tendencia a largo plazo la considero positiva. El sector agroalimentario español va bien y la demanda de sus productos va a más (aceite de oliva, vino, fruta, etc.), con lo cual la expectativa es de crecimiento. Si a ello le añadimos el hecho de que hemos estado unos años al ralentí por motivos económicos y políticos, las previsiones de cara al próximo par de años son buenas.