El IRTA estudia el impacto de insecticidas y plaguicidas sobre las abejas
El IRTA participa en el proyecto pluridisciplinar liderado por el INIA (Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria), en el que se encarga de los estudios de campo del impacto de insecticidas y plaguicidas sobre las abejas y que se desarrollan en la Estación Experimental del Ebro y en la Fundación Mas Badia. El proyecto se titula ‘Evaluación holística de factores de riesgo en abejas melíferas y polinizadores silvestres. Situación en España'.
Esta investigación se centra especialmente en dos cultivos: el manzano, que precisa de abejas melíferas para su polinización; y los cítricos, que no precisan polinización para el cuajado de los frutos (por ser partenocárpicos), aunque sus flores son muy apreciadas tanto por los apicultores como por las propias abejas. En estos estudios se está evaluando la cantidad de residuos presentes, en el polen y el néctar de las flores del cultivo y en la flora espontánea, de los neonicotinoides autorizados tras su aplicación foliar en diferentes momentos fenológicos del cultivo para el control de plagas.
Asimismo, en grandes áreas de cultivo en condiciones de gestión integrada de plagas, se está estudiando la presencia de residuos de otros productos fitosanitarios (insecticidas, acaricidas y fungicidas) en el polen de los cultivos y en las abejas pecoreadoras (aquellas que recogen polen y néctar). En estas áreas de gestión integrada de plagas, otro de los objetivos del proyecto es determinar la abundancia y diversidad de polinizadores en época de floración, y fuera de ella.
Finalmente, en cultivo de manzano, se está monitorizando la actividad de las abejas melíferas en diferentes colmenas mediante la instalación de sensores que miden la intensidad de la pecorea y las pérdidas de abejas en condiciones de cultivo.
Este estudio, que tiene una duración de 3 años, surge ante el alarmante descenso de las poblaciones de abejas. Se han identificado diversos factores como causantes de su disminución y de la de otros polinizadores, entre ellos se encuentran la expansión de agentes patógenos, el mal uso de fitosanitarios, los contaminantes ambientales, la pérdida de hábitats y su fragmentación, la presencia de especies invasoras y el cambio climático.
El reto actual se centra en ponderar los riesgos y evaluar las confluencias entre los principales factores que afectan a la abundancia y diversidad de los polinizadores, así como en avanzar en el conocimiento científico sobre la influencia de estos factores en la salud de los polinizadores, en condiciones de campo realistas y, en particular, en las condiciones climáticas de nuestro país. En términos económicos, se estima que el valor de la polinización en España se sitúa alrededor de los 3.292 millones de euros anuales (22.000 millones de euros anuales en la Unión Europea).