Castilla-La Mancha prima a los jóvenes con menos renta que quieran ser agricultores o ganaderos
El consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, anunció que por primera vez el Gobierno regional “va a primar a los agricultores que tengan menos renta a la hora de puntuar para obtener la ayuda a la Incorporación de jóvenes; para que todos los que quieran, entren en la agricultura”. Unas declaraciones que realizó ante más de 600 asistentes en la clausura de la jornada organizada por la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) de Castilla-La Mancha en Albacete para informar sobre la esperada Orden de Incorporación que publicará la consejería en las próximas semanas.
En este sentido, Martínez Arroyo explicó que: “partíamos de 30 puntos y vamos a rebajarlo a 20 puntos como mínimo para poder ser joven agricultor, porque queremos que todos los que quieran, lo puedan hacer”, y particularmente, puntualizó, “dentro de los criterios de priorización de los beneficiarios vamos a primar a aquellos que menos renta tengan".Con esta decisión, el Gobierno regional cumple su compromiso político de orientar los fondos públicos a los que más lo necesitan, también en agricultura, y que “aquellos jóvenes que no tienen fondos puedan incorporarse al sector agrario”. En palabras del consejero, “todo lo contrario de lo que ha ocurrido hasta la fecha, donde se primaba a aquellos que más tenían en el sector agrario”.
Además de los jóvenes, Martínez Arroyo manifestó la apuesta que desde el Gobierno regional se va a hacer por las mujeres rurales, “una apuesta que tenemos que hacer entre todos por las mujeres porque sin ellas, no hay medio rural”. “Tenemos que incorporar a las mujeres a la actividad agraria” y para ello, “la puntuación máxima de la Orden de Incorporación de Jóvenes se va a dar a las mujeres y a los proyectos de titularidad compartida, ha destacado. De este modo, las mujeres, por el hecho de serlo, tendrán 10 puntos de los 20 que se necesitan para incorporarse a la actividad agraria, “una discriminación positiva a la que estamos obligados como sociedad porque tendrá que llegar el día en el que en una Jornada como ésta, el porcentaje de mujeres sea notablemente superior”, manifestó el consejero.
Durante su intervención, el titular de Agricultura se referió también a la sentencia que impide nuevas viñas en espaldera en zona ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) y que el Ejecutivo anterior no cumplió en contra de la normativa ambiental. El Gobierno regional insiste en que los agricultores nada tienen que ver en ese planteamiento erróneo que realizó la Consejería de Agricultura durante la pasada legislatura y para ello se pondrán en marcha los Planes de Gestión que elaboran los técnicos.
Martínez Arroyo señaló que "en función de los Planes de Gestión se podrá poner o no viñedo en un espacio de la zona ZEPA o en otra”, pero aclaró que “la zona con limitaciones será lo más pequeña posible”. “La sentencia judicial es clara y nos obliga a cumplir con la normativa ambiental a partir de diciembre de 2015”, ha afirmado. Además, la Consejería tomó la decisión de informar de los expedientes de los agricultores que tienen la autorización para plantar en el año 2015 y que tienen la planta comprada, por lo que “todos aquellos que estén en esa circunstancia van a tener el informe de la administración y van a poder tomar la decisión sobre si plantan o no plantan”, anunció. El proceso, añadió, se hará con celeridad “porque estamos muy comprometidos con este tema y nos duele especialmente el daño que se ha causado a los agricultores y ganaderos, teniendo en cuenta la secuencia cronológica de la toma de decisiones”.
“Lo he dicho muchas veces y lo quiero decir aquí. La principal especie en extinción en la mayor parte del medio rural de Castilla-La Mancha es el agricultor y el ganadero y, por lo tanto, es a la especie que tenemos que proteger en primer lugar”, concluyó el consejero.
Por su parte, el secretario general de UPA Castilla-La Mancha, Julián Morcillo, agradeció la disposición del consejero para afrontar la realidad de un sector necesitado de empatía por parte de la administración pero también necesitado de agua, en referencia a los planes de cuenca hidrológicos aprobados por el Gobierno central y que no han tenido en cuenta las necesidades de los agricultores de la región.