Leroy Merlin, Herramientas Bellota y ENCE apuestan fuerte por el sello Madera Justa

El pasado 22 de septiembre, Caixa Fórum de Madrid acogió una nueva presentación de Madera Justa, el primer sello de certificación de comercio justo para el sector forestal y de la madera, el cual está promovido por la Fundación Copade (Comercio para el Desarrollo). Uno de los grandes atractivos de este encuentro fue la presentación realizada por tres empresas que ya han implementado con éxito esta certificación o que están en proceso de hacerlo próximamente: Leroy Merlin, Herramientas Bellota y ENCE, Energía y Celulosa.

El sello Madera Justa pretende instaurar criterios de Comercio Justo en el sector forestal tanto de países del sur como en el mercado doméstico, con el fin de de mejorar las condiciones socioeconómicas en los países de origen, así como la creación de oportunidades de mercado autónomas en todos los eslabones de la cadena de producción y comercialización, desde la extracción de la materia prima hasta la venta mayorista.

El sello Madera Justa, como indicaba Javier Fernández, fundador y director general de la Fundación Copade, nació hace siete años como una campaña de sensibilización en el seno de Copade y de la mano de WWF, Greenpeace y FSC. El objetivo de la campaña era sensibilizar sobre la importancia de respetar los principios del Comercio Justo en el sector forestal, promover el consumo responsable de productos forestales e informar de la importancia de usar madera que proviene de bosques gestionados de forma sostenible. La idea era promover el consumo de productos sellados con la certificación FSC, el cual garantiza que el producto está fabricado con madera que proviene de bosques gestionados sosteniblemente, lo que asegura su existencia en el tiempo, y al mismo tiempo fomentar el Comercio Justo en el ámbito forestal (en España, aunque el Comercio Justo aún se mueve en valores muy bajos respecto a otros países de nuestro entorno sí es cierto que ha crecido notablemente durante los últimos años, pasando de unas ventas de 6,9 millones de euros en 2011 a cerca de 34 millones en 2015).

En una segunda fase, el sello Madera Justa se ha convertido en una plataforma de trabajo en la que están inmersos 60 socios (empresas privadas, administraciones públicas, universidades y ONG’s), en la que se generan relaciones comerciales entre sus miembros y en la que se siguen promoviendo los criterios de sostenibilidad medioambiental y de Comercio Justo.

En todos estos años el sello Madera Justa se ha consolidado como “el sistema de certificación más completo", puesto que garantiza que se cumplen criterios ambientales (como la legalidad de la madera, la reducción de emisiones de gases efecto invernadero y la gestión sostenible de los montes), criterios sociales con los principios del Comercio Justo y criterios económicos como garantizar que al menos los gastos de producción se cubren.

Para su obtención, como se encargaba de repasar José Palacios, encargado de certificaciones de la Fundación Copade, se ha establecido un estándar perfectamente definido, en el que se señalan hasta 81 requisitos que debe cumplir una empresa para lograr el sello y certificar con ello que es responsable ambiental, social y económicamente.

A día de hoy, ya hay diez empresas que han conseguido el sello Madera Justa y varias más que están siguiendo este procedimiento para obtenerlo en los próximos meses.

Leroy Merlin España es una de las entidades que ya se ha sumado con éxito a la iniciativa Madera Justa, a través del Proyecto de Copade en Centroamérica, una iniciativa pionera cuyo principal objetivo es ayudar a las comunidades forestales de Guatemala a desarrollarse mediante un modelo basado en la explotación sostenible de sus bosques y bajo los principios del Comercio Justo.

Se trata del primer proyecto de alianza público-privada para el desarrollo de productos de Comercio Justo para el acondicionamiento del jardín, contando para ello con el trabajo conjunto de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid), la Fundación Copade, el Proyecto Madera Justa, el Instituto Europeo de Diseño (IED) y Leroy Merlin.

El contar para este proyecto con la participación de Leroy Merlin supone, sin duda, un espaldarazo para el sello Madera Justa ya que como señalaba Álvaro Sánchez, director de Leroy Merlin España para el mercado de Jardín, estamos hablando de un grupo que genera, a nivel mundial, una facturación de 1.778 millones de euros, contando con 9.300 colaboradores, 65 puntos de venta y 190.000 referencias (la compañía está presente en España desde 1989, trabajando en un 84% con proveedores nacionales).

El proyecto Madera Justa, en colaboración con Rainforest Alliance, ofrece a los pequeños productores y carpinteros de la región de Petén (Guatemala) una oportunidad para desarrollarse de forma respetuosa con el medio ambiente. Las comunidades forestales del Petén gestionan los bosques de la Reserva de la Biosfera Maya de una forma sostenible gracias a una concesión del Estado guatemalteco para su explotación durante 25 años. De este modo, pueden encargarse de su explotación y prosperar produciendo maderas certificadas con el sello FSC que, gracias a la labor de Copade, se comercializan de forma justa y permiten que el trabajo de estas comunidades obtenga la recompensa que merece.

El modelo de explotación empleado por Forescom en Petén es completamente sostenible, con un rendimiento de 1,5 árboles por hectárea, lo que supone una regeneración continúa del bosque. De este modelo se benefician 1.500 familias directamente y otras 10.000 indirectamente, generando unos ingresos de cerca de 12 millones de euros anuales, con los que se busca superar el índice de pobreza de la región. Entre los beneficios generados ya por este proyecto está la escolarización de indígenas a través de diversas becas y la construcción de un hospital.

Como otro de los agentes importantes de este proyecto, los alumnos de diseño de producto dirigidos por el Área de Sostenibilidad del Instituto Europeo de Diseño (IED Madrid) han sido los responsables de aportar su talento para crear las colecciones, incorporando criterios de ecodiseño en todo el proceso. El resultado, dos líneas de producción exclusivas (Curves y Tatami) fabricadas con especies autóctonas de Guatemala (Pucté y Santa María) que constituyen un producto final único y respetuoso con el entorno.

“Con nuestra participación en este proyecto hemos buscado diferentes objetivos. Por un lado, diferenciarnos en el mercado con productos que son completamente exclusivos. Por otra parte, seguir generando oportunidades para el desarrollo sostenible, algo en lo que creemos firmemente en Leroy Merlin. Y por último, pero no menos importante, reforzar la compra y el uso de madera certificada, respetuosa con el medio ambiente”, señala Álvaro Sánchez.

Los primeros pasos de este proyecto se dieron en el año 2011 pero la comercialización de los primeros productos no se produjo hasta 2013, salvados ya algunos de los grandes retos que supone una iniciativa de este tipo (coordinación de todos los agentes, grandes distancias geográficas, logística de transporte, estacionalidad de productos, etc.).

Álvaro Sánchez confirma que tras una etapa inicial piloto, en la que se ha querido conocer la reacción del cliente ante estos productos, el éxito obtenido por estos diseños, que han demostrado que no tienen por qué ser más costosos que otras alternativas, ha llevado a Leroy Merlin a tenerlos ya disponibles en todas sus tiendas.

Bellota Herramientas, como indicaba su director de Operaciones Iñaki Esain, se ha marcado como uno de sus grandes retos para este 2016 lograr la certificación Madera Justa (no solo para la empresa sino también para muchos de sus productos) y para ello ha implementado diferentes políticas de consumo centradas en el Comercio Justo. Por ejemplo, desde hace tiempo la compañía está trabajando en el uso de madera 100% sostenible y adquirida a través de criterios de Comercio Justo, para emplearla en los mangos de sus herramientas de mano.

Y otro claro ejemplo de su compromiso con los valores de Madera Justa es su participación en el Proyecto Hive, consistente en el desarrollo de una completa gama de huertos domésticos en madera certificada con el sello FSC y bajo criterios de Comercio Justo. Herramientas Bellota es la encargada de fabricar estos productos que son sostenibles medioambientalmente y comprometidos con el desarrollo social equitativo.

Aunque lleva apenas un año trabajando con la Fundación Copade, la empresa ENCE Energía y Celulosa es otro claro ejemplo de las grandes oportunidades que ofrece el sello Madera Justa.

ENCE está considerado como “el líder europeo en producción de celulosa de eucalipto, primera empresa española en producción de energía renovable con biomasa forestal y agrícola y líder en España en la gestión integral y responsable de superficies y cultivos forestales”. A día de hoy, la compañía gestiona 62.000 hectáreas de masa forestal con el sello PEFC y 47.000 hectáreas con sello FSC, habiendo consumido el pasado año cerca de 2,7 millones de m³ de madera (en 2015 vendió 885.000 toneladas de celulosa).

A lo largo de los últimos años, la compañía ha emprendido una notable estrategia de Responsabilidad Social Corporativa enfocada al respeto por el medio ambiento. De hecho, en 2011 apenas el 5% de la madera con la que trabajaba estaba certificada mientras que hoy lo está el 80% del material que utiliza (en su mayoría PEFC y FSC).

“Queremos ser también líderes en la implementación de políticas ambientales avanzadas y servir de ejemplo y de motor de cambio en este sector”, indica Luis Javier Sánchez, gerente de Sostenibilidad Forestal en ENCE, para quien la iniciativa Madera Justa ha supuesto un encaje perfecto en la política de RSC de la empresa cubriendo un hueco al que no llegan los sellos de certificación ambiental tradicionales (ISO, FSC y PEFC).

Además, como se confirma desde ENCE, este sello permite una “diferenciación positiva del producto en un entorno de aceptación creciente de productos ‘justos’, 'solidarios’ y ‘responsables’, constituyendo también una importante herramienta para potenciar el sector forestal en la generación y distribución de rentas en el mundo rural, reforzar la cadena monte-industria y fomentar la economía verde”.

ENCE ha estructurado su proyecto de implementación del sello Madera Justa en tres fases. La primera, ya en marcha, es la introducción de los criterios de Comercio Justo en el día a día de la propia empresa para que sus empleados se familiaricen con estos requerimientos. La segunda fase engloba la certificación de toda la producción de pasta de celulosa, para lo que se ha previsto un plazo que terminará en junio de 2017. Y la tercera fase estaría centrada en la difusión de todas estas iniciativas, para mejorar el posicionamiento en el mercado.

Elena Galerón, subdirectora de Banca de Empresas e Instituciones (Sector Social) en Triodos Bank.

Triodos Bank: Banca sostenible desde 1980

La jornada organizada por Fundación Copade también contó con la participación de Triodos Bank, que a través de su subdirectora de Banca de Empresas e Instituciones (Sector Social), Elena Galerón, analizó la importancia de la “banca ética” y su repercusión en el Comercio Justo.

Aunque la semilla de la compañía hay que buscarla a finales de los años 60, Triodos Bank como tal, nació en 1980 en Zeist (Holanda), consolidándose durante todos estos años como el “referente en banca ética y sostenible en Europa”. Actualmente cuenta con sucursales en Holanda, Bélgica, Reino Unido, Alemania y, desde 2004, España.

Tradicionalmente Triodos Bank ha mantenido una estrecha relación con el Comercio Justo como demuestran los 2,7 millones de euros que ha destinado para este tipo de proyectos a nivel mundial (2015), y su planteamiento de cara al futuro pasa por seguir financiando proyectos como el de Madera Justa, con los que comparte “transparencia, compromiso social, relaciones a largo plazo, una red internacional que promueve el cambio y la creación de sinergías y colaboraciones”.