El reto de la juventud y la agricultura
Ya en 1985, el Reglamento 797785 reconocía la necesidad de rejuvenecimiento de las explotaciones a escala europea. Desde entonces se han desarrollado diferentes líneas de apoyo al relevo generacional en la agricultura. A pesar de ello, los titulares jóvenes de explotaciones agrarias siguen suponiendo porcentajes muy bajos.
El Programa de Desarrollo Rural 2014-2020 prevé cambios sustanciales en la incorporación de jóvenes, pero aún deben definirse los criterios de las diferentes acciones a desarrollar durante estos años. El apoyo económico, siendo importante, no es suficiente. La agricultura es una profesión tecnológicamente avanzada, por lo que los jóvenes precisan una formación y cualificación adecuada. Necesitan un sistema de transferencia que les permita aportar y recibir experiencia. Además, la profesión requiere aptitudes de empresario que le permitan tomar decisiones en un contexto de riesgos.
“La cooperación intergeneracional es imprescindible para que los jóvenes tomen las riendas del sector”, señaló Ángel Jiménez, decano del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Aragón, Navarra y País Vasco. “Nuestra Administración debe propiciar el marco adecuado para fomentar los emprendedores con políticas activas, los técnicos tienen que dejar atrás la competencia y colaborar entre ellos y las organizaciones de productores deben apoyar las nuevas incorporaciones, así como la industria agroalimentaria, para dar valor añadido a nuestras explotaciones”.
Miguel Gómez, profesor de la Universidad de Cornell, indicó que actualmente la mayoría de nuevos agricultores son jóvenes con un nivel más alto de educación, y con mayor representación de mujeres: “Están cambiando las tendencias, aunque muy despacio, y se está modificando la estructura de alimentos. Los jóvenes agricultores se están especializando en productos de alto valor y diferenciados. Además, son más activos en la participación de toda la cadena de suministro, más allá de las labores de la granja”.
Retos formativos
José Portillo Sogrob, director de Desarrollo Empresarial en Florida Universitària Cooperativa Valenciana, marcó la formación como “una palanca para potenciar la competitividad y modernización de las cooperativas agroalimentarias, sobre todo de sus Consejos Rectores, encargados de la toma de decisiones”. La incorporación de jóvenes a los órganos de responsabilidad y decisión de cooperativas “marcará su supervivencia o su desaparición”.
Tras las ponencias, el protagonismo se decantó hacia las experiencias de 6 jóvenes agricultores, quienes destacaron la importancia de la formación como factor fundamental para el desarrollo de su actividad. Esta formación la definieron como multidisciplinar y desearon que incluya conocimientos de gestión empresarial y nuevas tecnologías.
Retos económicos
La intensidad innovadora de España es del 1% s/ventas, lo que indica que “no tenemos un buen nivel de innovación”, explicó Juan Francisco Juliá Igual, director de la Cátedra Cajamar-UPV de Economía Social: “Es una cifra relacionada con el I+D, que sólo ocupa el 1,24% del PIB total. Entre 2010 y 2013, la inversión en I+D en España cayó un 30%, por lo que necesitamos aumentar nuestra competitividad y una vía imprescindible es la incorporación de jóvenes formados y con talento en la gobernanza de cooperativas y empresas”.
Según Juliá, los nuevos modelos de gobierno cooperativo “deben asegurar una mayor operatividad y agilidad en la toma de decisiones en un entorno cambiante y altamente competitivo”. En este sentido, los jóvenes pueden aportar “más capacidad, competencia, compromiso y confianza para convertirse en el futuro en directivos y rectores profesionales con formación, experiencia y un alto compromiso social”.
Ricardo Bayo, presidente de UPA-Joven, apuntó a los jóvenes como “una generación muy preparada y formada que necesita transmitir su energía y pasión, pero los males económicos les están frenando”. Bayo puntualizó en la falta de inversión y reconversión por parte de políticos y señaló la necesidad de “reequilibrar la cadena de producción y los precios de la tierra”.
Un total de 6 agricultores jóvenes expusieron sus casos como ejemplo y motivación para los asistentes. Entre ellos, Ángeles Santos, ganadera zamorana, explicó que “la falta de políticas de ayuda a los jóvenes, sobre todo en referencia al acceso a la tierra, y el exceso de burocracia son retos difíciles de afrontar. Es imposible ser agricultor si no tienes un respaldo económico detrás ya que la inversión es demasiado alta”, a lo que Mireia Vidal, profesional de la agricultura de 23 años en la Comunidad Valenciana, añadió: “Las ayudas no están bien pensadas ni repartidas”.
El coordinador estatal de las Juventudes Agrarias de COAG, Antonio Romé, clausuró su ponencia resaltando la necesidad de que “las políticas agrarias sean políticas como tal, no subvenciones ya que si seguimos así, recibiremos las mismas ayudas los agricultores profesionales que los ‘lúdicos’. Un solo joven puede generar 7 puestos de trabajo indirecto, por lo que es imprescindible facilitar el acceso a la tierra regulando los precios desorbitados de la actualidad”.
Retos sociales
Jesús Oliva, profesor titular del Departamento de Sociología de la Universidad Pública de Navarra, reflexionó sobre el cambio rural actual: “Tras una época de éxodo rural en los años 50 en la que existió una migración constante desde los núcleos rurales a los urbanos, se pasó en los años 80 a un periodo en el que las ciudades se vieron inmersas en un periodo de crisis, lo que se conoce como capitalismo desorganizado. Como consecuencia, se produjeron una serie de cambios que beneficiaron al territorio rural. Aparece así un nuevo movimiento sociológico que estamos viendo actualmente, el neorruralismo, que ensalza la vida sencilla en el medio rural. Este movimiento es crucial para la incorporación de los jóvenes al medio rural y puede ser un aspecto clave para su impulso”.
Seis jóvenes agricultores explicaron cómo han adaptado su forma de vida al mundo rural y cuáles han sido las virtudes y defectos de este proceso. Todos ellos resaltaron la importancia de la desmitificación de los clichés relacionados con el mundo rural; y en este sentido, es labor de todos dar a conocer la realidad del mundo rural y la importancia del sector para toda la sociedad.