COAG pide a competencia que extreme la vigilancia sobre los oligopolios que controlan los mercados de insumos agrarios
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) reclama a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que extreme la vigilancia sobre los oligopolios que controlan los insumos del sector agrarios (energía, fertilizantes, plásticos, etc.). El estudio comparativo elaborado por el departamento de economía agraria de Coag, refleja que la significativa caída de los precios de petróleo y gas no está teniendo su reflejo en las cotizaciones de fertilizantes y plásticos.
Mientras que el gas ha descendido en un 46% en el último año y medio, la urea apenas lo ha hecho en un 14%, el nitrato abanico cálcico tan sólo un 5,5% y el DAP, lejos de bajar, ha incrementado su precio en un 2,6%. En el mismo periodo, el barril Brent ha caído un 61%, y sin embargo los precios de los plásticos se han mantenido estables e incluso han tenido un pequeño repunte.
En el caso del gasóleo B, existe una mayor correlación entre la caída del petróleo y el precio final al agricultor, ya que en el último año y medio el carburante ha bajado un 52%. No obstante, el propio presidente de la CNMC, Jose María Marín Quemada, subrayaba en declaraciones a la prensa que el precio de los carburantes estaba bajando “a un ritmo más lento” de lo deseado.
“Lamentablemente, el relato especulativo se repite. Cuando el petróleo y el gas suben, la subida se repercute casi de forma inmediata al coste final de los principales insumos agrarios. Sin embargo, cuando bajan, el supuesto ‘libre mercado’ es mucho más perezoso para trasladarlo al precio final de carburantes, fertilizantes o plásticos”, lamentó Miguel Blanco, secretario general de Coag, al tiempo que añadió que “en la próxima legislatura es necesario crear un Observatorio de Costes e Insumos para dar seguimiento y transparencia al mercado y evitar costes injustificadamente altos para agricultores y ganaderos”.
La volatina de precios y espiral alcista de los costes de producción están dañando seriamente la rentabilidad de las explotaciones agrarias. Desde 2003, el sector acumula una caída de la renta del 16%. En este mismo periodo, los costes de producción han experimentado una subida del 47%.