Cataluña aprueba la Ley de las Organizaciones Interprofesionales Agroalimentarias
El Parlament de Catalunya ha aprobado, por 125 votos a favor y 3 abstenciones, la Ley de las Organizaciones Interprofesionales Agroalimentarias de Cataluña con el objetivo de dar un marco normativo en el sector agroalimentario para crear, si se cree conveniente, una interprofesional. Esta Ley responde a una necesidad del sector para disponer de instrumentos para ser competitivos y ganar masa crítica en el mercado a la vez que da cumplimiento a las resoluciones del Pleno Monográfico del Parlamento. Una de las particularidades del sector agroalimentario catalán es la existencia de un importante número de pequeñas y medianas empresas en el sector productor y transformador que se encuentran en un claro desequilibrio ante los grandes grupos de la distribución minorista que concentran la demanda.
En este sentido, las organizaciones que más interés han mostrado en disponer de este instrumento legislativo son las vinculadas a los sectores ganaderos de Cataluña Hay que recordar que Cataluña es eminentemente ganadera, sin embargo los sectores agrícolas, cada vez más integrados (entre producción e industria-transformación-comercialización) están reclamando hace tiempo disponer de mecanismos que les permitan establecer acuerdos amplios que afectan a los diferentes eslabones de la cadena de valor agroalimentaria. Asimismo, en el marco normativo europeo, la Política Agraria comunitaria, también indica que hay que promover este tipo de instrumentos de organización de la producción y que los gobiernos competentes deben legislar en la materia.
Esta Ley, una vez aprobada, facilitará la mejor integración de la cadena de valor agroalimentaria a través de acuerdos voluntarios entre las partes. Y también debe permitir desarrollar, en su caso, las extensiones de norma. Estos instrumentos no dejan de ser acuerdos entre los agentes miembros de la interprofesional que determinan que todos los agentes del sector deben participar de las actuaciones que determine la misma interprofesional. Así se permite estructurar y ordenar mejor todos los agentes del sector. Uno de los principales objetivos de la Política agraria comunitaria es la orientación de las producciones agrarias a las necesidades del mercado, con la flexibilización de los mecanismos de intervención que permitan una mayor adecuación de la oferta agraria a la demanda.
Las Organizaciones Interprofesionales Agroalimentarias han experimentado un importante desarrollo, y se han configurado como órganos de coordinación y colaboración de los diferentes sectores del sistema agroalimentario. El anteproyecto de Ley que se ha presentado en el Parlament se dicta al amparo del artículo 116.1 del Estatuto de autonomía, que atribuye a la Generalitat, respetando lo establecido por el Estado en ejercicio de las competencias que le atribuyen los artículos 149.1.13 y 16 de la Constitución, la competencia exclusiva para la regulación y el desarrollo de la agricultura, la ganadería y el sector agroalimentario.
Entre los principales aspectos que establece esta ley hay que destacar, entre otros, la regulación del reconocimiento, los fines, los acuerdos y las extensiones de normas de las Organizaciones Interprofesionales Agroalimentarias que tengan un ámbito de actuación no superior al de Cataluña.
La ámbito de aplicación de la Ley incluye producción, transformación comercialización y distribución de los productos del agroalimentarios de los sectores agrícola, ganadero y forestal.
También se crea el Registro de las Organizaciones Interprofesionales Agroalimentarias de Cataluña, adscrito al departamento competente en materia agroalimentaria. Por lo tanto, para reequilibrar las relaciones comerciales de los operadores de la cadena y hacer frente a las necesidades del sector agroalimentario en Cataluña, hay que vertebrar el sector mediante estructuras asociativas potentes como pueden ser las Organizaciones Interprofesionales Agroalimentarias. Estas deben permitir adecuar la oferta agroalimentaria a las exigencias del consumo; promover la eficiencia en los diferentes eslabones de la cadena alimentaria; mejorar el conocimiento, la eficiencia y la transparencia de los mercados; mejorar la calidad de los productos en todas sus fases y así hacer promoción de las figuras de calidad y de calidad diferenciada (como las DOP / IGPs, ecológica...); promover también el desarrollo y la investigación, la formación y los estudios para la mejora de la cadena y sus productos; adoptar medidas para regular la oferta, de acuerdo con la normativa vigente en materia de competencia; mejorar la comercialización de los productos, tanto en el mercado interior como en cuanto a su internacionalización, etc. etc..